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13 may 11

«CARPE DIEM» -LOS GRAFFITI POMPEYANOS Y SUS DIVERTIDOS TEMAS ESCULTÓRICOS (Sexo, robos, elecciones municipales en Pompeya en el año 70 a.C.)

¡El amor no tiene fronteras.Pan ama a cabra sorprendida. Pompeya.

Todas las fotos y la información están tomadas de Internet

Un grafito que escribió un admirador:

“Fulvia: Voy a detener las mañanas hasta que vuelvas”

QUÉ ES UN GRAFFITI

Tendemos a creer que en nuestra época somos originales y creativos, pero muchos de los elementos que nos rodean tienen unos orígenes bastante antiguos. Éste es el caso de los graffitis.

VIENE DE scariphare…scariphus-punzón con que escribían los antiguos en sus tablillas). En realidad ya en los graffiti de Pompeya el término scariphare aparece como sinónimo de inscribere, es decir cuando se trata de una inscripción que puede ser simplemente alfabética. En la antigüedad, el verbo que se encuentra al lado de una incisión figurada es pingere.

Gracias a las excavaciones de Pompeya se han encontrado hasta 20.000 graffitis, es decir, textos escritos a mano sobre las paredes.

Son espontáneos y escritos en momentos puntuales por ciudadanos anónimos para expresar un deseo variable. Unos como agradecimiento a los dioses, anuncios comerciales, elecciones municipales, saludos, mensajes amorosos, insultos, citas de autores clásicos y sobre todo muchas alusiones a cualidades y anécdotas sexuales.

HOY

Hoy en día el término graffiti es utilizado sin distinción ya se trate de imágenes o de palabras trazadas con una punta metálica o con algún medio gráfico (lápiz, pluma, pintura, plumón, spray), sobre monumentos que no habían sido edificados para este uso. El graffiti es una expresión visual presente tanto en las culturas americanas prehispánicas como en Europa, Asia, África y Australia.

LOS PRIMEROS CONOCIDOS EN POMPEYA Y ROMA

La primera aparición histórica del graffiti fue en Pompeya. A las inscripciones de carácter obsceno y pagano que abundaban en los alrededores de las fastuosas residencias del fin de semana romano les dieron esa denominación. Del italiano su nombre, pues, y su origen, los márgenes más liberales de una sociedad opulenta en lo económico y ecléctica en lo moral.

En Roma antigua se encuentran las letrinalias, que son inscripciones hechas en las letrinas antiguas.

Lejos de allí, los primeros cristianos refugiados en las catacumbas de la tierra santa, se identifican con el símbolo de un pez, que dejan grabado en sus paredes.

La dureza de la calle y el lupanar…

Entrada al Lupanar, Pompeya, Priapo con dos penes

El prostíbulo o Lupanar, término que deriva de lupa,o prostituta en latín, otro es meretrix, es considerado hoy como una de las atracciones principales de Pompeya. Es un pequeño edificio situado en el cruce de dos calles secundarias, estaba constituido por una planta a nivel del suelo y un primer piso. La construcción es del último período de la ciudad. Las paredes se encuentran cubiertas de motivos eróticos desde su entrada principal, que muestra a Príapo con dos penes sostenidos por las manos.

Lecho de lupanar, Pompeya.

A pesar de no estaba prohibida la prostitución, debían diferenciarse claramente de las mujeres honestas. Y por ello , las prostitutas debían vestir una toga corta marrón, igual que la de los hombres y en su cabello también debía haber diferencia, por lo que las prostitutas debían llevar el pelo teñido de rubio, o ponerse una peluca rubia (capillamentum), para que no hubiese confusión ninguna con las demás las mujeres que no se dedicaban a este oficio.

Profesionales o aficionadas

La mayoría de las prostitutas romanas eran esclavas, explotadas por sus amos, aunque también había mujeres de condición libre que se prostituían por dinero o placer.

Eran conocidas como famosae, entre las que se puede citar a Julia, la hija del emperador Augusto o a la emperatriz Mesalina, la mujer del emperador Claudio. También había hombres que se dedicaban a este oficio.

Sátiro y Ménade, fresco de la Casa de los Epigmbr,Pompeya.

Nombre según el lugar donde ejercían

Dependiendo del lugar donde ejercían su oficio las prostitutas, recibían un nombre u otro.

Las que lo hacían bajo los arcos de los puentes o del anfiteatro, los “fornici” (de donde proviene la palabra fornicar), se denominaban “ambulatarae”.

Las que comerciaban entre las tumbas de las necrópolis, “busturiae”. Las de los bosques, “lupae” y las “prostibulae”son las que lo hacían donde podían.

La que prestaba sus servicios en el burdel se conocía como “meretrix” y, a diferencia de las anteriores, estaba inscrita en un registro y pagaba impuestos. El “lenus” era el encargado del burdel.

Según su categoría recibían apelativos diferentes. Así las “delicatae” eran las prostitutas que ocupaban el más alto rango y entre sus clientes estaban senadores y ricos comerciantes. Las que ocupaban el lugar más bajo se llamaban “triviae” porque ofertaban las tres vías naturales para el coito.

Solo a las prostitutas se les permitía la felación. La sodomía era práctica habitual con esclavos y sólo se permitía en una ocasión con la esposa, en la noche de bodas. El cunnilingus era una práctica tan degradante que si se descubría que algún ciudadano lo practicaba se le imponía el mismo status que a las prostitutas y se les impedía votar o presentarse a elecciones.

Las prostitutas practicaban la anticoncepción con lavados vaginales.

Por su parte, las mujeres que usaban los servicios masculinos, buscaban espadones, esto es, hombres castrados en edad adulta que no tenían rasgos de eunuco.

Lupanares con licencia

Los lupanares tenían licencia municipal. En ellos había unos cuantos cubículos con sendas camas de mampostería, sobre la que se echaba un colchón y una cortina como única separación del pasillo de acceso.

Los lupanares estaban decorados con escenas eróticas a modo de muestrario y son numerosos los graffiti que tanto clientes como prostitutas han dejado sobre sus paredes.

Como dato curioso hay que decir que se han contabilizado más burdeles que panaderías en Pompeya.

El precio de las prostitutas y prostitutos

Su precio iba de dos a ocho ases (el vaso de vino costaba uno), pero la recaudación era del patrón o del dueño del burdel.

La prostitución masculina era legal y sus profesionales pagaban impuestos e incluso celebraban su propia festividad, como las prostitutas. Pero mientras ellas solían ser de clase baja y ofrecían sus servicios a precios módicos, ellos se vendían por cantidades elevadas y conseguían amasar cierta riqueza. Tanto cobraban que hasta el moralista romano Catón se lamentaba de que sus conciudadanos se prestaran a pagar por un prostituto la misma cantidad de dinero que les habría costado una granja

¡Publicidad que no falte¡

La prostitución y el comercio sexual eran también comunes en los graffiti de Pompeya: el nombre, las cualidades para el cliente y el precio son los datos recurrentes y básicos -como lo es hoy en los diarios-.
—…Soy tuya por dos ases de bronce.
—-Lais chupa por dos ases.
—-Félix chupa por un as.
—-Esperanza, de complacientes maneras, nueve ases.

Letrina del lupanar de Pompeya

Inscripción en la panza de un cántaro antes de cocerlo:


Quienquiera que hace el amor con chicos y chicas sin límite ni medida no administra bien su dinero.


V é a se e s ta i n s c r i p c i ón e s c r i ta c o n t ra un t a b e r n e ro por v e n d er a g ua en vez de v i no y p or

r e s e r v a r se p a ra él el vino b u e n o.

“lalia le fallanl utinam medacia, copo:

tu vedes acuam el bihes ipse nierum “(7)

( n ó t e s e: medacia p or mendacia; copo=caupo; vedes = vendes; acuam =aquam\ hihes = hihis).

CARPE DIEM

Hasta que el emperador Constantino (315 d.C.) liberó la práctica del cristianismo , muchos habitantes del Imperio romano practicaron lo que el poeta Horacio proclamaba: Carpe diem (¡ Disfruta de este día!).

Escena del lupanar,Pompeya.

Y así, siempre según el autor, el hecho de alcanzar el éxtasis con alguien hermoso, ya se tratara de un hombre, de una mujer, de un adolescente o de un adulto, se concebía como un don de los dioses y uno de los momentos más importantes de la vida. Por ello, tan sólo regulaban el sexo en la medida en que pudiera suponer una amenaza para las instituciones de la elite, un 2% de la población de la Roma precristiana.

Poseer esclavos, hombres y mujeres, para satisfacer los caprichos sexuales y que éstos convivieran bajo el mismo techo que la esposa legal era una costumbre muy arraigada entre los patricios. En términos legales, se trataba de sexo entre el propietario y su propiedad y, por tanto, todo estaba permitido, aunque el esclavo fuese menor de edad. «Teniendo en cuenta que un joven o una joven especialmente agraciados costaban entonces lo que cuesta un coche de lujo hoy en día, no mantener relaciones sexuales con los esclavos sería como comprarse un Mercedes y no conducirlo nunca», apostilla el autor.

En la mentalidad romana, el sexo entre hombres no estaba mal visto y se consideraba aceptable que un ciudadano libre de la elite introdujera su pene en el cuerpo de otro, ya fuera hombre o mujer. Lo que realmente importaba era que la otra persona perteneciera a una clase social inferior. Y mientras la posición activa o penetradora no era objeto de crítica, los romanos solían despreciar e incluso penalizar a los ciudadanos libres que consentían en adoptar la pasiva o receptiva. Por ello se marginaba a los esclavos o a los libertos, ya que se suponía que habían sido utilizados por sus amos, es decir, penetrados por ellos.

Sin embargo, en la cultura romana antigua no existía nada parecido a nuestra noción contemporánea del hecho lésbico. En las pocas ocasiones en las que los autores romanos hacen referencia al coito entre dos mujeres, suelen referirse a una de ellas como a un monstruo contranatura que penetra a su pareja con un pene artificial.

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Sin embargo, sería un error concluir que los romanos no tenían tabúes ni restricciones sexuales. Prácticas como la felación, el cunnilingus, el sexo entre mujeres y el sexo en grupo estaban prohibidos. Pero ya se sabe que el tabú conlleva un placer adicional, el que provoca la trangresión de la norma. Y quizás ésta sea la razón por la que en la antigua sociedad romana existía una demanda tan elevada de imágenes que mostraban a gente saltándose las reglas. Éste es, al menos, el razonamiento de John R. Clark, que explica así el abundante material sexual encontrado en pinturas, vasijas, amuletos y otros objetos analizados.


La felación, ya fuera practicada por un hombre o una mujer, convertía a su ejecutor en culpable y el cunnilingus también sumía en el descrédito a la impura boca de la persona que lo practicaba.Además, de acuerdo con la jerarquía romana de la degradación sexual, un hombre sospechoso de haber estimulado oralmente el clítoris de una mujer caía en mayor desgracia que uno que fuera penetrado por otro hombre. Se los marginaba socialmente, imponiéndoles el estatus legal de infame, el mismo del que eran objeto las prostitutas, los gladiadores y los actores, y que les impedía votar y representarse a sí mismos ante un tribunal

LA DUREZA DE LA CALLE


La prostitución y el comercio sexual eran también comunes en los graffiti de Pompeya , en lo que se hacía constar el nombre, las cualidades que podían atraer al cliente y el precio, unos datos básicos, que hoy se encuentran en los diarios-.


Soy tuya por dos ases de bronce.
Lais chupa por dos ases.
Félix chupa por un as.
Esperanza, de complacientes maneras, nueve ases.
Chistes viejos
(En la panza de un cántaro antes de cocerlo)
Quienquiera que hace el amor con chicos y chicas sin límite ni medida no administra bien su dinero.

V é a se e s ta i n s c r i p c i ón e s c r i ta c o n t ra un t a b e r n e ro por v e n d er a g ua en vez de v i no y p or

r e s e r v a r se p a ra él el vino b u e n o.

“lalia le fallanl utinam medacia, copo:

tu vedes acuam el bihes ipse nierum “(7)

( n ó t e s e: medacia p or mendacia; copo=caupo; vedes = vendes; acuam =aquam\ hihes = hihis).

LAS PRIMERAS ELECCIONES MUNICIPALES QUE SE CONOCEN

Se conocen por los graffiti de Pompeya- carteles electorales, cómo se recomendaba la eleccion de los candidatos en las pintadas de las paredes. Como en este, de p r o p a n g a n da e l e c t o r a l:

“A. Vetlium Firmum aed. o. v. f.

Fuscus cum Vaccula fácil”,

C I L, IV, 175;

“Os pido q ue v o t é is como edil a A. Ve t io F i r m o.

Le r e c o m i e n da F u s co y V a c u l a “;

d o n de se p r o p o ne el n o m b re del c a n d i d a t o, la m a g i s t r a t u ra q ue p r e t e n de o c u p ar (aed. = “(;di\”), la

f ó r m u la a b r e v i a d a p a ra p e d ir la v o t a c i ón 0(ro) V(os) F(aciatis) ( ” r u e go q u e v o s o t r o s lo

h a g á i s” = ” v o t ad p o r ” ), y los i n s p i r a d o r es de la p r o p a g a n d a.

O e s ta o t ra del m i s mo t e m a:

“A. Vettium Caprasium

Felicem aed. o. v. f. Pilippus rog(al)”(.S),

8) C I L, IV, 3 8 6 7: ” V o t ad a A. Ve t io C a p r a s io / F é l ix como e d i l, os lo p i de F i l i p o

Pompeya no deja de ofrecernos información sobre lo que fue la vida cotidiana en una ciudad romana. La erupción del Vesubio entre el 24 de Agosto del año 79 sepultó por siglos la ciudad y congeló en el tiempo los últimos minutos de vida de sus habitantes.

Lámpara de aceite hecha en terracota y hallada en Pompeya, del siglo I de.C. que representa a Príapo (Museo Arquelógico de Nápoles)


FRASES DE AMOR

Los graffiti pompeyano eran efímeros. No tenían voluntad de perdurar, pero el destino quiso que llegasen hasta hoy, dando una buena muestra de las inquietudes, del día a día de aquellas personas.

- Nos hemos meado en la cama; realmente / somos una calamidad. / ¿Quieres los motivos, posadero? ¡No había / ningún orinal!

- Quío, espero que tus pústulas ulcerosas se abran de nuevo y que te abrasen más aún que hasta ahora

- Marco estuvo aquí

- Salud al que ame, muerte al que no sepa amar

- Vibio Restituto durmió solo aquí y echaba de menos a su querida Urbana

- Celadus el Tracio hace suspirar a las chicas

- Apollinaris, médico del Emperador Tito, fue bien de vientre aquí

- Esperanza, de complacientes maneras, nueve ases

- Me asombra, oh pared, que aún no te hayas derrumbado bajo el peso de las tonterías de tantos escritores

Los graffiti pompeyanos son testimonios ricos para indagar la vida sexual de la antigüedad, donde figuran los registros de las proezas y dotes sexuales. Es el caso del que anotó «Hapocras folló aquí estupendamente».

Aparecen también conductas sexuales, como la fellatio y la homosexualidad, registradas a modo de desprecio («Cosmo, gran invertido y mamón»),

o con ánimo de sorna en la inscripción que dice «no te dediques a chupar coños fuera de casa. Hazlo adentro». Sin embargo, el imperativo «chúpame la verga» parece más cercano a una actitud de liberalidad sexual. Es que en la obscenidad de los graffiti hay una virtud casi terapéutica: lo breve, anónima y atrevida de la inscripción refleja así un momento pulsional y pasional, como el regodeo de una mirada libertina diciendo «Menéate, mamón».

Cabe acotar que muchos graffiti generaron reacciones -también espontáneas- apreciables en agregados hechos por otras manos, y también en dibujos fálicos. Así, sobre el fogón de un panadero se lee «Aquí tiene su morada (un falo) la Felicidad»; un gesto burlón y, a la vez, muestra de la decadencia de las costumbres antiguas pues lo fálico como atributo de los dioses fue transformándose en símbolo puramente erótico.

Floronio, soldado perteneciente a la VII legión ha estado aquí y las mujeres, salvo unas pocas, no lo «conocieron», pero éstas «se sentaron».

Harpocras folló aquí estupendamente con Drauca por un denario.

Satir, no te dediques a chupar coños fuera de casa. Hazlo dentro.

A mí, a mí, chúpame la verga.

(En la pared de una habitación) Lancen gritos de dolor, mujeres; quiero dar por culo.

Dioniso, a la hora que le da la gana puede follar.

Cosmo, hijo de Equicia, gran invertido y mamón, es un pierniabierto.

Menéate, mamón.

Isidoro puteolano, esclavo nacido en casa, cunnilinguamente.

El amor es más fuerte

Los más extremos dejan asentada una consiga repetida: «¡Salud al que ame, muerte al que no sepa amar!». En otros casos aparecen fragmentos de poemas y de textos literarios como los dos últimos citados en la columna paralela (aunque en el primero una mano secreta y burlona lo enriqueció notablemente). De todos modos, sigue pareciendo muy dulce el gesto de quien, al regresar a casa, leía: «Todo enamorado es un soldado».

(En una basílica pompeyana) Tú, en verdad, me guías. (Más abajo) Cuando escribo me dicta Amor, y Cupido guía mi mano. ¡Ay! ¡Que me muera si quisiera ser un dios sin ti!

¡Salud al que ame; muerte al que no sepa amar!

(En la entrada de una basílica) Vida mía, mi delicia, vamos a retozar un poquito. Imaginemos que este lecho es un campo llano.

(En la pared de una casa de un médico) Ojalá pudiera tener tus tiernos brazos rodeando mi cuello y librar besos de tus tiernos labios. Muchas veces yo, despierta a altas horas de la noche, desamparada, me decía a mí misma: muchos a los que la Fortuna ensalza luego de repente los abate y pisotea. De igual modo tan pronto como Venus une a los enamorados el día los separa.

R O M A-A M O R

(En una columna) Que intente encadenar a los vientos e impida brotar a los manantiales el que pretenda separar a los enamorados.

Con el embrujo de tus ojos me has hecho arder de pasión, y ahora das rienda suelta a las lágrimas por tus mejillas, pero las lágrimas no pueden apagar mis llamas. (Otra mano) Los vecinos se ven obligados a intervenir en el incendio porque las llamas podrían propagarse rápidamente.

(En la entrada de una casa) Todo enamorado es un soldado.

(En una pintura en la que figuran dos patos) Los que se aman llevan, como las abejas, una vida melosa. (Otra mano comenta) ¡Cuánto me gustaría a mí! (Otro también añade) Los enamorados carecen de penas.

(En la pared de una habitación de una casa) Vibio Restituto durmió solo aquí y echaba de menos a su querida Urbana.

Ta’ dura la calle…

La prostitución y el comercio sexual eran también comunes en los graffiti de Pompeya: el nombre, las cualidades para el cliente y el precio son los datos recurrentes y básicos -como lo es hoy en los diarios-.

Soy tuya por dos ases de bronce.

Lais chupa por dos ases.

Félix chupa por un as.

Esperanza, de complacientes maneras, nueve ases.

Chistes viejos

(En la panza de un cántaro antes de cocerlo)
Quienquiera que hace el amor con chicos y chicas sin límite ni medida no administra bien su dinero.
Tómate una cocinera; así, cuando te venga en gana, puedes servirte de ella.

(Debajo de dos falos)
Veo dos vergas. Yo, el lector, soy la tercera.

Me he meado en la cama. Lo confieso, he cometido un pecado, pero si me preguntas, hospedero, la razón, te diré: no tenía orinal.

(En el estuco de una puerta)
Considera atentamente esta adivinanza de Epafra: lo meto en un lugar negro, lo saco rojo

Animarse a más

Aquí yo follé la boca y el culo de Calínco.

Agátopo, Prima y Epafrodito en un «triángulo».

Y siempre están los osados, los ocurrentes que se salen de la serie. Desde ellos, desde la soez y la expresión brutal, es posible apreciar la fuerza de la lengua, con los riesgos que tiene toda traducción literal (Sobre el particular, preferimos los vocablos argentinos antes que los del castellano neutro por una cuestión puramente estética al autor de estas líneas).

(Debajo de un falo en bajorrelieve) Cuando me da la gana, me siento en él.
Un coño peludo se folla mucho mejor que uno depilado. Aquella retiene mejor los vahos y tira, al mismo tiempo, de la verga.

Esa fuerza invisible que tiene la lengua, en especial la popular, hace que un garabato de la antigüedad nos suene familiar. Cuando eso sucede, los pompeyanos dejan de ser ellos, y comparten un código común de intuición e intención en todas las personas: un nosotros. La permanencia de lo efímero está en la frescura de los graffiti, rasgo de una auténtica vitalidad que nos viene del pasado, como si no hubiera pasado:

«Nosotros habitamos aquí: que los dioses nos hagan felices.»

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20 mar 10

http://www.webalice.it/lafenice11/462.jpg

Plaza del Pasquino,Roma

http://exapamicron.wordpress.com/category/palabras-etimologia/

Pasquin en el Pasquino de Roma, la “estatua parlante”

Soy aquel Pasquín que lacero y muerdo
reyes, emperadores, papas y cardenales
y corrijo y reprendo al mundo voraz…
Siempre de rimas tengo llena la cabeza y el pecho,
me penden de los costados y de las espaldas,
uno me cuelga un dístico, otro un soneto…

http://www.calidoscopio.net/2008/05Junio/images/f_est_pasquino2.jpg

La estatua de Pasquino, en Roma


Pasquín (Pasquino en italiano) es la más famosa de todas las “estatuas parlantes” de Roma, situada en un ángulo del Palacio Braschi, a pocos metros de la Piazza Navona, ocupa esta posición desde 1501.

Pasquines en Roma

Feo, mutilado y corroido se desconoce quien es su autor y a quién representa. Las especulaciones sobre lo primero mencionan a Agathon, Athenodoros y a Glykon. Respecto a Grabado Pasquincuál era su aspecto original algunos autores hablan de un gladiador, Hércules realizando uno de los siete trabajos, a un soldado de Alejandro Magno que lo sostiene cuando está desvanecido en el Cidno, a Ayax que transporta el cadáver de Aquiles o a Menelao con el cuerpo de Patroclo.

También su nombre tiene varias paternidades, Aretino decía que Pasquín había nacido de los amores clandestinos de las musas con los poetas vagabundos ,pero la teoría más extendida hace de Pasquín un sastre.

¿ERA PASQUIN UN SASTRE?

Pasquín sería un conocido sastre de la corte y la curia romana, por su posición estaba al tanto de de los secretos de la ciudad y por su franqueza, y sus poderosos amigos, se le permitía hablar libremente. Pronto su nombre se convirtió en maledicencia procedente de buena tinta (“lo ha dicho Pasquín”).

Muerto el sastre, mientras se reparaba el adoquinado de cerca de su taller, se encontró la estatua despedazada que fue levantada y colocada ante la sastrería de Pasquin.

Pronto el pueblo comenzó a denominarla con el nombre del sastre y en torno a ella el cardenal Oliviero Carafa, a principios del siglo XVI, desarrolló una fiesta anual todos los 25 de abril.

En esta fiesta se vestía la estatua de divinidad clásica y se fijaban en el epigramas latinos, academicistas y aduladores, que luego eran publicados en opúsculos.

http://4.bp.blogspot.com/_RRGJ4b77AWY/RbnlZT_H4rI/AAAAAAAAAGk/v3Z8bKGBJqE/s320/pasquino.jpg

Verba manent:Las palabras permanecen

Pero con el correr del tiempo, se sustituyeron los elogios por sátiras y el latín fue sustituido por el romanesco, el dialecto romano.

Habían nacido las pasquinadas que ponían en su punto de mira al pontífice, la curia romanas, a las costumbres, los sucesos y los personajes de la ciudad.

Hubo papas que atrajeron las pasquinadas, Alejandro VI y la familia Borgia en general, por ejemplo:

Alejandro vende las llaves, los altares. Cristo: con buen derecho puede vender lo que había comprado antes. De vicio en vicio, de la llama al incendio, Roma perece bajo el dominio español. Sexto Tarquinio, Sexto Nerón, Sexto también este: siempre bajo los Sextos ,Roma fue arruinada.

También hubo pasquinadas para Leon X , que se lo tomó con humor y protegió la estatua a lo cual respondió el marmol con agradecimiento y cubriendose con uno de sus pocos versos favorables.

Sin embargo Adriano VI ya no simpatizó con las críticas y prohibió la fiesta. Cuentan que trató de hacer Pasquinpedazos las estatua por maledicente para después arrojarla al Tíber, pero el poeta Torcuato Tasso le aconsejo que no lo hiciera: “porque de sus restos, de la orilla del río, nacerían infinitas ranas que croarían noche y día”.

Ni en el fondo del rio Pasquín se habría callado.

Decidieron actuar entonces contra los autores de las “pasquinadas”, en el siglo XVIII los que fueran descubiertos sufrirían la “pena de la vida, confiscación de bienes y perpetua infamia”.

Durante algunos de los conclaves que eligieron Papas la estatua llegó a estar vigilado por unos centinelas permanentes. A veces la propia estatua se burlaba de las medidas como cuando respondió a un riguroso edicto del papa Sixto V contra las pasquinadas apareciendo con el vientre hinchado y un letrero que decía:

“Reviento por no poder hablar”.

Como le ponían las cosas difíciles, Pasquín tuvo intención de marcharse:

¡Roma, adiós! Te he visto y me basta. Cuando sea rufián, meretriz, bufón y mentiroso, volveré.

http://farm1.static.flickr.com/43/97261245_6c65b484e4.jpgEl gracejo mural , la critica divertida , tiene toda clase de espectadores


Pero no se decide a abandonar la ciudad y todavía hoy se siguen colocando pasquines en la estatua. Hubo épocas en que hacerlo era bastante más problemático, por ejemplo un audaz se arriesgó mucho al colocar un pasquín que criticaba la Roma enmascarada de cartón-piedra que recibía a Hitler:

Roma de travertino
vestida de cartón,
saluda a su encalador,
su próximo patrón.

http://amayabombin.files.wordpress.com/2010/01/pasquino1.jpg

Pasquino censurado


En sus denuncias, Pasquin no estuvo sólo, aunque ninguno alcanzó su fama, había otras estatuas parlantes en la ciudad, eran “El club de los ingeniosos”. Comprendía a:

Mademe Lucrecia

- Madama Lucrecia, una gran estatua femenina, quizá una representación de la diosa Isis, colocada ante la puerta de la Iglesia de San Marco.

Su nombre se debe a que fue propiedad de Lucrecia d’Alagno.

Marforio

- Marforio, el principal compañero de conversación de Pasquín, la estatua semiyacente representa la personificación de un río o quizás a Júpiter, se encuentra en el Capitolio.

Durante el pontificado de Sixto V y contra los nuevos impuestos, charlaban Marforio y Pasquin:

Marforio: ¿Qué pones a secar a estas horas, Pasquín?
Pasquin: ¿No ves? Mi camisa
Marforio: Espera a mañana por la mañana.

Pasquin: No, porque me tocaría quizá pagar el rayo del sol.

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Abad Luigi

- Abad Luigi, un mármol que representa un cónsul situado en la plaza Vidoni, el nombre procede de un sacristán mal hablado.

Il facchino

- Il Facchino (mozo de cuerda), en la vía Lata.

El babuino

- Babuino, es la figura de un sileno pero debido a su fealdad el pueblo romano lo ha llamado el babuino, está en la plaza del mismo nombre.

En ocasiones los diálogos no se quedaban en Roma y llegaban hasta otras ciudades, como los diálogos de Pasquin con el Gobbo di Rialto (el jorobado de Rialto) de Venecia.

frescos4

graffiti

Las paredes de la ciudad de Pompeya también sirvieron de soporte para la realización de todo tipo de graffitis y pintadas, tal y como en la actualidad

Graffitis en Pompeya

Lugar Inscripción
Taberna de Verecundo Restituta, quítate la túnica y muestra tus peludas partes

http://1.bp.blogspot.com/_K_NH2tQRnRU/SEY64-Q9tTI/AAAAAAAAAF0/Kgs9Dlx_pQU/s400/Grafitti+Pompeya.jpg

Burdel de Innulus y Papilio Llorad, chicas. Mi pene ha renunciado a vosotras. Ahora perfora el trasero de los hombres. Adiós, maravillosa feminidad
Bajo un dibujo de un hombre con nariz grande, en casa de Citharis Amplicatus, sé que Icaro te sodomiza. Salvio lo escribió.
En el vestíbulo de la casa de Cuspio Pansa El oficial de finanzas del emperador Nerón dice que esta comida es veneno.
En el bar de Prima Severus escribe:
“Successus, un tejedor, ama a Iris, la esclava del posadero, pero ella no le ama, sin embargo, él le pide que le quiera por compasión. Su rival ha escrito esto. Adiós”

Successus contesta a continuación
“Envidioso, ¿porqué te entrometes? Ríndete a un hombre más guapo y de mejores maneras y que está siendo tratado injustamente”

A lo que Severus responde a continuación
“He hablado y escrito todo lo que hay que decir. Tú amas a Iris, pero ella no te quiere”

En el vestíbulo de la casa de Menandro Cuando vayas a Nuceria, busca a Novelia Primigenia, en la puerta de Roma, en el distrito de las prostitutas.
A la izquierda de la puerta de Volusus Iuvencus Secundus saluda a Prima, allá donde esté. Te pido, señora mía, que me ames.
En el bar de Astylus Los amantes son como abejas. Viven una vida dulce de miel.
En el bar de Atthicus Me follé a la camarera.
En las barracas de gladiadores Floronius, soldado privilegiado de la Séptima Legión, ha estado aquí. Las mujeres no supieron de su estancia. Solo seis mujeres lo conocían, muy pocas para semejante semental.
En las barracas de gladiadores Antiochus disfrutó aquí, con su novia Cithera.
Casa de Pascius Hermes A quien defecó aquí. Ten cuidado con esta maldición. Si la ignoras, tendrás a un Júpiter enojado como enemigo.
En un muro de la calle Teophilus, no hagas sexo oral con chicas en los muros de la ciudad, como los perros.
En la casa de Caecilius Iucundus Quienes aman, que florezcan. Que perezcan quienes no aman. Que mueran dos veces aquellos que prohiben el amor.
En la puerta de Vesubio Defecador, que todo te salga bien para que te puedas marchar de aquí.
En las barracas de los gladiadores Julianus/Claudius Cedlanus, el gladiador de Tracia, es la delicia de las chicas.
En la calle Mercurio Publius Comicius Restitutus estuvo justo aquí con su hermano.
En el poblado de Scienziati Cruel Lalagus, ¿por qué no me amas?
En la casa de Orpheus He sodomizado a los hombres.
En el atrio de la casa de Pinarius Si alguien no cree en Venus, debería mirar a mi novia.
En la casa de los mercaderes Vibii Atimetus me dejó preñada.
En el bar de Hedone Puedes tomar una bebida aquí por solo una moneda. Por dos, un vino mejor y por cuatro monedas, uno de Falerno
En la casa de Caprasus Primus No vendería a mi marido ni por todo el oro del mundo.
En el lupanar Aquí me follé a muchas chicas.
En el lupanar El 15 de junio, Hermeros folló con Filetero y Caphisus
En una habitación pequeña de un posible burdel Vibius Restitutus durmió solo aquí y echó a faltar a su querida Urbana
En el pasillo del teatro Methe, la esclava de Cominia, de Atella, ama a Chrestus. Que la Venus de Pompeya les sea propicia y puedan vivir siempre en armonía.
En la basílica Un pequeño problema se hace grande si se ignora.
En la basílica Epaphra, estás calva.
En la basílica Oh, muros! Habéis aguantado tantos grafitis aburridos, que me asombra que no os hayais derrumbado.

Graffiti sobre pared de Pompeya. Siglo I d. C.. Letra cursiva corriente.

Iinscripción descubierta en una caupona pompeyana: “Estabilio Borracho dice de su taberna: aquí, por la calidad de los vinos, acabas, de las tetas de Venus, por mamar“.

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Graffiti pompeyanos

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Aunque los graffitis amorosos son los más comunes podemos encontrar ejemplos de todo tipo, desde simples firmas hasta caricaturas de personajes célebres, pasando por citas de obras célebres, listados de productos y precios, e incluso dibujos de escenas gladiatorias con los nombres de los luchadores y sus triunfos en la arena. Tan frecuentes eran que en la Basílica de Pompeya apareció la siguiente inscripción: “Me admiro, pared, de que tú no hayas caído en la ruina, sustentando los tedios de tantos escritores“. Además, en las fachadas de tiendas y viviendas eran tan abundantes que las inscripciones eran constantemente borradas por los dealbatores (blanqueadores), aunque pronto se cubrían por otras nuevas.

Estatua del Abate Luigi y el texto de su pedestal

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Desconozco si la tradición de las estatuas parlantes ha tenido representantes en España. Recuerdo haber leido que en los años de la postguerra y el hambre alguien, con mucho ingenio y muy mala leche, colocó un cartel al Neptuno de la fuente madrileña donde decía: “Si no me vais a dar de comer, quitadme el tenedor”.

www.tesoridiroma.net/…/statue_parlanti.htm

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