12 may 09

  • 23/04/2009 19:00:00 - Karina Santillan
  • Dicen que en la variedad está el gusto y dentro el terreno sexual algunos prefieren ver y otros ser vistos, ¿Tú a que bando perteneces?

    La tendencia de practicar el en lugares públicos tiene un nombre técnico especial: “dogging” una palabra creada en honor a los canes que tienen a bien dar rienda suelta a sus pasiones dónde, cuando y con quien se les antoje.

    ¿Cuándo se convierte en delito esta practica?

    De acuerdo a un artículo publicado en ADN, el abogado Manuel Ródenas declaró que mantener sexo en baños públicos o probadores no es delito en tanto no pueda calificarse de exhibicionismo, siempre y cuando las parejas lo hagan con discreción.

    ¿Sabías que el sexo en lugares públicos es la mayor fantasía de los españoles?

    Algunos coinciden con esta perspectiva y se sienten libres de ataduras y le dan gusto a la hormona cuando más les place. Ya lo decía Bloodhound Gang con su canción “The bad touch”, no somos más que mamíferos y por lo tanto, hagámoslo nena como los animales en el Discovery Channel. ¿Qué tienes que considerar si decides practicar el “dogging”?

    En primer término debes considerar que tener sexo en lugares públicos es censurado socialmente (y puede meterte en problemas legales), sin embargo para muchos, este es un factor que agrega adrenalina y el riesgo que implica les provoca excitación.

    Lugares donde se han registrado avistamientos

    Al igual que con la caza de OVNI’s en hay cientos de páginas de gente que se dedica a “cazar” a parejas que deciden consumar su atracción pública en lugares donde no importa la cantidad de gente que pase, la luz del día que los exhiba o demás situaciones comprometedoras

    En la web de terra se cita al psicólogo Sergio Valencia Vega quien dice que las relaciones sexuales en lugares públicos, no son exclusivas de las parejas estables, ya que muchas veces se producen por encuentros ocasionales, producto del efecto erótico que produce el exhibicionismo y el voyerismo, aspectos que se ven aumentados fuertemente al sentirse tan expuestos:

    “No se trata de mayor excitación ni adrenalina, sino que de puro, sólo por placer en búsqueda de satisfacer la sexualidad”, explica.

    Esto, en términos coloquiales, se traduce en que el calentón puede llegar a ser tan intenso que obnubila la mente, las neuronas son boicoteadas por las hormonas y los resultados son los miles de imágenes y que luego vemos colgados en Internet y en los que podemos encontrar, tal vez, alguna que otra conocida que nos muestra distintos ángulos de su anatomía.

    ¿Y nos escandalizábamos de la antigua Roma?….

    En el año 1 d.C. se tenía el registro con 32.000 prostitutas que estaban recogidas, habitualmente, en burdeles, lugares con licencia municipal cercanos a los circos y anfiteatros o aquellos lugares donde el sexo era un complemento de la actividad principal: tabernas, baños o posadas.

    El lugar favorito para las relaciones sexuales eran los baños públicos, ofreciendo en ellos sus servicios tanto hombres como mujeres; incluso se conoce que existían algunos prostíbulos frecuentados por mujeres de clase elevada donde podían obtener servicios de jóvenes, conocidos como “spadoni” calificativo obviamente relacionado con el buen funcionamiento y tamaño de sus atributos masculinos.

    En esa época, las prostitutas estaban divididas en diversas categorías LAS MERETRICES, estaban registradas en las listas públicas mientras que LAS PROSTIBULAE ejercían su profesión donde podían, librándose del impuesto. LAS AMBULATARAE recibían ese nombre por trabajar en la calle o en el circo mientras que LAS LUPAE trabajaban en los bosques cercanos a la ciudad y LAS BUSTUARIAE en los cementerios. LAS DELICATAE eran las prostitutas de alta categoría, teniendo entre sus clientes a senadores, negociantes o generales

    LAS FAMOSAE tenían la misma categoría pero pertenecían a la clase patricia, dedicándose a este oficio o por necesidades económicas o por placer, lo cual era aceptado y bien visto por el resto de la sociedad. En este marco aparece Julia, la hija de Augusto a la que se le apodó “La viuda alegre de Roma” por su conocida promiscuidad, Agripina la joven o la famosísima Mesalina que ha pasado a la Historia como una de las mujeres mas promiscuas del Imperio Romano.

    En el Imperio Romano la prostitución se consideraba terapéutica: «Las mujeres malas» eran necesarias para preservar a «las buenas» del peligro del adulterio. Lobas de baja estofa que ejercían en los caminos, en las tabernas y hasta en los cementerios (bustuarias) convivían con aquellas otras meretrices de clase alta. “No estaba mal visto que un romano frecuentase estas mujeres, siempre que no lo hiciese demasiadas veces y que no maltratase a su familia”.

    Varios autores describen en el libro ‘En Grecia y Roma: la gente y sus cosas’ las sociedades de estas épocas. En el estudio queda

    claro que la prostitución es un rasgo común de los pueblos a lo largo de la historia. Pero con matices. En el marco legal de la Roma clásica hubo leyes contra las meretrices y su integración social; no gozaban de buena reputación y carecían de la ‘dignitas’ de la alta ciudadanía. No obstante, «a los jóvenes no se les tenía en cuenta que asistiesen a los ‘lupanares’ (burdeles)».El mismísimo Catón el Censor (184 a.c) -que ejerció sus funciones con despiadada severidad- sentenció que la prostitución no era problemática, pero que no se podía ir demasiado con esas mujeres. «Consideraba que era mejor que los jóvenes fuesen con meretrices antes de que se relacionasen con mujeres casadas».

    Sexual y reproductoraEl patriarcado de Roma, que ya dividía a las mujeres entre sexuales y reproductoras.La antítesis reproducción-prostitución se rompió después de Augusto, cuando aparecieron señoras con ‘dignitas’ que decidieron convertirse en meretrices. «Se inscribieron como tales para su liberación sexual, y luego, como no, aparecieron leyes contra ellas».


    Teodora, Emperatriz de Bizancio, fue prostituta antes.


    Describir la prostitución de las altas esferas romanas es mucho más fácil que indagar sobre las clases bajas, de las que poco se escribió. No obstante, según recogió Tito Livio, la ‘lupa’ (loba) que amamantó a los abandonados Rómulo y Remo (fundadores de Roma), no sería tal animal sino un prostituta de pastores, una de las clases más bajas. Paradojas de la historia. Esas meretrices de clase muy pobre solían destinar a sus hijas a su mismo oficio.En Imperio Romano, la prostitución era habitual y había nombres distintos para las mujeres que ejercían la prostitución según su estatus y especialización. Las cuadrantarias eran llamadas así por cobrar un cuadrante (una miseria). Las felatoras eran practicantes expertas de la fellatio , el acto más degradante.
    En la Roma Clásica, algunos prostitutos masculinos esperaban en las esquinas de los baños a mujeres que solicitaran sus servicios. Según la jerarquía romana de la degradación sexual, un hombre sospechoso de practicar cunnilingus a una mujer se rebajaba más que uno que fuera penetrado por otro hombre. Se le imponía el estatus legal de infame, al mismo nivel que prostitutas, gladiadores y actores, lo cual le impedía votar y representarse a sí mismo ante un tribunal.
    Los egipcios fueron los primeros en prohibir las relaciones carnales con las mujeres nativas o peregrinas domiciliadas en los templos y demás lugares sagrados de la época. En el antiguo Egipto, algunas mujeres, no siempre prostitutas, conocidas como felatrices, se pintaban los labios de un determinado color para dar a conocer su inclinación por esta práctica.

    En la Edad Media, los prostíbulos se identificaban mediante un ramo de flores que había en su puerta, de ahí que se las llamase rameras a sus inquilinas…

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