A finales del III milenio antes de Cristo comenzaron una serie de invasiones de tribus del norte que hablaban una lengua indoeuropea. Existen pruebas de que estos pueblos del norte vivieron en la cuenca del río Danubio, al sudeste de Europa. De los primeros pueblos invasores, los más destacados, los aqueos, se habían visto con toda probabilidad obligados a emigrar presionados a su vez por otros invasores. Los aqueos invadieron el sur de Grecia y se establecieron en el Peloponeso. Este pueblo llegó a dominar a los cretenses y su ciudad más importantes fue Micenas, de ahí el nombre de cultura micénica.
Los dorios derrotan y expulsan a los aqueos.
Estos emigraron hacia las fértiles tierras del Sur y se asentaron en varias regiones de Grecia, donde aparecieron diferentes dialectos, los cuatro principales fueron el arcadio-chipriota, el dórico, eólico y jónico.
Según algunos especialistas, un segundo pueblo, los jonios, se asentó principalmente en Ática, la zona central del este de Grecia y en las islas Cícladas, donde asimilaron la cultura de los pueblos heládicos. Los eolios, un tercer pueblo de características poco definidas, se asentaron en principio en Tesalia.
Con la llegada de estos nuevos pueblos de origen indoeuropeo, se formó la nación griega del periodo clásico, y surgieron los nombres de helenos y griegos.
La llegada de los Dorios (1200 a 750 a. C.)
Hacia el año 1200 a. C., otro pueblo de origen griego, los dorios, que utilizaban armas de hierro, se apoderaron de Grecia derrotando a los micenios. Esparta y Corinto se transformaron en las principales ciudades dóricas.
Los dorios atacaron y destruyeron las ciudades micénicas y las armas de bronce fueron reemplazadas por las de hierro. La sociedad micénica de rígida organización fue totalmente desintegrada por los asaltos de los dorios.
La guerra de Troya, descrita por Homero en la Iliada, fue, probablemente, uno de los conflictos bélicos que tuvieron relación con esta invasión.
La guerra de Troya comenzó alrededor del 1200 antes de Cristo y probablemente fue uno de los conflictos bélicos que tuvieron lugar entre los siglos XIII y XII a. C. cuando la civilización micénica estaba en su apogeo. Puede que tuviera relación con la última y más importante invasión del norte, que ocurrió en aquel tiempo e introdujo la edad del hierro en Grecia.
La guerra de Troya fue generada por los pueblos de Asia quienes cometieron actos de piratería, entonces los griegos formaron una coalición para tomar venganza.
Antecedentes de la guerra de Troya
París, hijo de Príamo rey de Troya, robó a Elena, mujer de Menelao, rey de Esparta y hermano de Agamenón, rey de Micenas. Agamenón, para vengar el ultraje hecho a su hermano, convoca a los príncipes griegos y fue elegido jefe de una flota confederada, que destruyó a Troya al cabo de diez años de sitio.
Aquiles y el cadáver de Ayax en un vaso griego
Volviendo a los dorios, no contentos con saquear las ciudades micénicas, éstos presionaron en dirección sur y conquistaron la llanura de Laconia. Desde el continente griego se embarcaron por el Mediterráneo hasta Creta y la subyugaron por completo. Y desde Creta una pequeña travesía los llevó a Rodas e islas adyacentes.
Con los dorios empezó un período de retroceso cultural que se conoce con el nombre de Edad oscura.
La Civilización Jónica
En azul, sector del Asia menor asiento de la civilización Jónica, impulsada por aqueos desplazados.
Los derrotados aqueos se convirtieron en emigrantes y muchos de ellos siguieron las rutas descubiertas en los siglos anteriores por sus antepasados, desarrollándose en Jonia la muy importante civilización jónica.
Algunos otros resistieron duramente a los dorios y, tras ser sometidos, fueron reducidos a servidumbre y denominados ilotas.
Homero fue la culminación del nuevo espíritu que floreció en Jonia: Las estatuillas de barro y de bronce comenzaron a aludir al cuerpo en movimiento: los ropajes aún aparecían estilizados, pero bajo ellos había un cuerpo. Los templos se adornaron con esculturas de madera, y a medida que los marineros y los comerciantes griegos se aventuraron más lejos, trajeron a casa joyas y adornos de oro y marfil aliado, para sí y para obsequiar a sus esposas, madres y hermanas.
Jónico-ático
Extensión de los dialectos griegos antiguos VERDE: 1 a 4: eólico AZUL:5, ático
MORADO 6: ático ROJO: 7 a 14: dórico MARRÓN: 15 a 18: noroccidental 19 a 21: arcado-chipriota
-La antigua Turquía y las regiones de habla griega
JONIA Y EL DIALECTO JÓNICO
Jonia es el nombre con el que se conocía en tiempos de la Antigua Grecia a la parte central y occidental de la península de Anatolia en Turquía (llamada Grecia asiática o la costa oeste del Asia menor) y que incluía también las islas adyacentes enfrente de las costas en que florecieron las colonias griegas que contribuyeron a la propagación del comercio y de las artes.
En época mítica, el termino abarcó asimismo la península del Ática, en donde más adelante se fundaría la ciudad de Atenas.
Geografíade Jonia
En sentido estricto, Jonia era la zona costera de Lidia y Caria (Asia Menor) entre el río Hermo, al norte, y el promontorio Posidio (al sur).
Antes de la llegada de los jonios, el sur del territorio de Mileto, Miunte, la región del monte Mícala y Éfeso estaban poblados por los carios, mientras que el resto hasta Focea, junto con las islas de Quíos y Samos estaba gobernado por Anceo y la ocupaban los léleges.
Los jonios expulsaron tanto a los carios como a los léleges, los cuales debieron refugiarse en la parte restante de Caria.
Con el tiempo, sus descendientes perdieron el poder, pero en Éfeso conservaron ciertos privilegios: el titulo de reyes, manto púrpura indicativo de su ascendencia real, el derecho a portar un cetro, asientos de primera fila en los espectáculos (proedría) y el sacerdocio de Deméter Eleusina.
En el siglo VII a. C. debieron soportar las incursiones de los cimerios y posteriormente los ataques de Lidia, la cual sometió a lo largo de los siglos VII y VI a. C. una tras otra todas las ciudades exceptuando Mileto (que resistió once años de guerra) y las islas de Quíos y Samos (Lidia carecía de flota). Las ciudades sometidas fueron desprovistas de sus murallas y en algunos casos trasladadas de zonas fácilmente defendibles a las llanuras.
El ascenso de Persia cambió la situación política: los enviados persas sondearon a los jonios, los cuales (salvo Mileto) rechazaron sus propuestas y permanecieron leales a Lidia.
La conquista de Lidia por Persia significó un endurecimiento de las condiciones de los jonios, salvo para Mileto, que pactó previamente con los persas. Algunos se sometieron, otros resistieron y fueron sometidos por la fuerza. Los jonios debían pagar un tributo y aportar naves para la flota. Esto acentuó el natural éxodo de los jonios, que emigraron en gran número al Mediteráneo occidental, especialmente los focenses que lo hicieron en masa, si bien algunos retornaron poco después. A pesar de todo se mantuvo cierta autonomía interna, aunque los persas impusieron tiranos al frente de las distintas ciudades.
En el 499 a. C. se produce la Revuelta jónica. Sus causas fueron varias: el descontento por las condiciones impuestas por los persas, el fracaso de la expedición contra los escitas para someter las zonas del Mar Negro y el rechazo a los tiranos impuestos por los persas.
La revuelta fue una guerra en gran escala, en la cual a los jonios se unen los eolios, dorios, carios, helespontios, casi todos los chipriotas, peonios y atenieneses (formalmente sometidos a Persia) y reciben apoyo de Eretria de Eubea. Tras la decisiva derrota naval en Lade y cuatro años de combates, los jonios son sometidos y Mileto parcialmente arrasada. El suburbio portuario jamás volvió a ser habitado.
El apoyo dado a los jonios por Atenas y Eritrea fue la causa aducida por los persas para iniciar las Guerras Médicas. En las Guerras Médicas Jonia tuvo que enviar 100 trirremes con la flota persa. Tras la derrota persa, las ciudades de Jonia pasan a depender de Atenas (Liga de Delos) hasta el fin de la Guerra del Peloponeso, en que son nuevamente sometidas a Persia.
Después de la muerte del príncipe aqueménida Ciro el Joven, los espartanos liberan a los jonios, pero su libertad duró poco tiempo. La Paz del rey (Paz de Antálcidas) pone a los jonios otra vez en manos de Persia. El dominio persa se mantuvo hasta la llegada de los macedonios de Alejandro Magno.
En el año 64 a. C. cayó en poder de ROma por obra de Pompayo el Grande, creándose a partir de entonces la Provincia Romana de Asia.
EL DIALECTO JONIO
El subdialecto jónico se hablaba en la región de Jonia, las islas del centro del Egeo y la isla de Eubea. El subdialecto ático se hablaba en la región del Ática. Con mucha diferencia es el dialecto más usado en la literatura griega arcaica y clásica.
El jónico es un dialecto del griego clásico que se hablaba en la región de Jonia, las islas del centro del Egeo y la isla de Eubea. Junto con el dialecto ático forma el grupo dialectal jónico-ático.
El dialecto jónico al parecer se expandió por Grecia a través del Egeo durante el tiempo de las invasiones dóricas, alrededor del siglo XI a. C.
La región de Jonia fue la más rica económica y culturalmente durante la época arcaica de la historia de Grecia (siglos VIII a VI A.C.). Procedían de esta región los primeros escritores griegos: señaladamente Homero, los primeros filósofos y escritores en prosa, Heródoto y otros. Debido a ello el dialecto jónio se convirtió en el dialecto de mayor prestigio cultural, y por esta razón muchos escritores procedentes de otras regiones lo utilizaron en sus obras.
A partir del siglo V a d.C el liderazgo económico y cultural pasó a Atenas. Cuando más adelante el dialecto ático sustituyó a los demás dialectos del griego clásico, lo hizo adoptando rasgos del dialecto jónico. Esta evolución acabó dando lugar al dialecto koiné, del que derivan las variantes posteriores del griego.
Las principales diferencias entre el dialecto jónico y el ático son:
En jónico, pasa de [a:] (alfa larga) a [e:] (eta) en todos los contextos: τιμή en lugar de τιμά, en tanto que en el ático no ocurre después de (iota) o (rho).
Por ejemplo: en dialecto ático es νεανίας (ne-a-ni-as) en tanto en el jónico es νεηνίης (ne-ei-ni-eis), “persona joven”.
Con frecuencia la vocal simple ε o o del dialecto ático aparece en el jónico como diptongo (κούρη “jovencita, niña”, por κόρη; πείρας “final, límite” por πέρας).
En muchos casos el jónico cambia el sonido labiovelar del Proto-griego /kw/ en /k/ en lugar de /p/ ante vocales posteriores.
Por ejemplo: lo que en ático es ὅπως (hopos) en jónico es ὄκως (okos), “del mismo modo (que), en la misma forma (que)”.
Es necesario mencionar que una divergencia similar ocurre con /kw/ en las ramas céltica e itálica de la familia lingüística Indoeropea.
El jónico contrae vocales adyacentes mucho menos frecuentemente que el ático.
Por ejemplo: en jónico, γένεα (gen-e-a), mientras que en ático es γένη (gen-ei), “familia”.
La “ss” jónica aparece luego como “tt” en ático clásico.
Por ejemplo: en jónico es τέσσαρες (tessares), en tanto en ático es τέτταρες (tettares), “cuatro”.
El jónico tiene un orden de palabras analítico, tal vez el más analítico entre los antiguos dialectos griegos. Sin embargo, la morfología del sustantivo y del verbo carece de formas duales.
En algunas palabras, la aspiración inicial del ático no está en el jónico (la llamada “psilosis”).
Por ejemplo: en jónico es ἴκκος /ikkos/, en tanto en ático es ἵππος /hippos/, “caballo”. Seguramente esta aspiración acabó desapareciendo del todo en la evolución del jónico.
Dórico
Dialecto griego que sustituyó al arcado-chipriota en la mayor parte del Peloponeso. Probablemente se introdujo en la península griega desde los Balcanes durante las emigraciones de los dorios (en torno al 1150 a. C.). Se hablaba también en las islas Cícladas del Sur, la de Creta, las colonias dorias de Asia Menor, Sicilia e Italia.
Eólico
Originario de la región de Tesalia y Beocia, fue llevado por colonos a la región de Eolia. Fue la lengua en la que escribieron sus poemas Alceo y Safo, y Teócrito, en tres de los Idilios. Se piensa que los hablantes de eólico representan la segunda ola migratoria de griegos (helenos) desde Europa central.
El dialecto arcado-chipriota desciende de la lengua que se hablaba en el Peloponeso durante la época micénica. Perduró en la región de Arcadia, que se vio libre de la llamada invasión doria, y fue llevado a Chipre por colonos arcadios. No se usó en obras literarias.
(Polémica entre arqueólogos y lingüistas en la problemática homérica)
{Con bibliografia en notas}
Ayer comentaba yo en clase este tema de Homero y me pedian bibliografia.Así que resumo el artículo de Garcia Ramón y paso el link para que podais leerlo entero y os deis cuenta de la problemática que plantean los poemas homéricos:
EN TORNO AL CATÁLOGO DE LAS NAVES HOMÉRICO
(A PROPÓSITO DE UN RECIENTE LIBRO DE R. HOPE SIMPSON
Y J. F. LAZENBY) J.L.GaRamón,catedrático de Filologia griega,UAM,Madrid
Tambien
CRESPO, EMILIO, JOSÉ LUIS GARCÍA RAMÓN, HELENA MAQUIEIRA, JESÛS DE LA VILLA. Homerica. Estudios lingüísticos.
Madrid, Ediciones de la Universidad Autónoma de Madrid, 1992 8º mayor. 146 páginas. Cubiertas originales en rústica.
y la pagina de Dialnet con la bibliografia de dr.Garcia Ramón
Página que presenta los registros bibliográficos que hay en Dialnet correspondientes a publicaciones de José Luis García Ramón (no es una página exhaustiva …
dialnet.unirioja.es/servlet/extaut?codigo=5945 - En caché - Similares -
1. Dentro de la problemática general de los poemas homéricos,
una de las cuestiones de mayor interés y complejidad que se plantean
es la del hipotético valor documental que, como reflejo de
una época de Grecia cuya geografía podría describir, puede tener el
Catálogo de los Aqueos (E 494-759), generalmente designado como
Catálogo de las Naves. Un reciente libro de R. Hope Simpson y
J. F. Lazenby 1 al que ha seguido poco después un estudio de
S. Hiller 2 sobre la geografía del reino de Pilo en las tablillas micénicas
y en Homero, y en el que ha llegado indirectamente a las
mismas conclusiones— ha venido a insertarse en la serie de obras
dedicadas al tema y concretamente en la línea que defiende la tesis
de que el Catálogo de las Naves (citado en lo sucesivo como CN)
refleja la geografía de la Grecia micénica. Con ello ha vuelto a
ponerse sobre el tapete una antigua cuestión respecto a la cual ha
habido posturas muy diversas:
a) desde la que considera al CN como una mera ficción literaria creada por un poeta jonio del siglo VII a. C.,
b) a la no menos radical que ve en él un documento histórico
—aunque poetizado— de venerable antigüedad micénica> pasando
por una variada gama de tesis intermedias que oscilan entre las
dos posturas extremas
———————————————————-
1 R. Hope Simpson - J. F. Lazenby, The Catalogue of the SI,4s in Homer’s
lijad, Oxford at the Clarendon Press, 1971.
2 S. Hiller, Studien zur Geographie des Reiches von Pylos nach den mykenischen
und homerisclien Texten, Viena, 1972 (citado SOR)’>.
En este artículo, Garcia Ramón da una visión de conjunto sobre la problemática general del CM, aportando una serie de consideraciones metodológicas sugeridas por el tratamiento que al tema han dado los autores del libro que ha sido
origen de este trabajo, así como una discusión de las líneas generales
que sigue el estudio, encaminado todo ello a establecer algunos
criterios básicos para un replanteamiento de la cuestión.
Pasa revista a las opiniones anteriores a las tesis arqueológicas:
A)ES UNA INTERPOLACIÓN
Antes de que la arqueología empezara a ser tenida en cuenta
seriamente como ciencia de gran interés para el estudio de Homero,
el CM —al igual que el Catálogo de los Troyanos (13 816-877)— era
considerado interpolación de época reciente incluso por autores de
definida posición unitaria .
LA TESIS DE NIESE
Gozaba, en general, de prestigio omnímodo
la tesis de B. Niese, para quien el CN no era sino una especie
de poema periegético, originariamente independiente de la Ilíada,
compuesto a mediados del siglo VIIIi, aunque perteneciente a los
Cantos Ciprios, y en el que el cataloguista habría incluido los nombres
de los héroes aqueos y las cantidades de los barcos; finalmente
la forma definitiva del CN se debería a la reelaboración que del
poema periegético ampliado habría hecho un poeta milesio desconocedor
de la geografía representada en el original.
Niese rectificó en 1882 algunos de sus criterios , pero tal revisión no fue tenida en
cuenta por la mayoría de los filólogos y la tesis formulada en 1872
es recogida en lo esencial por W. Leaf y W. Schmid y —más
——————————-
3 Por ejemplo, C. Rothe, Das lijas als Dichtung, Padeborn, 1910, p. 182.
4 B. Niese, Dic Romerische Schiffskatalog als historische Quelle Betrachtet,
Riel, 1873, p. 26.
5 B. Niese, Die Entstchung der homerisclien Poesie, Berlín, 1882, p. 199, n. 1.
6 w. Leaf, Homer and Me History, Londres, 1915, PP. 80 Ss.; W. Schmid,
«Dar homerisehe Schiffskatalog und seine Bedeutung fiAr die Daticrung des
Iliads», Phiioiogus 80, 1924, Pp. 67-88, y Geschichte dar griechisehen Literatur 1,
Munich, 1929, PP. 126 ss. Para M. P. Nilsson, «Ka-rd,rXot”, RIIM 60, 1905,
PP. 161-189, el CN es el pasaje más reciente de la Ilíaday sería un poema independiente, obra de un rodio.
Recientemente— F. Jacoby postula en un interesante articulo publicado
en 1932 que el CN no estaba pensado para ocupar el lugar en
que nos ha sido transmitido y que el parlamento de Néstor (B 337-
368) invitando a Agamenón a agrupar a los aliados aqueos y la
respuesta de éste (B 370-393) son interpolaciones recientes cuyo
único objeto no es otro que «preparar» su entrada.
Homero, el gran poeta griego que no existió
Pasa revista el autor a diferentes opiniones que os evito por ser muy especializadas
Pero os invito a leerlocompleto para que comprendais la complejidad de cualquier mínima
información y como los datos que se manejan a nivel de alta especialización no
tienen nada que ver con lo que se maneja en manuales básicos de Historia Antigua
Y concluye Garcia Ramón diciendo que l trabajo de Hope Simpson y Lazenby, al
,excelentes arqueólogos , margen de sus indudables valores objetivos (amplísima
documentación, exposición sobria y sistemática) y subjetivos (las sugestivas
hipótesis sobre la fragmentación de la unidad cultural micénica reflejada en el
Catálogo de las Naves, y sobre los elementos propagandísticos presentes
en él) merece mención especial por las objeciones que despierta.
Éstas no se limitan al método —o mejor dicho- a los postulados
básicos de la aplicación de ese método— sino al optimismo de los
autores respecto a la posibilidad de obtener conclusiones de tipo
general a partir de los resultados obtenidos con tal método. Si un
estudio lingüístico del Catálogo permite asegurar —cosa improbable—
que los topónimos que en él se citan datan realmente de
época micénica y, por tanto, coinciden con los establecimientos micénicos
estudiados, el exhaustivo trabajo de Hope Simpson y Lazenby
tendrá una validez casi incontestable. Pero no pasará de ser una
valiosa —e improbada— especulación si, como parece más probable,
el estudio lingüístico presenta características recientes.
El objeto de estas consideraciones no era otro que poner de
relieve las ventajas e inconvenientes de la aplicación de criterios
arqueológicos en el caso concreto del Catálogo de las naves e,
indirectamente, en todo Homero. Una vez más es la lingüística la que
parece tener la última palabra en la problemática homérica y sería de
desear que a ella se atuvieran, abandonando tesis
preconcebidas,basadas en la arqueología, todos aquellos autores
—arqueólogos o no— que pretendan abordar con rigor la cuestión de
los estratos culturales en la epopeya griega.
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Y la opinión contraria que podeis leer a continuación:
Introducción
La Ilíada y la Odisea poseen información geográfica de características diversas. Desde la antigüedad se consideró que la geografía que aparece en la Ilíada , especialmente el catálogo de las naves ( Il . 2. 495-759), representa una geografía real, mientras que la geografía de la Odisea se ha considerado comúnmente como fantástica. La geografía del Catálogo de las naves ha sido estudiada principalmente por arqueólogos quienes han excavado la mayoría de los lugares allí mencionados con el interés de establecer el período histórico al que pertenece el catálogo. La Odisea también ha inspirado a muchos a realizar viajes en busca de la ruta de Odiseo, pero estos viajes se pueden enmarcar dentro de un contexto de utopía, ya que las aventuras de Odiseo están situadas en un mundo de ficción.
Esta conferencia propone demostrar que el Catalogo de las naves de la Ilíada , el cual menciona todos los guerreros que participaron en la guerra de Troya y sus lugares de origen, puede ser considerado como el primer mapa de toda Grecia del que tenemos noticia . El catalogo contiene una descripción de Grecia continental: del Peloponeso, de de Etolia, de Tesalia, de Atica y Beocia, y de las costas del Asia menor. No menciona las islas con excepción de Creta y de las islas de Cefolonia.
Miremos un ejemplo del catálogo: ( Il. 2. 681-685) Los que habitaban el Argos Pelásgico,
los que administraban Alo, Alope y Trequine,
los que poseían Ftía y Hélade, de bellas mujeres:
se llamaban mirmidones, helenes y aqueos.
De sus cincuenta naves era jefe Aquiles.
(trad. Crespo)
La condición de Homero como geógrafo en la antiguedad es vista desde dos opiniones distintas. Una, lo considera como el padre de la geografía, y esta opinión es expresada por Estrabón quien lo usa como modelo para escribir su propia obra geográfica. La otra, lo considera exponente de un parámetro dudoso de hacer geografía, y es criticado severamente por Heródoto y Eratóstenes.
Una de las ideas que propongo demostrar, ligada al argumento de si Homero era un buen geógrafo o no, es que toda la geografía antigua tiene que estudiarse unida al tema de la literatura de viajes. Es por ésto, que aunque la geografía de la Odisea y de la Ilíada sean de naturaleza distinta, ambas pueden ser estudiadas bajo la estructura del Periplo .
El viaje que narra la Odisea describe lugares imaginarios que reflejan el contacto de los griegos con otras culturas y los lugares míticos existentes en la imaginación geográfica de ese entonces, como la isla de los bienaventurados y la descripción paradisíaca descrita en la isla de los cíclopes. Algunos autores consideran que son experiencias del período de protocolonización griega, cuando las ciudades estados (polis) exploraron distintos lugares para establecer colonias y se cree que es la descripción de lugares del sur de Italia, Sicilia, el estrecho de Messina, Corfú. El profesor Páramo en su artículo “El Loto Flor de Olvido” estudia la geografía de la Odisea , en particular el episodio de los lotófagos, y establece que la geografía de la Odisea es imaginaria y no puede ser plasmada en un mapa real .
El Periplo realizado por Odiseo representa una muestra de la influencia del tema del viaje en la literatura. A pesar de que no pretende ser la descripción de un viaje real, éste puede ser de gran ayuda para entender la forma como el poeta antiguo construye la organización del espacio, y cómo esta organización permea la descripción de Grecia en el catálogo de las naves. Es así que la geografía tal y como está representada en la Odisea , en su calidad de fantástica, sirve de ayuda para entender la geografía real e histórica que aparece plasmada en el Catálogo de las naves: ambas forman parte de una concepción del espacio concebido en la misma forma como están construidos los relatos de viajes.
Como está demostrado en la Odisea que la geografía va unida a la idea de viaje, es mi propósito demostrar que también la Ilíada , en particular el catálogo de las naves, está basado en relatos de viajes. Antes de presentar los argumentos para demostrar esta idea miremos los problemas que comúnmente se le atribuyen al catálogo sobre su historicidad, datación y calidad literaria.
El tema de la geografía homérica y su interpretación como geografía cultural está tratado en extensión en el artículo “Cultural Geography in Homer”, Carla Bocchetti (2003) ERAS Journal: scool of historical Studies, Online Journal, 5th Edition. Australia.
Malkin (1998) 1-10
Páramo (1991)
El problema de la historicidad del catálogo y la perspectiva arqueológica desde la cual ha sido estudiado ha impedido una aproximación desde una perspectiva literaria. Por ejemplo, arqueólogos como Allen y Hope Simpson-Lazenby consideran el catálogo como un documento histórico y tratan de establecer el período al cual pertenece su descripción geográfica. Los problemas que surgen a partir de una perspectiva histórica crea opiniones ambivalentes sobre éste. El sólo nombre “catálogo de las naves” lleva a los estudiantes a pensar en una lista larga y aburrida de nombres que impide el desarrollo de la historia y que no posee una función dramática. Por ejemplo, Bowra reconoce que el catálogo ayuda a mostrar el tamaño de la armada que fue a Troya y es útil para los antecedentes de la guerra, los guerreros involucrados en ésta y los eventos que siguen, pero no sirve a estos propósitos de forma ideal. Crossett se interesa por el catálogo pero evade su contenido geográfico y se centra en los símiles que anteceden la información geográfica. Otros autores han trabajado extensamente en el catálogo. Por ejemplo, Page combina la evidencia arqueológica con asuntos literarios y presenta un argumento extenso sobre el catálogo y sus problemas, son conclusiones principales son: la geografía del catálogo es de origen micénico, el catálogo fue compuesto por separado de la Ilíada y adaptado posteriormente al contexto de la guerra de Troya. Kirk presenta un trabajo extenso sobre el catálogo, y considera que de alguna manera el catálogo refleja la geografía de Grecia de cualquier período ya que los lugares que menciona fueron ocupados a lo largo de toda la antigüedad. Estos dos argumentos: que la geografía del catálogo refleja la Grecia micénica o que representa una mezcla de la geografía de diferentes períodos históricos son las dos directrices principales en que el catálogo ha sido estudiado. Sin embargo, yo pienso que el estudiante de Homero no puede seguir haciéndose la pregunta tradicional de la fecha de composición del catálogo y del período histórico que éste refleja. Es necesario cambiar el tipo de preguntas que usualmente se formulan y empezar a considerarlo como un mapa sobre el cual se construye la identidad heroica del pueblo griego.
Sin embargo, el trabajo más reciente sobre el catálogo Homer Katalog der Schiffe de Visser sigue la misma perspectiva tradicional. Este concluye que el catálogo fue compuesto en el período Geométrico tardío (700 aC), y que Homero combina el conocimiento geográfico de este período con el conocimiento geográfico acuñado por el material mítico a través de la tradición épica. Con relación a de dónde obtiene Homero su conocimiento geográfico, Visser piensa que la geografía del catálogo no refleja la época Micénica ni la del período Oscuro (siglos X- IX aC), considera que es el producto de la improvisación de la poesía oral y que no necesariamente pertenece a un periodo anterior. Por otro lado, considera que el catálogo no contiene innovaciones poéticas ya que el poeta conoce las diferentes localidades a través de su conocimiento de los mitos y es el mito de Troya la guía para seleccionar los nombres geográficos. Sin embargo, como veremos más adelante, Homero enfatiza en el catálogo las localidades no relacionadas al mito de Troya como es el caso de Beocia y Corinto.
Giovannini es otro autor que trabaja el problema de la datación del catálogo. Argumenta que Homero contiene su información geográfica de listas de teodorokes (listas de ciudades que enviaban regalos al santuario de Delfos) similares a aquellas encontradas con inscripciones del templo de Delfos que pertenecen al siglo IV aC.
Un problema adicional es entender qué clase de documento es el catálogo. Se cree que es una lista para llamar a las ciudades a unirse a una guerra, o una lista de los participantes de una campaña militar, o una asamblea para la guerra. Una de las razones para creer ésto es que el catálogo describe los contingentes usando el tiempo imperfecto, lo que significa que se refiere a un pasado remoto cuando se hizo la reunión de todos los guerreros en Aulis antes de zarpar a Troya. Morpurgo-Davis concluye que el catálogo y la Ilíada están compuestos independientemente el uno del otro, ya que el imperfecto denota que la acción se está desarrollando mientras que la Ilíada narra el noveno año de la guerra. El imperfecto, que narra el número de naves, crea un anacronismo con la situación que pretende describir. Beye considera que las expresiones “nees eponto” y “nees estichonto” es más apropiada para objetos animados y no para naves que han estado ancladas en Troya por nueve años. El imperfecto se usa para describir hechos históricos, es así que Chantraine explica que la Odisea usa el imperfecto o el presente indicativo para hacer descripciones geográficas. Esa aparente falta de relación entre el catálogo y la Ilíada llevó a Leaf a considerar que “el infeliz catálogo” como él lo llama reduce la geografía griega al absurdo ya que presenta una concepción desatinada de la geografía histórica.
Una opinión relacionada con ésto es pensar que la geografía del catálogo está basada en una serie de rutas seguidas por oficiales para reclutar guerreros para una guerra diferente a la guerra de Troya. Esta opinión está preservada en la idea de que existió una lista de ciudades separada de una lista con el número de embarcaciones. Page considera que la lista de ciudades proviene de la época micénica mientras que el número de naves es una adición iónica. De hecho, el catálogo contiene elementos de lenguaje tardío de procedencia iónica del siglo VIII aC, Shipp ha demostrado que el catálogo junto con los símiles es la parte de la Ilíada que más contiene elementos lingüísticos tardíos. Uno de estos elementos es la palabra “naves” la forma iónica es “nees” mientras que la forma micénica debe ser “nawes”, según lo registrado en las tablillas del lineal B. En veinte ocasiones la palabra “nawes” aparece, mientras que en nueve ocasiones se usa la palabra “nees” seguida del verbo “estichonto” que es una formación secundaria que no es de origen micénico. Esto se ha usado como evidencia para argumentar que el número de las naves es una contribución iónica a una lista de ciudades de origen micénico.
Adicionalmente, la ausencia de referencias explicitas a los Dorios hace pensar que la geografía del catálogo es micénica. Hay omisiones de ciudades dorias importantes como Esparta y Mégara. Pero también existen omisiones de centros micénicos importantes como Gla y Dendra y esto hace pensar que la geografía del catálogo no es micénica. Existen problemas con la descripción del Peloponeso: con el reino de Agamenón y Diomedes y con la ubicación del palacio de Néstor. La árgolide está divida entre los contingentes de Agamenón y Diomedes. Esto es problemático ya que el reino de Agamenón no posee acceso a la costa y el era quien poseía el mayor número de naves (100 barcos). Diomedes es rey de Argos, y su reino está superpuesto al de Agamenón. El reino de Agamenón está dividido en secciones y no es ni siquiera el rey de Argos, es decir no domina la planicie que le queda en frente. También es difícil de creer que Micenas y Argos separadas sólo por ocho millas sean dos reinos distintos. El hecho de que Agamenón sea el rey de todas las islas y de todo Argos ( Il. 2.108) es difícil de reconciliar con Diomedes como rey de Argos y Tirinto. Ese problema de superposición de reinos parece indicar que la descripción refleja el conocimiento de ese área de distintas épocas históricas.
La Ilíada pretende mostrar la superioridad de Micenas sobre las otras ciudades del Peloponeso, poniendo por debajo a Argos que fue su rival. Sin embargo, en Hesíodo existe una tradición geográfica diferente que privilegia a Argos sobre Micenas. En Hesíodo, Argos está gobernado por Ajax, y los lugares de la Argólide como Epidauro, Egina, Hermione, Asine y Corinto le pertenecen. Finkelberg considera que esas dos tradiciones se unieron en algún momento del siglo VI aC, quitando a Ajax del espectro épico ya que éste está representado con perfil bajo en la Ilíada y su reino ha sido dividido entre otros. En la Ilíada , Ajax es líder de Salamina lo que muestra el interés de que no pertenezca a la Argólide y el paradigma de la guerra de Troya remplaza con éxito el paradigma del ciclo Tebano.
Veamos los problemas del reino de Néstor. La zona arqueológica donde Pilos fue descubierta no corresponde con exactitud a la localización de reino de Pilos en la Ilíada . En las tabletas de lineal B descubiertas en Ano Englianos, el nombre pu-ro aparece frecuentemente pero los límites del reino de Néstor en el catálogo no corresponden a los descubiertos en las tablillas. El Pilos homéricos está situado en Mesenia localizado 50 millas al sur de la desembocadura del río Alfeios. Sin embargo, en la antigüedad Estrabón sitúa a Pilos en Trifilia, mucho más cerca del río (Estrabón VIII,359) y basa su opinión en el viaje que realizó Telémaco de Pilos a Itaca ( Odisea 15. 296-300) y en las memorias de Néstor sobre la guerra contra los Epeos ( Ilíada 11.670). De hecho las tablillas del lineal B se refieren a un Pilos más cerca al río Alfeios que corresponde con la opinión de Estrabón. Sin embargo, las tablillas describen la zona mostrando áreas grandes en forma de distritos, mientras que el Pilos homéricos está descrito por ciudades; además las ciudades al sur del cono del Peloponeso forman parte del reino de Pilos ( Il. 9.149-153) lo que dificulta más su correspondencia con las tablillas.
Omisión de lugares importantes, superposición de otros y ambigüedades sobre las fronteras de los reinos son los problemas más comunes que ocurren en el catálogo. Si nosotros consideramos que el catálogo es una fuente histórica para juzgar el conocimiento de Homero sobre Grecia, concluiríamos que su conocimiento del Peloponeso es pobre, y si no admitimos una perspectiva literaria tendríamos que decir que su intento en crear una unidad política creíble del Peloponeso no es exitoso.
La composición oral intenta unificar diferentes tradiciones míticas privilegiando la tradición de la guerra de Troya. Griffin considera que el problema de la descripción de Homero del Peloponeso se debe a la superposición de los reinos de Néstor y Diomedes, que no pertenecen originalmente a la saga de Troya, sino a una anterior que luego fue unida a la Ilíada ; Diomedes pertenece al ciclo Tebano, y Néstor era miembro de otra generación. Es así que, la historia de la guerra de Troya, actúa como un gran imán atrayendo y uniendo otras sagas. Gracias a la transmisión oral de la épica, cada historia era introducida en conexión con su localización original donde se desarrollaron los eventos, y cada historia proviene de un período histórico diferente en donde las fronteras y los reyes cambian. Esta debe entenderse como la causa de la confusión de la imagen homérica de la geografía del Peloponeso.
El catálogo contiene líneas interpoladas. Existen una disputa sobre si los versos sobre Atenas y Salamina son una adición tardía. En la primera mitad del siglo VI aC. Atenas y Mégara peliaban por la posesión de Salamina. La omisión de Mégara del catálogo hace pensar a algunos que Atenas fue introducida al catálogo en el siglo VI aC cuando Pisístrato instauró las Panateneas; de hecho los megarenses acusan a Pisístrato de incluir a Atenas en el Catálogo. Atenas no es una ciudad importante en la saga de Troya y además no es descrita con las mismas características de los otros contingentes del catálogo ya que estos están descritos mencionando varias ciudades del área, y no hay mención en el caso de Atenas de otros pueblos del Atica. Podemos considerar la presencia de Atenas en el catálogo como una forma de justificar su rol importante en los asuntos políticos. Esta interpolación es evidencia de la importancia que significaba para una ciudad ser mencionada en el catálogo y esto resalta la idea de que el catálogo es un mapa de Grecia y es clara la relación de poder que existe en su información geográfica.
Una anomalía atribuida al catálogo es su falta de relación con el resto de la Ilíada . Comúnmente se opina que el catálogo es un poema más temprano que luego fue modificado y unido al tema de la guerra de Troya. Algunos consideran posible que en algunas ocasiones la Ilíada se recitaba sin el catálogo. Sin embargo otros consideran que el catálogo forma parte original de la Ilíada y basaba su opinión en los pasajes de filoctetes ( Il. 2.721-725) y Protesilao ( Il. 2.695-702). En ambos pasajes el poeta sabe que éstos héroes mueren antes de iniciar los combates y conocen sus reemplazos. El hecho de que el poeta conoce algo sobre el inicio de la guerra hace pensar que el catálogo es una canción antigua que trata sobre la asamblea de guerreros en Aulis. El problema con esta opinión es que realza la noción romántica de que el catálogo preserva la memoria de una guerra real panhelénica. West considera que si la guerra de Troya se realizó, ésta debió haber sido una pequeña coalición entre dos bandos y que luego por transmisión oral se engrandeció y se volvió un asunto panhelénico.
El mito de Troya está ubicado en el Peloponeso. La Ilíada introduce otros mitos como la historia del jabalí de Calidonia que se desarrolla en Etolia. Sin embargo, existen otras tradiciones míticas importantes que están ausentes de la Ilíada como la destrucción de Tebas, y los mitos de Argos. Tampoco hay mitos sobre el norte de Grecia (Tesalia). El Peloponeso de Homero basa su geografía en los mitos, pero la geografía del norte de Grecia y de Beocia pertenecen a una geografía real que quizás data del siglo VIII aC ya que no se han encontrado en Tesalia ciudades que daten de la época micénica. El caso de Beocia es interesante, Beocia es el lugar del mito por excelencia, allí desarrolla su trabajo Hesíodo, y la tragedia griega hace uso principalmente de la geografía de Beocia: el monte Helicón, el monte citerón, el lago Copais, y Tebas que son nombres muy conocidos en los mitos. Sin embargo la Beocia de Homero omite este conocimiento geográfico procedente de los mitos y se basa en la enumeración de ciudades insignificantes dejando de lado al mito y a una ciudad micénica muy importante que floreció en Beocia y que se llama Gla. Los Beocios son los primeros en ser nombrados en el catálogo, es el lugar descrito con más detalle y la descripción geográfica más larga y además es el contingente que posee mayor numero de guerreros. Sin embargo en la Ilíada los líderes Beocios no son importantes. El role insignificante de los Beocios en la Ilíada no es consistente con la descripción geográfica de su región. Beocia está descrita por centros urbanos, se mencionan todas las ciudades situadas al sur del lago Copais a manera de Periplo siguiendo el giro contrario de las manecillas del reloj, es la representación de la Beocia del siglo VIII aC. Contemporáneo con el poeta es también la ciudad de Corinto, que no posee remanentes micénicos y que fue en el siglo VIII aC un emporio comercial.
El catálogo muestra la superposición de épocas históricas y por lo tanto no puede considerarse como un mapa histórico y real de Grecia sino que debe ser estudiado como un mapa cultural de Grecia, y eso quiere decir, una concepción geográfica en donde quedan pasmados aspectos históricos contemporáneos al poeta junto con apectos mitológicos que dan sentido de pertenencia y de cultura a la noción de espacio. De esta forma el espacio abstracto se vuelve “lugar” y el relato geográfico se une a la idea de construir una unidad política y cultural, es decir se visualiza una “nación”.
Volvamos a la idea sobre la repercusión de la literatura de viajes en la conformación del pensamiento geográfico.
Yo lamento muchisimo poner de evidencia estas opiniones diferentes de unos y otros. Esta es sólo la continuación de una clase de Historia Antigua en la que tuve que dar las diferentes opiniones.
¿La verdad?….Pues como en tantos temas del Mundo antiguo, son muy pocos los datos fidedignos.
No se puede decir más que plantear las dudas. si se quiere empezar a saber “algo”