
La colina de Ares o “Areo-pagos”, el Areopago de Atenas
La Acrópolis desde el Areópago (Ἄρειος πάγος) o Consejo de la polis ateniense
El Areópago o Consejo de la ciudad, estaba compuesto por personas que previamente habían sido magistrados y la pertenencia a él era vitalicia. La institución controlaba a los magistrados y podía emitir dictámenes o normas de obligado cumplimiento.
El Areópago (en griego antiguo Ἄρειος πάγος Areios pagos) o ‘colina de Ares’, era un monte situado al oeste de la Acrópolis de Atenas, sede del Consejo que allí se reunía. Inicio: 480 a. C. – Fin: 425 d.C.
Según la leyenda, se llamaba así porque el dios Ares había sido juzgado por los dioses y exonerado de ser ajusticiado gracias a la intervención de Halirrotio, hijo de Poseidón, que había violado a la hija de Ares, Alcipe. Por otra parte, y también según la leyenda, allí fue juzgado Orestes por el asesinato de su madre Clitemnestra.
En su origen, el consejo del Areópago dependía del rey y se componía únicamente de Eupátridas, lgriego, Εὐπατρίδαι, Eupatrídai, «los bien nacidos») son las familias nobles de la antigua Atenas.
La influencia de éstos aumentaba a medida que iba disminuyendo el poder del rey, hasta el siglo VII a. C., en el que ya, éstos últimos, llegaron a gobernar.

Solón de Atenas
Tras las reformas de Solón, sus miembros eran escogidos entre los arcontes (magistrados) cuyos cargos eran inamovibles, y representaban a los ricos en oposición a los aristócratas, si bien constituían un organismo menos exclusivo. Este tribunal controlaba a los magistrados, interpretaba las leyes y juzgaba a los homicidas. Sus poderes políticos fueron recortados y, en cierta medida, limitados por Clístenes, pero mantuvieron el poder hasta las Guerras Médicas. Con el rápido progreso de las instituciones democráticas, sus poderes resultaban incongruentes. Los arcontes perdieron su prestigio y su poder político en el 487 a. C., ya no eran escogidos entre los hombres más importantes de la sociedad, sino que eran elegidos por sorteo.
Efíaltes, en el 462 a. C. les retiró la custodia de la Constitución, con lo que su competencia disminuyó. Conservaron, no obstante, su función de tribunal para juzgar los asuntos criminales, pero perdieron toda su importancia política.

El Areopago visto desde la Acropolis

Vazquez Hoys,Ana Maria; Historia del Mundo Antiguo. Tomo II. Grecia. Editorial Sanz y Torres, Noviembre 2007

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