8 jul 11

¿No es verdad, angel de amor, que en esta apartada orilla, más pura la luna brilla y se respira mejor?

D.Juan Tenorio y Doña Inés de Ulloa.

¿Buscó D.Juan un lugar que oliese bién para declararle su amor a Dña.Inés?

la excusa que utilizó D. José Zorrilla para quejarse del medio ambiente y la

contaminación en las ciudades españolas a mediados del siglo XIX.

Margarita Xirgú como Doña Inés.

Los humos de hogueras, chimeneas y fogones oscurecían la atmósfera de nuestros pueblos. Lo peor, sin embargo, eran los olores. Las ciudades no contaban con servicio de recogida de basura y todos los desechos se dejaban

en la calle.

Mapa de una ciudad medieval.

Sin alcantarillado público y, en algunos casos, sin pozo negro, los residuos eran tirados a la calle a la espera de que la próxima tormenta los arrastrara hasta el río. El olor era insoportable, el mismo que se encuentra aún en cualquier pueblo con ania podemos encontrar en algunas zonas subdesarrolladas o barrios de chabolas en los alrededores de las grandes ciudades.

Esa era la vida ciudadana en la mayoría de los pueblos y ciudades europeas hasta finales del XIX o principios del XX. En España, hasta mediados del siglo pasado,

muchos pueblos carecían de agua corriente y de alcantarillado público. Y se bañaban en casa en grandes tinas…¿ una vez al año? o algo más, pero no mucho…

La contaminación no es algo nuevo. De hecho, todos los seres en este planeta tuvieron su origen en una gran contaminación que ocurrió hace más de dos mil millones de años. El ambiente natural de la tierra, hasta la llegada de ciertas bacterias como las eucariotas, contaba con unos niveles de oxígeno muy bajos. Fue la fotosíntesis de estas bacterias la que produjo como desecho y a lo largo de millones de años el oxígeno en grandes cantidades que, posteriormente, dio origen a la vida. Sin esa contaminación, no existiríamos

Filed under: ACTUALIDAD,ARTÍCULOS,Costumbres,Curiosidades,General

Trackback Uri



Dejar un comentario

Debe identificarse para escribir un comentario.