
Helena de Troya
Se sabe que hacia el 1200 a.C, una gran destrucción afectó todo el Mediterráneo Oriental, Levante y Egipto. Cerca de la misma época fue destruidó el imperio hitita y la ciudad de Troya(por lo menos la VII A). Gran parte de la recesión de Egipto se le atribuye a los llamados “Pueblos del mar”.
La rubia Helena, que era espartana
Algunos insisten en que los Pueblos del Mar eran de origen aqueo.
NO HUBO “PUEBLOS DEL MAR”
Para los arqueólogos y egiptólogos, como Alejandra Nibbi, no hubo tal invasión, sino una progresiva entrada en el Próximo Oriente de migraciones de diversos pueblos nómadas que buscaban asentamiento.

Shardana en Medinet Habu
Ni una ocupación militar, sino un empleo guerreros /mercenarios de pueblos inmigrantes por los Imperios del momento , como antes había sucedido con los acadios o luego sucederá con los bárbaros en Roma.

Guerrero sardo,Cerdeña
La representación en el templo de Medinet Habu, de Ramsés III es una escaramuza en el Delta del Nilo.

Un componente de los mal llamados “Pueblos del Mar”, Medinet Habu
LA DESTRUCCION DE HATTI
Respecto a la desaparición del imperio hitita, ocurrió efectivamente en esa época, pero no se debió a una causa única, pues confluyeron
-Los gasga
-La descomposicion interna del Estado,que se fragmentaria en la Principados Neohititas, es decir, no desapareció más que la superestructura hitita.
-Las luchas familiares de la familia real
EL SAQUEO DE UGARIT
Lla ciudad costera cananea de Ugarit fue saqueada por los Pueblos del Mar, en cambio el incendio de Hattusas la capital, ocurrida más tarde, no obedeció a los mismos parámetros, sino que más bien es atribuible a un ataque de los pueblos montañosos (gasgas). Aparte de eso, no se debe olvidar que una importante porción del territorio central hitito-mittanio resistió a esa “horda destructora”, configurando posteriormente los principados neohititas que sobrevivieron hasta la toma de Carquemish por el rey asirio Sargón II hacia el 705 AC.
EL FACTOR TROYA-WILUSAS
Troya, según los datos hititas y las últimas excavaciones de la escuela germana (manfred Korfmann), parece identificarse con la Wilusa de los textos, es decir, con una ciudad tributaria del reino de Arzawa, que hacia el 1350 pasó a la esfera de influencia hitita. Sin embargo, para los hititas no tuvo la importancia que luego los griegos la otorgaron, con lo cual es más que probable que si fue invadida por micénicos o aqueos, ello no supusiera para los soberanos hititas más que una simple escaramuza fronteriza. Y o bien Troya fue destruida tras la descomposición del imperio hitita, o la guerra de Troya se limitó a una expedición pirata de los micénicos (para los hititas, Micenas era un nido de piratas sin escrúpulos que ni respetaban las reglas comerciales ni permitían la navegación comercial pacífica).
DOTAN Y DOTAN:LOS Pueblos del Mar tienen cerámica submicénica
CRETA MICÉNICA SOBREVIVIÓ
Sin embargo, el hecho de que la Creta micénica sobreviviese a la primera fase de la invasión (la cultura postpalacial está fechada hasta el 1100 AC), teniendo en cuenta su proximidad geográfica y militar con la civilización micénica continental, hace dudar de dicho protagonismo.
Pues si hubiesen sido los aqueos los líderes de tal invasión, ¿no hubieran primero liquidado toda la civilización micénica en lugar de dejar a parte de sus enemigos detrás suyo en una isla que todos sabían que permitía abastecer a un poderoso ejército?…máxime cuando se supone que esos pueblos invasores venían por el mar.
SUMA DE PUEBLOS EN MOVIMIENTO +FACTORES CLIMÁTICOS
En cuanto al origen y lengua de los pueblos del mar, pues es difícil creer en un gran desplazamiento de poblaciones en varias oleadas, motivada sprobablemente por razones climáticas o de hambrunas.
TROYA-WILUSAS
Troya (en griego Τροία o Τροίας; también llamada Ilión, en griego Ίλιον o Ίλιος, Wilusa en hitita y Truva en turco) es una ciudad tanto histórica como legendaria, donde se desarrolló la Guerra de Troya. La palabra Wilusa es de origen hitita y, según los estudios de Frank Stark en 1997, de J. David Hawkins en 1998 y de W. D. Niemeier en 1999, indica la Troya homérica. Esta célebre guerra fue descrita, en parte, en la Ilíada, un poema épico de la Antigua Grecia. Este poema se atribuye a Homero, quien lo compondría, según la mayoría de la crítica, en el siglo VIII a. C. Homero también hace referencia a Troya en la Odisea. La leyenda fue completada por otros autores griegos y romanos, como Virgilio en la Eneida.
La Troya histórica estuvo habitada desde principios del tercer milenio adC. Está situada en la actual provincia turca de Çanakkale, junto al estrecho de los Dardanelos (Helesponto), entre los ríos Escamandro (o Janto) y Simois y ocupa una posición estratégica en el acceso al Mar Negro (Ponto Euxino). En su entorno se encuentra la cordillera del Ida y frente a sus costas se divisa la cercana isla de Ténedos.
Las especiales condiciones del estrecho de los Dardanelos, en el que hay una corriente constante desde el Mar de Mármara hacia el Mar Egeo y donde suele soplar un viento del nordeste durante la estación de mayo a octubre, hace suponer que los barcos que en la antigüedad pretendían atravesar el estrecho debían esperar a menudo condiciones más favorables durante largas temporadas en el puerto de Troya. Tras siglos de olvido, las ruinas de Troya fueron descubiertas en las excavaciones realizadas en 1871 por Heinrich Schliemann. En 1998, el sitio arqueológico de Troya fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
El problema de la autenticidad histórica de la guerra de Troya ha suscitado conjeturas de todo tipo.
El arqueólogo Schliemann admitía que Homero fue un poeta épico y no un historiador, y que pudo exagerar el conflicto en aras de la libertad poética, pero no que lo inventara. Poco después, el también arqueólogo Dörpfeld defendió que Troya VI fue víctima del expansionismo micénico. A esta idea se ha sumado recientemente Sperling, en 1991.
Los estudios de Blegen y su equipo admitieron que una expedición aquea debió haber sido la causa de la destrucción de Troya VII-A hacia el 1250 a. C. (actualmente se suele fijar el fin de esta ciudad más cerca de 1200 a. C., sin embargo hasta ahora no se ha podido demostrar quienes fueron los atacantes de Troya VII-A.
Hiller, en cambio, también en 1991, señaló que debió haber dos guerras en Troya que marcaron el fin de Troya VI y Troya VII-A. Mientras, Demetriou, en 1996, insistió en la fecha de 1250 a. C. para una histórica guerra de Troya, en un estudio en el que se basó en yacimientos chipriotas.
Frente a ellos se halla una corriente de opinión escéptica encabezada por Moses Finley que niega la presencia de elementos micénicos en los poemas homéricos y señala la ausencia de pruebas arqueológicas acerca de la historicidad del mito.
Joachim Latacz, en un riguroso estudio publicado en el que relaciona fuentes arqueológicas, fuentes históricas hititas y pasajes homéricos como el catálogo de naves del libro II de la Ilíada, ha probado el origen micénico de la leyenda pero, con respecto a la historicidad de la guerra, se ha mostrado cauto y sólo ha admitido que es probable la existencia de un sustrato histórico de la leyenda.
También se ha tratado de fundamentar la historicidad de la leyenda con el estudio de textos históricos contemporáneos a la edad del Bronce tardío. Carlos Moreu ha interpretado una inscripción egipcia de Medinet Habu, en la que se narra el ataque sobre Egipto de los Pueblos del mar, de manera distinta a la interpretación tradicional. Según esta interpretación, los aqueos habrían atacado varias regiones de Anatolia entre las que se encontrarían Troya y Chipre, y los pueblos atacados habrían establecido un campamento en Amurru y posteriormente habrían formado la coalición que se enfrentó a Ramsés III en 1186 a. C.
Troya en las fuentes hititas
La ciudad de Troya estuvo habitada desde la primera mitad del tercer milenio adC, pero su momento de mayor esplendor coincidió con el auge del imperio hitita.
En 1924, poco después del desciframiento de la escritura hitita, Paul Kretschmer había comparado un topónimo que aparece en fuentes hititas, Wilusa, con el topónimo griego Ilios, usado como nombre de Troya. Los eruditos, basándose en pruebas lingüísticas, establecieron que el nombre Ilios había perdido una digamma inicial y anteriormente había sido Wilios.
A esto se unía otra comparación entre un rey de Troya que aparece escrito en documentos hititas, denominado Alaksandu, y Alejandro, usado en la Ilíada como nombre alternativo de Paris, príncipe troyano.
Estas propuestas de identificación de Wilusa con Wilios y de Alaksandu con Alejandro en principio fueron motivo de controversia: era dudosa la situación geográfica de Wilusa y en fuentes hititas aparece también el nombre de Kukunni como rey de Wilusa y padre de Alaksandu, sin aparente relación con la leyenda de Alejandro, aunque algunos han señalado que este nombre podría tener su equivalente en griego en el nombre Κύκνος (Cicno), otro personaje del ciclo troyano.
Sin embargo, en 1996, Frank Starke probó que, efectivamente, la localización de Wilusa debe situarse en el mismo lugar donde está la región de la Tróade.
No obstante, algunos arqueólogos como Dieter Hertel todavía se niegan a aceptar esta identificación entre Wilusa e Ilios.
Los principales documentos hititas que mencionan a Wilusa son:
El llamado Tratado Alaksandu, que fue un pacto entre el rey hitita Muwatallis II y Alaksandu, rey de Wilusa, datado a principios del siglo XIII a. C. Del texto de este tratado se ha deducido que Wilusa tenía una relación de subordinación respecto del Imperio Hitita.
Entre los dioses que son nombrados en el tratado como testigos del pacto figuran Apaliunas, que algunos investigadores han identificado con Apolo, y Kaskalkur, cuyo significado es camino al inframundo. Sobre Kaskalkur, el arqueólogo Korfmann indica que:
De este modo se designaban los cursos de agua que desaparecían en el suelo de las regiones cársticas y volvían a surgir al exterior, pero los hititas también usaban este concepto para las galerías de agua instaladas artificialmente.
Esta divinidad ha sido por ello asociada al descubrimiento de una cueva con un manantial a 200 metros al sur del muro de la acrópolis que se ha datado a principios del tercer milenio adC y en torno a la cual podrían haber surgido mitos.
También se ha señalado la coincidencia que supone la alusión del autor Esteban de Bizancio a que un tal Motylos, que podría ser una helenización del nombre de Muwatalli, prestó hospitalidad a Alejandro y Helena.
Una carta escrita por el rey de Seha (estado vasallo hitita) Manapa-Tarhunta al rey Muwatallis II, y por tanto datada también alrededor de 1295 a. C., donde se da información de un tal Piyamaradu que había encabezado una expedición militar contra Wilusa y contra la isla Lazba, identificada por los investigadores con Lesbos.
En la Carta de Tawagalawa (h. 1250 a. C.), generalmente atribuida a Hattusil III,[25] el rey hitita hace referencia a antiguas hostilidades entre los hititas y los ahhiyawa posiblemente sobre Wilusa, resueltas de manera amistosa en esta carta:[26]
Ahora es cuando hemos llegado a un acuerdo en el asunto de Wilusa respecto al cual estuvimos enemistados…
La última mención de Wilusa conservada en fuentes hititas aparece en un fragmento de la llamada carta de Millawanda, remitida por rey Tudhalia IV (1240 a. C.-1215 a. C.), a un destinatario desconocido. En ella, el rey de los hititas explica que va a usar todos los medios a su alcance para reponer en el trono de Wilusa a Walmu, un sucesor de Alaksandu que había sido destronado y exiliado. Sin embargo, T.R. Bryce, dice que este hecho es mencionado con anterioridad, consignándolo en su reinterpretación de la Carta de Tawagalawa.[27]
Además, en un informe del rey Tudhaliya I (1420 a. C.-1400 a. C.), éste declara que tras una expedición de conquista, una serie de países le declararon la guerra, en cuya lista se encuentran, seguidos:
…el país Wilusiya, el país Taruisa…
Algunos investigadores, como Garstang y Gurney, han deducido que Taruisa podría identificarse con Troya; sin embargo, esta equivalencia no cuenta aún con el respaldo de la mayoría de los hititólogos.