La obra de Leonardo da Vinci ha aterrizado hoy en Madrid sobre las 2 de la tarde.
La Dama del armiño, 1490, Leonardo da Vinci, se expondrá en Madrid
Cecilia Gallerani ((1473-1536), amante de Ludovico Sforza, Duque de Milán
Está pintado al óleo sobre tabla que mide 54,8 cm. de alto y 40,3 cm de ancho y data del periodo 1488-1490. Se conserva en el Museo Czartoryski de Cracovia (Polonia), donde se exhibe con el título de Dama z gronostajem.
Para muchos, este retrato de Cecilia di Fazio Gallerani, La dama del armiño, es el más hermoso jamás pintado. Quizá solo le haga sombra La Gioconda, ambos surgidos de los pinceles y el inmenso genio de Leonardo da Vinci
Entre fuertes medidas de seguridad y una fina lluvia, que después arrecia, un avión militar — un DN 235—, procedente de Polonía, toca tierra en la Base aeréa de Torrejón de Ardoz a las 14,10 horas, aproximadamente. En la pista varios coches de la guardia civil alineados, mientras en el otro lado se pueden ver aviones contraincendios y un caza F-18.
¿Y si Leonardo hubiese inmortalizado el momento en el que el armiño mordió a la dama?
Vinci lanza una mirada a cinco siglos de ‘Giocondas’
Detalle de ‘La Gioconda’ de Leonardo Da Vinci.
La exposición repasa diferentes versiones del cuadro en la Historia del arte
La muestra recoge ‘giocondas’ vestidas, desnudas y hasta con bigote
Se inaugura este sábado y estará en cartel hasta el 30 de septiembre
Una litografía anónima del Museo del Prado es una de las obras expuestas
Miguel Cabanillas (Efe) | Roma
Actualizado domingo 14/06/200905:18 horas
La localidad natal del genio renacentista Leonardo da Vinci (1452-1519) homenajea al artista y a su ‘Mona Lisa’ con una exposición que repasa los cinco siglos de ‘giocondas’ que ha dado el mundo del arte, que las ha retratado desnudas, vestidas e, incluso, con bigote.
El Museo Ideale Leonardo da Vinci acoge la muestra ‘Joconde. Da Monna Lisa alla Gioconda nuda’, que se inaugura este sábado y permanecerá abierta hasta el 30 de septiembre, en un claro interés no sólo expositivo sino también científico, pues durante ese tiempo se realizarán investigaciones sobre los misterios de las ‘giocondas’.
‘La Mona Lisa’ según Marcel Duchamp.
Y es que cinco siglos dan para mucho misterio, sobre todo el que rodea a un cuadro, ‘La Gioconda’ de Leonardo da Vinci, cuya fecha exacta de creación aún se desconoce (se sitúa entre 1503 y 1514) y que aún hoy sigue asombrando a los visitantes del Museo del Louvre de París por la sonrisa y la mirada enigmáticas de su protagonista.
Esta obra, que según las últimas teorías retrataría a la joven florentina Lisa Gherardini, ha sido precursora de toda una serie de pinturas femeninas que han llegado hasta el siglo XX, donde la irreverencia del francés Marcel Duchamp le llevó a ponerle bigote.
“Esta exposición reúne reproducciones de todas las ‘giocondas’ posibles desde el siglo XVI hasta hoy, desde la propia de Leonardo, hasta las que hoy se pueden encontrar en Internet”, explica el director del Museo Ideale Leonardo da Vinci, Alessandro Vezzosi.
“El otro objetivo de la muestra es intentar dejar claras algunas cuestiones sobre su identidad, entre ellas la identidad de la que se expone en el Louvre, su fecha y quién la encargó, que son todos temas de debate aún abiertos”, añade.
Especial importancia de las ‘giocondas’ desnudas
Dentro de ese interés expositivo, pero también investigador, cobran especial relevancia las ‘giocondas’ desnudas de varios artistas, cuyas reproducciones se exhiben en Vinci (centro de Italia) junto a esas otras ‘monas lisas’ vestidas.
‘La hermosa Gioconda’, litografía anónima perteneciente al Museo del Prado. | Efe
“La idea es poner en común a Leonardo con todo lo que deriva de ‘La Gioconda’. El tema es siempre ‘La Gioconda’, vestida o desnuda, un poco como ‘La Maja’ de Goya”, comenta Vezzosi.
“Lo curioso”, continúa, “es que hoy todos conocen ‘La Gioconda’ del Louvre, pero pocos estudiosos conocen las muchas versiones de ‘La Gioconda’ desnuda que hay en al menos tres escuelas próximas a Leonardo: una lombarda, una flamenca y una francesa”.
Según el director del museo, esa versión desnuda de las ‘giocondas’ es parte muy importante de la exposición, pues entre ellas hay un original de cierta relevancia.
“Una de ellas es la ‘Gioconda desnuda’ del cardenal (Joseph) Fesch, tío de Napoleón. Esta obra era atribuida a Leonardo o alguien muy cercano a Leonardo”, apunta Vezzosi.
‘La Gioconda’, presente en España
“De las ‘giocondas’ vestidas, la mayor atracción es un retablo que hemos encontrado en los depósitos de (la galería de) Los Uffizi de Florencia. Estaba casi destruido, ha sido restaurado y nunca había sido expuesto antes. En este retablo no está la mano de Leonardo, pero se puede ver una derivación de ‘La Gioconda’”, explica.
La presencia de ‘La Gioconda’ en España también queda reflejada en la muestra con la reproducción de una litografía que se encuentra en el Museo del Prado de Madrid, cuya autoría se desconoce aún a ciencia cierta.
Y finalmente se llega al siglo XX, en el que ‘La Gioconda’ es protagonista de las creaciones del francés Jean Margat, entre ellas algunas para la revista ‘Bizarre’.
Más allá de las reproducciones y los cuadros originales que se exhibirán en Vinci, existen varios textos que documentan la historia y los misterios que rodean a un cuadro, el de Leonardo, que fue robado del Louvre en 1911 y estuvo desaparecido más de dos años.
Título de la obra: La monalisa (La Gioconda), Leonardo da Vinci,año: 1503-1506,estilo artístico: Renacimiento, técnica pictórica: Óleo sobre tabla,longitud: 77 cm, anchura: 53 cm,localización: Museo del Louvre,París , Francia
El cuadro La Gioconda, conocido también como La Mona Lisa, La Monna Lisa, La Joconde en francés o Madonna Elisa, es una obra pictórica de Leonardo da Vinci. Desde el siglo XVI es propiedad del Estado Francés, y se exhibe en el Museo del Louvre de París.
Su nombre oficial es Gioconda (que, traducido del italiano al castellano es alegre), en honor a la tesis más aceptada acerca de la identidad de la modelo, apoyada en el hecho de que era esposa de Francesco Bartolomeo del Giocondo y que su nombre era Lisa Gherardini.
Es un óleo sobre tabla de álamo de 77 x 53 cm, pintado entre 1503 y 1506,[1] y retocado varias veces por el autor. La técnica usada fue el sfumato, procedimiento muy característico de Leonardo. El cuadro está protegido por múltiples sistemas de seguridad y ambientado para su preservación óptima.[2] Es revisado constantemente para verificar y prevenir su deterioro.
Además, se han usado herramientas tecnológicas para la investigación de enigmas que rodean la obra. Por medio de estudios históricos se ha determinado que la modelo podría ser una vecina de Leonardo, que podrían conocerse sus descendientes y que la modelo podría haber estado embarazada.[3] Pese a todas las suposiciones, las respuestas en firme a los varios interrogantes en torno a la obra de arte resultan francamente insuficientes, lo cual genera más curiosidad entre los admiradores del cuadro.
La fama de esta pintura no se basa únicamente en la técnica empleada o en su belleza, sino en los misterios y enigmas que la rodean. Además, el robo que sufrió en 1911, las reproducciones realizadas, las múltiples obras de arte que se han inspirado en el cuadro y las parodias existentes contribuyen a convertir a La Gioconda en el cuadro más famoso del mundo, visitado por millones de personas anualmente.[
Es además la última gran obra de Leonardo, si se tiene en cuenta que siguió retocándola hasta sus últimos años.[11] Cuando Leonardo se marchó a Roma a instancias del nuevo Papa, su vida se hizo monótona y nada productiva.[12] Leonardo falleció sin encargos importantes, bajo la protección de León X, Giovanni de Médici, hijo del gran Lorenzo de Médici.[13][14]
Después de terminar el cuadro, Leonardo llevó su obra a Roma y luego a Francia, donde se conservó hasta su fallecimiento.[15] Se sabe que pasó a manos del rey francés Francisco I, quien la habría comprado a un valor de 12.000 francos (4.000 escudos de oro),[16] aunque no está claro si fue en 1517, antes de la muerte del artista, o con posterioridad a su fallecimiento en 1519.[17] Tras la muerte del rey, la obra pasó a Fontainebleau, luego a París y más tarde al Palacio de Versalles. Sin embargo, está comprobado que permaneció en las colecciones reales francesas y que en el siglo XIX, Napoleón Bonaparte lo tuvo guardado en el Palacio de las Tullerías tras una temporada en su residencia.[18] Con la Revolución francesa llegó al Museo del Louvre, donde se encuentra actualmente; Napoleón lo retiró de allí para colocarlo en su cámara personal. Finalmente regresó al museo,[4] donde se alojó hasta 2005 en la Sala Rosa, y fue trasladada en ese año al Salón de los Estados.[19] Es pertinente decir que la mayoría de datos acerca del cuadro se poseen gracias al trabajo biográfico del pintor contemporáneo Giorgio Vasari.
Algunas otras teorías poco difundidas afirman que podría tratarse de Isabel de Aragón, a quien Leonardo dibujó a lápiz para luego hacer un óleo. También podría tratarse de Constanza d’Avalos, duquesa de Francaville, mencionada en un poema de la época, donde se lee que Leonardo la pintó “bajo el hermoso velo negro”.
E incluso otras propuestas han sido que la modelo pudo ser una amante del propio Leonardo, un adolescente vestido de mujer,un autorretrato del autor en versión femenina[47] o incluso, una simple mujer imaginaria.Al respecto, Sigmund Freud sugirió que la pintura reflejaba una preocupante masculinidad.
En el año 2005, Armin Schlechter, de la biblioteca de la Universidad de Heidelberg, descubrió una nota de Agostino Vespucci en el margen de un libro de la colección de la biblioteca que confirmaba con certeza la creencia tradicional de que la modelo del retrato era Lisa.[51] En esta acotación, el oficial Vespucci, quien era un amigo cercano a Leonardo da Vinci, establece: “Leonardo se encuentra trabajando en tres obras pictóricas, incluyendo el retrato de Lisa Gherardini”.[52] Esta pequeña anotación data de octubre de 1503, aproximadamente 47 años antes a las referencias realizadas por Giorgio Vasari. Además, el libro donde se realizó el comentario sobre la “Mona Lisa” pertenece al autor Marco Tulio Cicerón, y particularmente esta edición fue publicada en 1477.[51]
El historiador Giuseppe Pallanti, en su libro La historia de la Mona Lisa, trata el tema tras veinticinco años de investigación.[28]
En los archivos de impuestos de 1480, puede verificarse la identidad, paradero y lugar de nacimiento de la modelo.[48] Nació el 15 de junio de 1479 y murió el 15 de julio de 1542, a los 63 años, en el convento de Santa Úrsula de Florencia.[53][54] Según el historiador Pallanti, Gherardini ingresó en el convento cuatro años después de quedar viuda, donde ya era monja su hija Marietta.[50]
Basándose en estos datos, el investigador genealogista italiano, Domenico Savini, asegura que existen descendientes de Gherardini; se trata de Natalia e Irina Strozzi, hijas del príncipe Girolamo de Toscana. En el supuesto de que la modelo de Leonardo fuera la mujer que falleció en el convento, el médico forense Maurizio Seracini se ha ofrecido para buscar el cadáver y hacer un análisis de ADN para establecer el parentesco de los Strozzi con Gherardini.[55]
Unido a dichos elementos, documentos oficiales del censo de la época confirman que el padre de Leonardo da Vinci vivía exactamente enfrente de la familia de Gherardini.[53] El historiador supone, sin mayores pruebas, que el retrato fue un regalo de Giocondo a su esposa por motivo de su segundo embarazo, a los veinticuatro años de edad.[22] Debe tenerse en cuenta que existen detractores de las teorías expuestas por Pallanti. Pese a ello, sus explicaciones son ampliamente aceptadas.[48]
Para saciar la curiosidad histórica acerca de la veracidad de las teorías vertidas, en 1987 se realizaron los primeros estudios, superponiendo un autorretrato de Leonardo a la pintura de la Mona Lisa; el resultado fue una gran similitud en las dimensiones y rasgos físicos.[56][4] Los detractores de dicha investigación alegan que dado que el autor es el mismo, los trazos son similares y es por eso que generan la confusión. Lillian Swartz y Gerald Holzman, los directores de dicha prueba, aseguran que el autor se autorretrató, dándose apariencia de mujer.[56]
Tanta ha sido la obsesión por esclarecer la identidad de la Mona Lisa que el doctor Matsumi Suzuki, investigador japonés, reconstruyó el cráneo de la Gioconda mediante un análisis óseo, y a partir de dicho cálculo generó la posible voz de la modelo.
El investigador asegura que la reproducción de la voz es fiable en un noventa por ciento. También ha realizado la misma simulación para el autor de la obra, de la cual desconfía un poco porque la barba reflejada en los autorretratos esconde algunos detalles importantes.
El título del cuadro
El título oficial de la obra es Gioconda, que se justifica debido a que Giocondo era el apellido del esposo de la retratada, Lisa Gherardini
Este título aparece documentado por vez primera mucho después de la muerte de su autor, por lo cual no pudo ser Leonardo quien le pusiese dicho título;por otro lado, se sabe que Leonardo no acostumbraba titular sus obras.
Con respecto al nombre de Monna Lisa, más usado en fuentes anglosajonas, Monna es el diminutivo en italiano de Madonna, que quiere decir mi señora. De cualquier manera, el nombre más popular en Italia es Gioconda.
La Mona Lisa adquirió un estatuto de icono cultural.Son numerosas sus reproducciones y utilización en la publicidad, objetos cotidianos y también como referencia cultural. Algunas incluyen:
Reproducciones
Algunos autores afirman que el mismo Leonardo hizo una reproducción llamada Isleworth Mona Lisa, su autenticidad es evidentemente cuestionada
Dicha pintura es propiedad de Hugh Blake, quien la exhibe privadamente en Londres, Inglaterra.
Existe una versión del cuadro de gran calidad, con numerosas similitudes, pero también con contrastadas diferencias, en el Museo del Prado, en Madrid.
La Gioconda,Museo del Prado,Madrid.¿De un copista anónimo o del mismo Leonardo?
El soporte es una tabla de roble, por lo que se ha sugerido que pudiera proceder del norte de Europa, aunque es un débil argumento, porque hay también robles en la Europa meridional. Algunos investigadores han propuesto como posibles autores de esta tabla al alemán Hans Holbein el Joven y al español Fernando Yáñez de la Almedina, pero otros críticos no aceptan estas atribuciones.
También en este caso diversos autores han sostenido que la autoría de esta obra corresponde al propio Leonardo. Este cuadro sobrevivió al devastador incendio del Palacio Real de Madrid que ocurrió en 1734.
La reproducción libre de Rafael, la cual se exhibe en el mismo museo que la obra de Leonardo.
En 1919, el dadaístaMarcel Duchamp pintó una parodia de la Mona Lisa que incluía un bigote y perilla en la modelo y la inscripción LHOOQ (que significa ella tiene el culo caliente, traducido del francés).
Salvador Dalí, pintó su autorretrato sobre el paisaje de la obra de Leonardo, a manera de ridiculización.
Fernando Botero pintó una mujer extremadamente obesa y deforme a manera de parodia del cuadro.
Isabel también sobrevivió a Francisco, que murió en 1512 al caerse del caballo. De sus tres hijos, sólo Bona la sobrevivió.
Se ha señalado a Isabel como uno de los posibles modelos para la Mona Lisa de Leonardo da Vinci. También se ha sugerido que se casó clandestinamente con Leonardo da Vinci (1452-1519), dándole supuestamente dos hijos y tres hijas.[1]
Por lo que se refiere a la controversia sobre la Mona Lisa, Maike Vogt-Lüerssen argumenta que la mujer tras la famosa sonrisa es Isabel de Aragón, la Duquesa de Milán. Leonardo fue el pintor de la corte del Duque de Milán dirante 11 años. El esquema en el vestido verde oscuro de la Mona Lisa, según cree Vogt-Lüerssen, indica que es miembro de la casa Sforza. Su teoría es que la Mona Lisa fue el primer retrato oficial de la nueva Duquesa de Milán, que requería que fuese pintado en la primavera o el verano de 1489 (y no en 1503).
Hay otro retrato, pintado por Rafael, en la Galería Doria Pamphilj de Roma, que muestra gran parecido con Isabel de Aragón. El vestido de la dama es definitivamente de 1515 a 1525 y la joven de pelo claro muestra los símbolos de la Casa Milanesa de los Sforza: el arco, y los colores rojo y blanco. Isabel de Aragón tendría entonces 45-55 años y el pelo oscuro.
Aunque no os lo creaís.He encontrado diversas historias en la red de Leonardo da Vinci. Y esta opinón de Sigmund Freud: ”Da Vinci es como alguien despierto cuando todos los demás aún duermen”.
Este hombre, uno de los más grande de la Humanidad como inventor y pintor , fue sobre todo un gran cocinero, el creador de lo que hoy llamamos la nouvelle cuisine, inventor de tantas cosas que hoy nos parece casi imposible comprender como alguien tuviera tanta fantasía y fuera tantos siglos adelantado a su tiempo. Su historia está plagada de anécdotas curiosas que están documentadas históricamente, algunas de ellas de un tinte tan cómico que difícilmente se puede evitar una carcajada cuando las leamos . En ellas se aprecia que no todos sus inventos fueron tan revolucionarios como se supone , ni todas sus actuaciones en la vida fueron tan brillantes y solemnes como se ha imaginado, poque de la genialidad al ridíclo, a veces, sólo hay un paso.
.Y además, era vegetariano:
Un estudio detallado por David Hurwitz en su libro “Da Vinci’s Ethical Vegetarianism” comenta:“… A esta dificultad tenemos que añadir otra más: la poca o ninguna importancia que los biógrafos otorgan a los hábitos alimenticios de las personas sobre quienes escriben”.
Así por ejemplo Colin Spencer protesta en su libro “La Fiesta de los Herejes” de que entre las 60 biografías sobre este genio de la humanidad sólo dos de sus biógrafos mencionan que era vegetariano.
El gran artista, ingeniero y creador de la Mona Lisa, era un vegetariano tan ferviente que compraba aves enjauladas a los vendedores de aves y las liberaba. - de una reseña del Profesor Rynn Berry.
En el libro “The Extended Circle” (El Círculo Ampliado) por Jon Wynne-Tyson aparece la siguiente cita:“Verdaderamente el hombre es el rey de las bestias, pues su brutalidad sobrepasa la de aquellos. Vivimos por la muerte de otros: ¡Todos somos cementerios!” .
La cita siguiente procede de una obra escrita por Merijkowsky en los años 1920. “He, desde una edad temprana, rechazado el uso de la carne, y llegará el día en que hombres como yo, verán el asesinato de animales como ahora ven el asesinato de personas”.- Merijkowsky. “Nada quedará. Nada en el aire, nada bajo la tierra, nada en las aguas. Todo será exterminado”.- (De sus Notas).
Biografía:
Leonardo nace el 15 de abril de 1.452 en Vinci, cerca de Florencia, hijo no deseado de la unión entre el notario Ser Piero da Vinci y la dama Caterina los cuales nunca llegaron a casarse ya que al poco de su nacimiento su padre lo hace con otra mujer florentina de dieciséis años y su madre hace lo mismo con un repostero en el paro llamado Accatabriga di Piero del Vacca. Pese a este disentimiento de su padre biológico no abandona la educación del niño y este crece entre las dos casas aunque hace más vida con su madre y su padrastro, el cual le inculca el gusto por los dulces y por la comida en general y se convierte en un niño extremadamente gordo. A los diez años su padrastro casi desaparece de su vida y es su padre le que le obliga a educarse con sus otros medio hermanos. En 1.469 entra de aprendiz en el taller del escultor, pintor, ingeniero, etc. Verrocchio con otro aprendiz famoso Botticelli. Antes de cumplir el año en el taller, Verrocchio decide castigarlo por crapulando, tragón en el término coloquial, ya que se atiborra constantemente de dulces que le envía su padrastro, su castigo consiste en pintar el ángel del panel de la izquierda del cuadro el Bautismo de Cristo que fue encargado por la iglesia de San Salvi, en la actualidad esta obra se encuentra en la Galería de los Uffizi de Florencia y con el castigo inicia un plan para adelgazar.
Un cocinero llamado Leonardo da Vinci:
Máquina caza-ranas de Leonardo
LEONARDO CAMARERO
Tres años más tarde, y para sufragar sus gastos, se coloca por las noches como camarero en una taberna llamada Los Tres Caracoles sirviendo comidas, pero tras la misteriosa muerte por envenenamiento de todos sus cocineros en el primavera de 1.473 Leonardo se ocupa de la cocina abandonando el taller del maestro Verrocchio. En esta nueva aventura intenta revolucionar la cocina tradicional del Renacimiento e inventa lo que hoy llamamos la nouvelle cuisine e ingenia platos primorosamente presentados con pequeñas porciones de comida sobre pedacitos tallados de polenta, cosa a la que no estaban acostumbrados sus conciudadanos, que querían comer hasta atiborrarse, lo cual crea tal escándalo que salva la vida por poco ya que querían matarlo por pensar los hambrientos feligreses que se estaban riendo de ellos y es que la gente hay veces que tiene poco sentido artístico, mucho sentido primitivo y nada de condescendientes.
Volvió al l taller del maestro pero de nuevo retorna a las andadas gastronómicas al arder el negocio del que tuvo que salir corriendo como consecuencia de peleas entre bandas rivales e inmediatamente lo abre de nuevo, en el mismo lugar, de forma improvisada con su amigo Botticelli, el gran pintor, al que llaman La Enseña de las Tres Ranas de Sandro y Leonardo, adornado con dos lienzos pintados por cada uno de ellos. Pero nadie entra en la taberna porque a nadie le agrada pagar por una anchoa y una rodaja de zanahoria perdidas sobre una fuente por más ingeniosamente que estén dispuestas y como es lógico tienen que cerrar.
EN EL PARO POR ORIGINAL
Los siguientes tres años los pasó, como se dice actualmente, en el paro porque no había restaurante que diesatrabajo a alguien con ideas tan peregrinas y excéntricas y se gana la vida por las calles de Florencia haciendo dibujos y tocando el laúd, como se puede observar no es novedoso lo que se ve en las bocas de metro de nuestras ciudades porque ya en aquella época estaba inventado, el artista que toca un instrumento, canta o dibuja y pide un dinero.
Sus inventos exitosos han sobrevivido a la prueba del tiempo volviéndose de uso cotidiano. Analizando lo que intentaba lograr, resulta innegable la genialidad de sus visiones.
Molinillo para pimienta con la forma del Faro de Spezia
Entre sus otros inventos viables, encontramos el molinillo de pimientas tal y como lo conocemos actualmente, que diseñó inspirado en el gran faro de Spezia. También ideó un prensador de ajos, que además servía para triturar perejil. Éste invento se ha mantenido intacto hasta la fecha y sigue siendo usada por los cocineros de hoy, bajo el nombre de “el Leonardo”. Como era zurdo, ideó un sacacorchos para zurdos y estudió la manera de introducir tapones de corcho en las botellas que hasta entonces se sellaban con cera.
El Leonardo, prensador de ajos y perejil
La gran oportunidad de Leonardo como cocinero:
Como Leonardo debía aburrirse y no se conformaba con la vida que llevaba aprovecha el momento histórico en el que Lorenzo de Médici, señor de Florencia, mantiene una pequeña guerra contra el Papa para enviarle a éste unas maquetas de máquinas de asalto hechas con pasta y mazapán, algo que hizo durante toda su vida, pero que no fue comprendida por Lorenzo y que se la dio a comer a sus invitados por el aspecto tan apetitoso, ante este nuevo fracaso nuestro hombre decide marcharse de la ciudad estado y entonces Lorenzo de Médici le da una credencial recomendándolo a Ludovico Sforza ‘El Moro’ en compensación por el agravio de haberse comido sus maquetas, pero a leerla ve que sólo hace referencia a su cualidad de tañedor de laúd por lo que él mismo se escribe la presentación que decía textualmente lo siguiente: No tengo par en la fabricación de puentes, fortificaciones, catapultas y otros muchos dispositivos secretos que no me atrevo a confiar en este papel. Mis pinturas y esculturas pueden compararse ventajosamente a las de cualquier artista. Soy maestro en contar acertijos y atar nudos. Y hago pasteles que no tienen igual. Tras la entrevista con Ludovico el Moro este le hace consejero de fortificaciones y maestro de festejos y banquetes de la corte y aquí comienza el principio de nuestra historia.
Tras el primer paso hay que dar un segundo y este se presenta ante la oportunidad que le brinda la boda de una sobrina de Ludovico, así que le presenta el menú de la boda, siempre intentando introducir en la corte su nueva forma de ver la cocina, a lo que el Moro le dice que es mejor que ponga otras cosas más sustanciosas que las que presenta, que dando así la propuesta y lo que al final se tuvo que servir, como se podrá comprobar fue otro fracaso estrepitoso de Leonardo como cocinero
Máquina para cazar ranas
Propuesta de menú de Leonardo da Vinci:- Una anchoa enrollada descansando sobre una rebanada de nabo tallada a semejanza de una rana.
- Otra anchoa enroscada alrededor de un brote de col
- Una zanahoria, bellamente tallada.
- El corazón de una alcachofa
- Dos mitades de pepinillo sobre una hoja de lechuga
- La pechuga de una curruca
- El huevo de un avefría
- Los testículos de un cordero con crema fría
- La pata de una rana sobre una hoja de diente de león
- La pezuña de una oveja hervida, deshuesada
Encargo que hizo Ludovico el Moro:- 600 salchichas de sesos de cerdo de Bolonia
- 300 zampone (pata de cerdo rellenas) de Módena
1.200 pasteles redondos de Ferrara
200 terneras, capones y gansos
- 60 pavos reales, cisnes y garzas reales
- mazapán de Siena
- Queso de Gorgonzalo que ha de llevar el sello de la Cofradía de Maestros Queseros
- La carne picada de Monza
- 2.000 ostras de Venecia
- Macarrones de Génova
- Esturión en bastante cantidad
- Trufas
- Puré de nabos.
Leonardo percusor de los electrodomésticos para la cocina:
Tras este nuevo revés se encarga de inventar utensilios para la cocina tras el encargo de Ludovico para el nuevo proyecto de las cocinas del Castello, el gran palacio en el centro de Milán, para lo cual elabora una lista con las principales necesidades que se tenían y que eran textualmente estas:
En primer lugar, es necesaria una fuente de fuego constante. Además una provisión constante de agua hirviendo. Después un suelo que esté siempre limpio. También aparatos para limpiar, moler, rebanar, pelar y cortar. Además, un ingenio para apartar de la cocina los tufos y hedores y ennoblecerla así con un ambiente dulce y fragante. Y también música, pues los hombres trabajan mejor y más alegremente allí donde hay música. Y, por último, un ingenio para eliminar las ranas de los barriles de agua de beber.
Tras lo cual se pone manos a la obra en la invención y fabricación de todos los utensilios que cree que le hacen falta para esta nueva cocina totalmente automatizada y que como veremos fue algo de lo más cómico que he leído en mi vida basado en un hecho real contado por Matteo Bandelli cronista de la corte.
Estudió en primer lugar el poder calórico en la combustión de distintos tipos de madera para llegar al final a la conclusión que lo importante es la cantidad de troncos que se tenga y no la forma o la procedencia e inventa una cinta transportadora que los lleva una vez cortados por una sierra circular que también inventa alegando que de esta forma no sería necesaria la presencia de una persona encargada de la leña en la cocina sin caer en la cuenta de que se le olvidaron los cuatro hombre y los ocho caballos que manejan y mueven la sierra circular.
Diseña igualmente un asador automático para que el personal no estuvieran todo el día dándole vueltas al espetón sobre el fuego, inventando algo tan ingenioso como el introducir en la chimenea una hélice que dará vueltas impulsada por la corriente de aire ascendente y esta a su vez movería el espetón, haciendo que gire lento o rápido dependiendo de la cantidad de fuego que se tenga.
Inventa un circuito para tener una provisión de agua caliente y constante fabricando una especie de caldera unida a tubos metálicos que eran calentados con carbón.
Para que el suelo estuviera limpio idea un sistema de unos cepillos giratorios tirado por bueyes de un metro y medio de diámetro por dos metros y medio de ancho con una pala detrás para recoger lo reunido por el cepillo en lugar de la persona que barre regularmente.
Siguiendo con los inventos para esta cocina ‘automatizada’ y moderna idea una descomunal picadora de vacas la cual necesita un ejercito de hombre y caballos para ponerla en marcha con una gran infinidad de utensilios auxiliares y muy parecidos a los que actualmente existen pata picar cerdos y animales pequeños. Y otro de los inventos es la rebanadora de pan accionada por aire.
Para la música en la cocina idea unos tambores mecánicos con manivelas de mano acompañado por tres músicos que tocaran un instrumento que el llama órgano de boca.
Para quitar los malos olores idea unos fuelles que se ponen en funcionamiento por medio de unos martillos conectados a una manivela movida por un caballo.
Para eliminar las ranas de los barriles de agua consiste en una trampa de muelle que se acciona al saltar el animal sobre ella poniendo en funcionamiento un martillo que le da en la cabeza y la deja inconsciente, como se verá todo muy rudimentario y desde nuestra perspectiva de la técnica como algo digno de un cómic de niños.
Y por último un invento revolucionario que consiste en una alarma contra el fuego que esparce agua pulverizada en el caso de que se incendie la cocina, algo muy parecido a lo que existe en muchos edificios de hoy día, pero ¿todo esto puede funcionar con métodos tan primitivos?, serán los propios comensales los que nos lo contaran, pues ha quedado constancia escrita de dicho acontecimiento.
Picadora de vacas
La primera cocina totalmente automática:
Asador automático
Llega el gran día y Ludovico espera con sus invitados la hora de comer, por cierto para hacer la obra hubo que demoler parte del comedor, los establos y los dormitorios de la madre de Ludovico, entonces se oyen gritos, explosiones, chirridos y estruendo de máquinas, los invitados esperan impacientemente la llegada de la comida pero esta no llega, pasa el tiempo y ya inquietos por los ruidos se dirigen a la cocina y esto es lo que cuenta Sabba da Castiglione di Pietro Alemani, embajador florentino en la corte de Sforza:
La cocina del maestro Leonardo es un gran caos. El señor Ludovico me ha dicho que el esfuerzo de los últimos meses se había hecho con la intención de economizar esfuerzos humanos; pero ahora, en lugar de los veinte cocineros antes empleados en las cocinas, las personas que se apiñan en este lugar llegan casi al centenar y ninguno de los que yo pude ver estaba cocinando, sino que todos estaban atareados con los grandes dispositivos que ocupaban todo el suelo y los muros, ninguno de los cuales parecía comportarse de manera útil o para la tarea que fue creado.
En un extremo del recinto una gran noria, empujada por una furiosa cascada, vomitaba y rociaba con sus aguas a todos los que pasaban por debajo, y había transformado el suelo en un lago. Fuelles gigantescos, cada uno de ellos de tres metros y medio de largo, colgaban de los techos, siseando y rugiendo con el propósito de limpiar los humos de los fuegos, pero todo lo que lograban era avivar las llamas, en perjuicio de aquellos que debían estar cerca del fuego; tan peligrosas eran las errantes llamas que una multitud de hombres armados de cubos se afanaban en tratar de dominarlas, aun cuando otras aguas brotaban en chorros de cada rincón de los techos.
Y en este catastrófico lugar se paseaban por todas partes caballos y bueyes, algunos dando vueltas y más vueltas, y otros arrastrando los ingenios para limpiar los suelos del maestro Leonardo; realizando sus tareas con denuedo, pero también seguidos de otro ejército de hombres para limpiar las suciedades de los caballos.
En otro lugar vi una gran picadora de vacas estropeada, con media vaca todavía hincada y asomando por fuera de ella, y hombres con palancas intentando sacarla de allí. Y aún en otro lugar el ingenio continuo de troncos y leña del maestro Leonardo arrojando suministro dentro de la habitación y que no podía ser detenido; de manera que en lugar de los dos hombres que llevaban los troncos al fuego como antes se acostumbraba, ahora había que emplear a diez para sacarlos.
Los gritos que habíamos oído vimos que los proferían pobres desdichados que estaban abrasándose o ahogándose o asfixiándose; las explosiones, de la pólvora que el maestro Leonardo se empeñó en utilizar para prender sus fuegos sin llama; y, como si este estruendo no resultara suficiente, aún se combinaba con la música de sus tambores que redoblaban, aunque los que tocaban los órganos de boca creo que ya se habían ahogado.
Como antes he descrito, la cocina del maestro Leonardo era un gran caos, y no creo que esto gustase al señor Ludovico.
Magistral descripción de lo ocurrido y después de su lectura entendemos el por qué la humanidad tardó tantos siglos en avanzar, pues pensamos que ya quedó lo suficientemente escarmentada con semejante experiencia.
¿La Gioconda se estará riendo de su autor?….¡Nunca se sabe¡