1 jun 10

Los orígenes de Bizancio están rodeados de leyendas y mitos. Según la tradición un grupo de colonos, procedentes de Megara, ciudad griega situada en el istmo de Corinto, cerca de Atenas, dirigidos por el mítico oikistes Byzas, realizaron la fundación de Bizancio entre el 660 y el 658 a.C., con la intención de dominar el camino del mar por el estratégico paso.

Según los testimonios de Hesiquio, Arriano, y Dionisio Bizantino, Byzas era hijo de una ninfa de la zona, Semystra, que se había casado con Phidaleia, hija del rey tracio Barbyzos. Según la leyenda, Byzas había recibido de Apolo, por medio de un oráculo en Delfos, la orden de fundar la colonia “enfrente de los ciegos” (Estrabón VII, 320; Tácito, Anales XII, 63).

Archivo:Constantinople.png

¿Por que “frente a los ciegos?.

La orden del oráculo de Delfos puede parecer extraña.Y lo es si no se conoce el papel director que tenía el oráculo de Delfos en la segunda colonización griega.

Para comprenderlo hay que retrotraerse a la fundación de la vecina ciudad de Calcedonia, hoy un barrio de Estambul.

Archivo:Konstantinopel shepherd.jpg

CALCEDONIA, LA CIUDAD DE LOS CIEGOS

Plinio el Viejo estima la distancia de Calcedonia a Bizancio, fundada después, en siete estadios (alrededor de 1242 m, Polibio por su parte la fija en 14 estadios (cerca de 2484 m). Su localización, juzgada menos favorable que la de Bizancio, prodigó comentarios de los historiadores griegos.

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El Bósforo y el Cuerno de Oro

Heródoto relata que:

Y por cierto que el tal Megabazo dejó un recuerdo imperecedero entre los helespontios en razón de cierta observación que hizo, y que fue la siguiente: cuando se encontraba en Bizancio se enteró de que los calcedonios habían colonizado la región diecisiete años antes que los bizantinos; y al tener conocimiento de ello declaró que en aquella época los calcedonios debían estar ciegos, pues de no estarlo, no habrían elegido para establecerse el emplazamiento menos favorable, cuando tenían a su disposición el más indicado.

Heródoto, Historia iv.144.

Polibio explica también que:

... no es fácil navegar hacia Calcedonia… , la correinte te lleva de forma ineludible, aunque no quieras hacia Bizancio. … los que desde Calcedonia quieren dirigirse a Bizancio no pueden navegar en línea recta a través de la corriente que hay de por medio, sino que deben remontar hasta la Vaca y el lugar llamado Crisópolis, y delante de Crisópolis se abandonan a la corriente, con lo que son llevados automáticamente hasta Bizancio.

Polibio, Historias iv.44.1-5.

¿Eran los calcedonios ciegos realmente?

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La verdad es que no lo eran.Lo “habían estado”…simplemente. Y cuando los megarenses que la habían fundado se dieron cuenta de su estupidez, se sacaron los ojos y los ofrecieron al dios Apolo, en Delfos:No merecían aquellos ojos que no habían visto la extraordinaria situación , a la entrada del Cuerno de Oro.

Tal es la leyenda que explica aquellos ciegos que los bizantinos tenían como vecinos.

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Templo de Apolo, santuario de Delfos,Grecia.

BYZAS TAL VEZ FUE TRACIO

Sin embargo, esta leyenda , como otras muchas, presenta una serie de dificultades. Así el nombre del fundador mítico, Byzas, tiene más de tracio que de griego, y por tanto, cabe suponer que la colonia megarense no se fundara ex novo, sino que se edificase sobre una aldea preexistende cuyo nombre, según Plinio el Joven, sería Lygos, habitada por pescadores tracios. Y allí la refundaron los colonos griegos, que venían a fundar una apoikía .

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Si queda en duda la identidad de Byzas, ¿cuál es su función en de este conjunto de leyendas? ¿De dónde procede su identidad?. Byzas, al igual que otros personajes se fueron añadiendo a la memoria y tradición de la ciudad para enaltecer y mitificar el origen de la futura capital del Imperio Romano de Oriente, al igual que Rómulo está en el origen mítico de Roma, capital del Imperio Romano de Occidente.

File:Coinage with Byzas 2nd 3rd century CE.jpg

Bizas,el mítico fundador de Bizancio.Moneda romana de epoca de Marco Aurelio(161-180 d.C.)

Por tanto, en el corazón del conjunto de leyendas que rodean los orígenes de Bizancio, los historiadores consideran, como hipótesis más posible que su fundación fue un proyecto griego en el que participaron los tracios. El acto de fundación constituía una gesta geopolítica de gran envergadura, dentro de la política colonial griega de la época, orientada al control de los Estrechos del Bósforo y Dardanelos, en este caso la peligrosa entrada sur del estrecho del Bósforo, el “Vado de la Vaca“.

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LA TERCERA REFUNDACIÓN:CONSTANTINOPLA

El segundo hecho del reinado de Constantino cuya importancia —después del reconocimiento del cristianismo— se ha revelado como esencial, fue la fundación de una capital nueva. Ésta se elevó en la orilla europea del Bósforo, no lejos del mar de Mármara, sobre el emplazamiento de Bizancio (Byzantinum), antigua colonia de Megara. Ya los antiguos, mucho antes de Constantino, habían advertido el valor de la posición ocupada por Bizancio, notable por su importancia estratégica y económica en el límite de Europa y Asia. Aquel lugar prometía el dominio de dos mares, el Mediterráneo y el Negro, y aproximaba el Imperio de los origenes de las más brillantes civilizaciones de la antigüedad.

A cuanto cabe juzgar por los documentos que nos han llegado fue en la primera mitad del siglo VII antes de J.C. cuando algunos emigrantes de Megara fundaron en la punta meridional del Bosforo, frente a la futura Constantinopla, la colonia de Calcedonia. Varios años más tarde un nuevo contingente de megarios, fundo en la primera ribera europea de la punta meridional de Bosforo, la colonia de Bizancio, nombre que se hace derivar del jefe de la expedición megaria: Byzas. Las ventajas de Bizancio respecto a Calcedonia eran evidentes ya a los ojos de los antiguos.

El historiador griego Herodoto (siglo V a. J.C.) cuenta que el general persa Megabaces, al llegar a Bizancio, calificó de ciegos a los habitantes de Calcedonia que, teniendo ante los ojos un emplazamiento mejor —aquel donde algunos años más tarde fue fundada Bizancio— habían elegido una situación desventajosa. Una tradición literaria más reciente, referida por Estrabón (VII, 6, 320) y por Tácito (An. XII, 63), atribuye esa declaración de Megabaces, en forma ligeramente modificada, a Apolo Pítico, quien, en respuesta a los megarios que preguntaban al oráculo dónde debían construir su ciudad, les dijo que frente al país de los ciegos.

Bizancio tuvo un papel importante en la época de las guerras médicas y de Filipo de Macedonia. El historiador griego Polibio (siglo II a. J.C.) analiza brillantemente la situación política y sobre todo económica de Bizancio, reconoce la mucha importancia del intercambio que se mantenía entre Grecia y las ciudades del mar Negro, y escribe que ningún navío mercante podría entrar ni salir de ese mar contra la voluntad de los moradores de Bizancio, quienes, dice, tienen entre sus manos todos los productos del Ponto, indispensables a la Hhumanidad.

LA FUNDACIÓN DE CONSTANTINOPLA

Los gobernantes de Roma muchas veces habían manifestado su intención de trasladar a Oriente la capital de Roma. Según el historiador romano Suetonio (I, 79), Julio césar había formado el proyecto de instalar la capitalidad en Alejandría o en Ilión (la antigua Troya). Los emperadores de los primeros siglos de la Era cristiana abandonaron a menudo Roma durante períodos de larga duración, a causa de la frecuencia de las campañas militares y de los viajes de inspección por el Imperio. A fines del siglo II Bizancio sufrió grandes males. Septimio Severo, vencedor de su rival Pescenio Niger, a cuyo favor se había inclinado Bizancio, hizo padecer a la ciudad estragos terribles y la arruinó casi completamente. Pero Oriente seguía ejerciendo poderoso atractivo sobre los emperadores,además de ofrecerles un provilegiado lugar para dirigir los negocios de Oriente y sus vías de comercio.

Diocleciano (284—305) se complacía muy particularmente en Asia Menor, y embelleció la ciudad bitinia de Nicomedia.

Constantino, resuelto a fundar una nueva capital para Roma en Oriente, no eligió Bizancio desde el primer momento,sino que barajó algunas otras posibilidades.

Es probable que pensara por algún tiempo en Naisos (Nisch), donde había nacido, en Sárdica (Sofía) y en Tesalónica (Salónica). Pero atrajo su atención sobre todo el emplazamiento de la antigua Troya, de donde, según la leyenda, había partido Eneas, el fundador del Estado romano, para dirigirse al Lacio, en Italia.

El emperador fue en persona a aquellos célebres lugares. Y elegido el lugar de la antigua Troya, él mismo trazó los límites de la futura ciudad. Las puertas estaban ya construidas, según testimonio de un historiador cristiano del siglo V (Sozomeno) cuando, una noche, Dios se apareció en sueños a Constantino y le persuadió de que buscase otro emplazamiento para la capital. Entonces Constantino fijó definitivamente su elección en Bizancio. Cien años más tarde, el viajero que recorría en barco la costa troyana, podía ver aún, desde el mar, las construcciones inacabadas de Constantino.

Bizancio no se había repuesto por completo de la devastación sufrida bajo Septimio Severo. Tenía el aspecto de un poblado sin importancia y sólo ocupaba una parte del promontorio que se adelanta en el mar de Mármara. El 324, o acaso después (325), Constantino decidió la fundación de la nueva capital e inició los trabajos. La leyenda cristiana refiere que el emperador en persona fijó los límites de la ciudad y que su séquito, viendo las enormes dimensiones de la capital proyectada, le preguntó, con asombro: “¿Cuándo vas a detenerte, señor?” A lo que él repuso: “Cuando se detenga el que marcha delante de mí”.

La ciudad ofrecía unas buenas condiciones defensivas, sólo era accesible por tierra por el extremo occidental, zona que fue fortificada por Constantino y la rada del Cuerno de Oro, de unos 7km de largo, era fácil hacerla inaccesible a las escuadras enemigas tendiendo unas cadenas. Las murallas de Constantino se extendían desde El Cuerno de Oro hasta el Mar de Mármara. Sin embargo, la creciente importancia de Constantinopla tanto a nivel político como a nivel religioso, provocó un rápido crecimiento de la ciudad. Los límites de la ciudad se expandieron hacia el oeste y como consecuencia de esta expansión, las murallas de Constantino fueron abandonadas. Por esta razón, en época del emperador Teodosio II se construyó una nueva muralla, una gran obra de ingeniería que incluía un sistema de fosos, 96 torres y doble muralla. Las obras fueron completadas en el año 413. Sin embargo en el año 447 un gran terremoto ocasionó graves daños a las murallas. Este desastre sin embargo, tuvo como consecuencia el reforzamiento de la línea defensiva. Cuando las obras de reparación finalizaron, las murallas de Constantinopla tenían 3 líneas defensivas y 192 torres. Estas murallas serían la principal defensa de Constantinopla hasta la caída de la ciudad en 1453.


Ubicación murallas de Constantino y de Teodosio.

Esquema de las murallas:
A Foso de 18 metros de ancho
B Primera línea defensiva.
C Parateichion
D Segunda muralla de 8,5 metros de altura
E Peribolos
F Tercera muralla con una altura de 8 a 12 metros y torres de de 18 a 20 metros de altura.

Constantino se sentía guiado por una fuerza divina. Se reunieron mano de obra y materiales de construcción procedentes de todas partes. Los más bellos monumentos de la Roma pagana, de Atenas, de Alejandría, de Antioquía, de Éfeso, sirvieron para embellecimiento de la nueva capital.

http://otraorillahistoria.foroactivo.net/historia-medieval-f33/los-sitios-de-constantinopla-t1000.htm

Elementos reutilizados en la cisterna de la basílica de Estambul.

Cuarenta mil soldados godos (foederati) participaron en los trabajos. Se concedieron a la nueva capital una serie de diversas inmunidades comerciales, fiscales, etc., a fin de atraer allí una población numerosa. En la primavera del año 330, los trabajos estaban tan avanzados, que Constantino pudo inaugurar oficialmente la nueva capital. Esta inauguración se celebró el 11 de mayo del 330, yendo acompañada de fiestas y espectáculos públicos que duraron cuarenta días.

Constantinopla,posible palacio y muralla de Constantino

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Es difícil determinar con precisión el espacio ocupado por la ciudad de la época de Constantino. Una cosa parece cierta, y es que rebasaba en extensión el territorio de la antigua Bizancio. No hay datos que permitan calcular la población de Constantinopla en el siglo IV. Quizá rebasase ya las 200.000 almas, pero ésta es una pura hipótesis. Para defender la ciudad por el lado de tierra contra los enemigos exteriores, Constantino hizo construir una muralla que iba del Cuerno de Oro al mar de Mármara.

Estambul,muralla de Teodosio

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Más tarde, la antigua Bizancio, convertida en capital de un Imperio universal, empezó a ser llamada “la ciudad de Constantino”, o Constantinopla, y hasta, a continuación, meramente “Polis” o “La Ciudad”( que daría eis ten polis-Estambul).

Recibió la organización municipal de Roma y fue distribuida, como ella, en catorce “regiones”, dos de las cuales se hallaban extramuros.

No se han conservado monumentos contemporáneos a Constantino. Sin embargo, la iglesia de Santa Irene, reconstruida dos veces, una (la más importante) bajo Justiniano, y la otra, bajo León III, se remonta a la época de Constantino, existe aun en nuestros días, y en ella está el Museo Militar turco.

Iglesia de santa Irene,Estambul

En segundo lugar, la célebre columna (siglo V a. J.C.) elevada en conmemoración, de la batalla de Platea y transportada por Constantino a la nueva capital, donde la instaló en el hipódromo, se encuentra allí todavía.

La columna serpentina

Monumentos EstambulEsta columna de bronce formaba parte de un trofeo ofrecido al dios Apolo en Delfos. Conmemoraba la victoria del ejército griego sobre las tropas persas en la batalla de Platea en el siglo V a.c. Tras la derrota de los griegos en la batalla de las Termópilas y el posterior saqueo de Atenas a manos de los persas en el contexto de las Guerras Médicas, los griegos consiguieron asestar un golpe definitivo a los persas en la planicie de Platea que se vieron obligados a replegarse ante la furia guerrera de los espartanos.

Como agradecimiento de esta victoria, los griegos construyeron un trípode compuesto por tres serpientes enroscadas que portaban un cuenco de oro. Por ese motivo ha recibido varias denominaciones a lo largo de su historia: Trípode de Platea y de Delfos.

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Cabeza de serpiente de la columna de Delfos,Museo Arqueológico,Estambul.

Tras describir la victoria griega en 479 a. C. en Platea, Heródoto hace un recuento del botín conseguido, que efectúan los hilotas (siervos espartanos), quienes habían tomado parte en la batalla, y posteriormente registra la decisión griega de dedicarle una ofrenda a Apolo en Delfos:

Una vez reunido el botín, una décima parte fue apartada para el dios de Delfos y, para acoger la ofrenda, se fabricó el trípode dorado que se alza sobre la serpiente de tres cabezas más cercana al altar

Heródoto, Historia

Siglos más tarde Constantino el Grande mandó llevar esta ofrenda desde el tempo de Apolo en Delfos hasta Constantinopla para lucirla en el centro del hipodromo. Por aquel entonces el cuenco de oro ya había desaparecido pero se conservaban las tres cabezas de serpiente que fueron destruidas con el transcurso de los años. En la actualidad se conservan dos cabezas, una se encuentra en el Museo Británico y otra en el Museo arqueológico de Estambul.

Archivo:Snake column Hippodrome Constantinople 2007.jpg

La accidentada historia del monumento tras su traslado a Constantinopla puede reunirse a partir de varias fuentes. Según W. W. How y J. Wells, un emperador posterior la convirtió en una fuente de tres bocas, a partir de 1422 la vieron y describieron varios viajeros, y fue derribada en 1700, momento en que se rompieron las cabezas de las serpientes. Marcus N. Tod afirma que en 1630 se elevó el nivel del suelo, por lo que la inscripción del monumento quedó oculta.

En 1855 se excavó la base de la columna bajo la supervisión de C. T. Newton, revelándose quince anillos de las serpientes que estaban enterrados y la inscripción, que comienza en el anillo trece y termina en el tres. El mensaje fue descifrado por C. Frick en 1856, por Fabricius en 1886, y por otros con posterioridad. En el anillo trece de la inscripción lacónica figura «Aquellos quienes hicieron la guerra», seguida en los anillos doce a tres por los nombres de treinta y un ciudades estado. La lista incluye ocho ciudades que Heródoto (Libro 9.28) no menciona como presentes en la batalla de Platea, y excluye a Pale, en Cefalonia, a la que el historiador sí había incluido. El geógrafo Pausanias enumera los nombres en la ofrenda a Zeus en Olimpo, donde se excluyen cuatro de las ciudades grabadas en la Columna de las Serpientes. Tal vez esto se deba a un simple descuido por parte de algún escriba. Pese a que los nombres de las ciudades grabados en la columna no incluyen a ot

La accidentada historia del monumento tras su traslado a Constantinopla puede reunirse a partir de varias fuentes. Según W. W. How y J. Wells, un emperador posterior la convirtió en una fuente de tres bocas, a partir de 1422 la vieron y describieron varios viajeros, y fue derribada en 1700, momento en que se rompieron las cabezas de las serpientes. Marcus N. Tod afirma que en 1630 se elevó el nivel del suelo, por lo que la inscripción del monumento quedó oculta.

En 1855 se excavó la base de la columna bajo la supervisión de C. T. Newton, revelándose quince anillos de las serpientes que estaban enterrados y la inscripción, que comienza en el anillo trece y termina en el tres. El mensaje fue descifrado por C. Frick en 1856, por Fabricius en 1886, y por otros con posterioridad. En el anillo trece de la inscripción lacónica figura «Aquellos quienes hicieron la guerra», seguida en los anillos doce a tres por los nombres de treinta y un ciudades estado. La lista incluye ocho ciudades que Heródoto (Libro 9.28) no menciona como presentes en la batalla de Platea, y excluye a Pale, en Cefalonia, a la que el historiador sí había incluido. El geógrafo Pausanias enumera los nombres en la ofrenda a Zeus en Olimpo, donde se excluyen cuatro de las ciudades grabadas en la Columna de las Serpientes. Tal vez esto se deba a un simple descuido por parte de algún escriba. Pese a que los nombres de las ciudades grabados en la columna no incluyen a otros mencionados por Heródoto como partícipes de la guerra, queda claro que el monumento está relacionado con las Guerras Médicas como un todo, y no sólo con la batalla de Platea. Los anillos doce y trece fueron marcados y abollados por golpes de sable, lo que hizo que la inscripción fuera difícil de descifrar. La dedicación que Diodoro afirma fue compuesta por Simónides no ha sido hallada. Una de las cabezas de serpiente, a la que le falta la mandíbula inferior, se encuentra en el Museo arqueológico de Estambul.

Situación actual

Miniatura otomana perteneciente al Surname-ı Vehbi. En la misma puede apreciarse la Columna con sus tres cabezas de serpiente durante una celebración en el Hipódromo en 1582.

Pausanias señaló que, aproximadamente un siglo después, los focidios utilizaron el trípode de oro para financiar a la milicia durante la guerra sagrada que involucró al Oráculo de Delfos. Constantino I trasladó la Columna de las Serpientes a Constantinopla para decorar la parte central del Hipódromo, lugar donde aún se encuentra en la actualidad.

La parte superior de la columna estaba adornada con un cuenco de oro, sostenido por las tres cabezas. El cuenco fue destruido o robado durante la Cuarta Cruzada. Muchas miniaturas otomananas muestran que las cabezas estaban intactas en las primeras décadas posteriores a la conquista turca de la ciudad.[16]

Ahmed Bican, de Gallípoli, produjo una pequeña descripción de la Columna en su Dürr-i Meknûn, escrito en tiempos de la caída de Constantinopla. Allí afirma que es un adorno hueco, de bronce, con serpientes entrelazadas, de tres cabezas, y que para los ciudadanos era un talismán que protegía de las mordeduras de serpientes.

De cincuenta a cien años después de la conquista turca de Constantinopla, se documenta que la mandíbula de una de las serpientes estaba perdida. Pese a la leyenda de que Mehmed II, tras ingresar en la ciudad tras conquistarla, abría destrozado parte del monumento, dicha historia es apócrifa.

Años más tarde, a fines del siglo XVII, las tres cabezas fueron destruidas. Nuevamente existe una leyenda según la cual un noble polaco ebrio las habría derribado; sin embargo, el Nusretname (El libro de las victorias), de Silahdar Findiklili Mehmed Aga, señala que las cabezas simplemente se cayeron durante la noche del 20 de octubre de 1700. Algunas partes de las cabezas fueron recuperadas y actualmente se exhiben en el Museo arqueológico de Estambul.


LAS VENTAJAS DE LA SITUACIÓN DE CONSTANTINOPLA

El genio de Constantino apreció las grandes ventajas que implicaba la situación de la antigua Bizancio desde los puntos de vista político, económico y espiritual.

Ventajas políticas

Desde el punto de vista político, Constantinopla, aquella Nueva Roma, como se la llama a menudo, poseía ventajas excepcionales para la lucha contra los enemigos exteriores: por mar era inatacable y por tierra la protegían sus murallas.

Ventajas económicas

Económicamente, Constantinopla controlaba fácilmente todo el comercio del mar Negro con el Archipiélago y el Mediterráneo, así como las rutas de Europa a Asia, estando, así, destinada a cumplir el papel de intermediaria entre Asia y Europa.

Ventajas espirituales

Desde el punto de vista espiritual, se encontraba próxima a los focos de la civilización helenística, la cual, a su fusión con el cristianismo, cambió de aspecto, resultando de tal fusión una civilización cristiano—greco—oriental, que recibió el nombre de bizantina.

“La elección del emplazamiento de la nueva capital —escribe F. I. Uspenski—, la edificación de Constantinopla y la creación de una capital mundial, son hechos que prueban el valor incontestable del genio político y administrativo de Constantino. No es en el Edicto de tolerancia donde se encuentra la medida de su mérito, de alcance universal, ya que, de no ser él, habría sido uno de sus sucesores inmediatos quien hubiera dado primacía al cristianismo, el cual, en este caso, no habría perdido nada. En cambio, por un traslado oportuno de la capital del mundo a Constantinopla, salvó la civilización antigua y creó a la vez una atmósfera propicia a la expansión del cristianismo”.

A partir de Constantino, Constantinopla se convirtió en el centro político, religioso, económico y moral del Imperio.Del Imperio romano-griego ,naturalmente. No hay que olvidarlo.

Porque desde él…hubo de hecho dos Imperios:El de Oriente, griego y el de Occidente,latino. Aunque la verdadera Partitio Imperii vendría mucho después.

http://www.aristas.org/raices/byzas-y-la-fundacion-de-bizancio

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