Para los amantes de la historia de España es un lujo conocer Caspe, es una ciudad de Aragón (España) que obtuvo el título de ciudad en el siglo XIX, a raíz de los destrozos sufridos en las guerras carlistas, por concesión de la reina Isabel II.
Escudo de Caspe
Está situada a 100 km al Sur Este de Zaragoza, en la provincia del mismo nombre, a orillas del cauce del río Guadalope (que ya no lleva agua en este tramo al haber sido desviado aguas arriba al construir el Pantano de Mequinenza), y a pocos kilómetros del Ebro, embalsado desde la citada presa, y en cuya orilla derecha se ha creado una urbanización llamada El Dique que es un nuevo barrio de Caspe. Allí se ha construido recientemente un Museo de la Pesca, además de contar con un Puerto Deportivo.
En el siglo XV fue sede del famoso “Compromiso de Caspe” que dio lugar al advenimiento de la dinastía castellana de los Trastámara en el reino de Aragón. En el siglo XX, durante la Guerra Civil Española, fue sede del “Consejo de Aragón”, Órgano de Gobierno del Aragón Republicano. En Caspe también se redactó el Estatuto de Autonomía de Aragón en 1936, que no llegó a ser ratificado por las Cortes al estallar la Guerra Civil Española.
El Compromiso de Caspe
El compromiso de Caspe (1412) fue un pacto establecido por representantes de los reinos de Aragón, Valencia y los Condados catalanes para elegir juntos un nuevo rey debido a la muerte sin sucesión en 1410 del rey Martín I de Aragón.
Supuso la entronización en la corona catalano-aragonesa de la Fernando de Trastámara y con él de la dinastía Trastámara en la Corona de Aragón.
El 25 de julio de 1409 murió Martín el Joven, el único hijo del rey de Aragón, Martín I, por lo que este contrajo un nuevo matrimonio con Margarita de Prades con la esperanza de concebir un hijo que asegurara la línea sucesoria.
MARTIN EL JOVEN
Martín I de Sicilia, conocido como el Joven (1374 - Cagliari, 25 de julio, 1409 - Cerdeña), rey de Sicilia entre 1390 y 1409.
Orígenes familiares
Fue el primero de los cuatro hijos de Martín I de Aragón y de su primera esposa, María de Luna, hija y heredera del Conde de Luna. Era, por tanto, nieto de Pedro el Ceremonioso y sobrino de Juan I de Aragón.
Nupcias y descendencia
En 1390 se casó con María de Sicilia a quien le retornó el reino de Sicilia, recuperándolo mediante la fuerza militar contra un grupo de barones rebeldes. Reinó conjuntamente con su mujer hasta la muerte de ella en 1402. Después rechazó el tratado de 1372 firmado por el rey anterior, Federico III de Sicilia, y gobernó en solitario. De este primer matrimonio nació un hijo:El infante Pedro de Sicilia (1394-1400)
Martín el Joven casó en segundas nupcias con Blanca de Navarra, heredera de la familia Evreux y futura reina de Navarra. De este matrimonio tuvo otro hijo:Elinfante Martín de Aragón (1403-1407)
Ninguno de los hijos de estos matrimonios sobrevivió a la infancia y el único hijo que dejó fue un hijo ilegítimo, Fadrique de Luna o Fadrique de Aragón o Fadrique de Sicilia (* Sicilia, h. 1402 – † Ureña, 29 de mayo de 1438). Duque de Arjona, conde de Luna, señor de Cuéllar (1430 - 1433)[1] y de Segorbe.
Mausoleo de Martín I de Sicilia en la Catedral de Cagliari,Sicilia
La muerte por paludismo de Martín el Joven interrumpió el proceso de legitimación de Fadrique que aún no había culminado, proceso que fue retomado entonces por su abuelo, el rey Martín I, que recurrió a Benedicto XIII, pariente de su fallecida esposa María de Luna, para con su apoyo elaborar un plan de legitimase a Fadrique para sucederlo como rey de Sicilia y soberano a la Corona de Aragón.
El papa preparó el documento de legitimación el 1 de junio de 1410, pero la muerte de Martín I el día anterior hizo que el pontífice no se encontrara con la suficiente fuerza moral para proceder a la legitimación por si solo.
Se abre con ello un periodo de dos años conocido como interregno en el que trono aragonés permaneció vacante y el reino al borde de la guerra civil ya que surgieron hasta seis pretendientes al trono entre ellos Fadrique de Luna.
Las Cortes de Cataluña, Valencia y Aragón decidieron solucionar la crisis sucesoria del trono mediante el arbitraje para lo cual cada una de ellas nombró a tres representantes que el denominado Compromiso de Caspe, celebrado en 1412, decidieron que el soberano de la Corona de Aragón y el rey de Sicilia habría de ser Fernando de Trastámara.
Tras el Compromiso de Caspe, en el que Fadrique no obtendría ningún voto, y al ser aún menor de edad, es puesto bajo la tutela de Ramón de Torrelles y Blanes y reconoció a Fernando I como rey de Aragón y a su hijo Alfonso como heredero pero mantuvo sus pretensiones al trono siciliano enfrentándose a la viuda de su padre Blanca I de Navarra.
Al alcanzar la mayoría de edad participa, con el título de almirante, en la expedición que contra la isla de Gerba comandaba el infante Pedro, duque de Noto.
Reclamada su presencia en la corte debido a sus pretensiones sobre el reino de Sicilia, se casó con Violante Luisa de Mur aunque el matrimonio fue breve al abandonar a su esposa, y lejos de dejar sus pretensiones al trono siciliano maniobró políticamente para obtenerlo lo que provocó el malestar de Alfonso V de Aragón que lo declaró en rebeldía en 1430 obligando a Fadrique a buscar refugio en el Reino de Castilla cuyo rey, Juan II se encontraba entonces en guerra contra Aragón.
En 1434 fue hecho prisionero acusado de participar en un intento de robo a unos comerciantes genoveses de Sevilla. Encarcelado en Ureña fallecería cuatro años más tarde.
Martín I de Aragón intentó nombrar a su nieto ilegítimo como sucesor de la Corona de Aragón pero no obtuvo suficiente apoyo político y, al presentar su propuesta, fue rechazada por los compromisarios de Caspe.
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La falta de descendencia en su matrimonio llevó a Martín I a pensar en reconocer a Fadrique de Luna, un hijo ilegítimo de Martín el Joven, como su sucesor, pero la falta de apoyos le hizo desistir de esta posibilidad.
En esta coyuntura nombró a Jaime II de Urgel procurador y gobernador general. Este nombramiento fue rechazado por la Diputación aragonesa y por el obispo de Zaragoza, al considerarlo como un reconocimiento a su virtual condición de heredero a la corona. Ante el rechazo generado, el ya moribundo Martín I revocó el nombramiento.
El 31 de mayo de 1410, fallecía Martín I sin descendencia legítima y sin nombrar sucesor al trono. Según la leyenda, en su lecho de muerte el rey expresó al procurador de Barcelona, Ferrer de Gualbes, su voluntad de dejar el trono a aquel que por justicia deba. Esto provocó una peligrosa situación, ya que, al surgir hasta seis pretendientes al trono vacante, se podría desembocar en una guerra civil que acabara con la Corona de Aragón.
Los candidatos al trono de Aragón
Los seis candidatos a la sucesión fueron:
- Fadrique de Luna, conde de Luna, hijo bastardo de Martín I de Sicilia, legitimado después por Benedicto XIII, una maravillosos personaje aragonés.
nacido Pedro Martínez de Luna, (Illueca, Zaragoza, 1328 - Peñíscola, Castellón, 1423), más conocido con el apelativo del Papa Luna, papa en la obediencia de Aviñón, cardenal desde diciembre de 1375. Actualmente considerado como antipapa.
Nacido en Illueca, un pueblo de Zaragoza dentro del reino de Aragón, era miembro de la familia Luna, una de las principales familias aragonesas, emparentada con arzobispos y reyes. Fue dedicado a la iglesia, como era tradición con los segundones de la casa de Luna. Estudió leyes en la Universidad de Montpellier, en la que más tarde fue profesor de derecho canónico.
Nombrado cardenal por el papa Gregorio XI en los turbulentos años de la sede de Aviñón. Acompañó al pontífice cuando, a instancias de Santa Catalina de Siena, éste se fue a Roma. El papa Gregorio XI falleció durante los preparativos para su vuelta a Aviñón, huyendo de los conflictos y revueltas en Roma.
Obligados por el pueblo de Roma, que irrumpió en el cónclave tirando una puerta y que amenazó con cortarles la cabeza, la mayoría de los cardenales votaron al futuro Urbano VI. Tras la llegada de los restantes cardenales que no habían podido acudir a Roma a tiempo, se consultó a don Pedro sobre la legitimidad del cónclave y con los datos aportados canónicamente se entendió que no había sido legal, puesto que se había votado, no por convicción, sino por miedo. Se eligió a Clemente VII, que volvió a Aviñón. Don Pedro de Luna fue legado de este pontífice durante 16 años.
A la muerte de Clemente VII (1394), don Pedro fue elegido pontífice por 20 votos de los 21 y tomó el nombre de Benedicto XIII. Francia se opuso a este papa que no era tan influenciable y que además era súbdito de la Corona de Aragón. Se le presionó para que renunciara, a lo que se negó alegando un daño irreparable a la iglesia. Curiosamente, esta actitud suya sería la que la historia recordaría, surgiendo el dicho popular castellano de Siguió en sus trece. Aunque en un momento dado hubo tres papas simultáneamente (Juan XXII, Gregorio XII y él), Benedicto siempre adujo que su papado era el válido dado que él era el único papa que había sido elegido cardenal antes de que se produjese el Cisma de Occidente, y por tanto el único realmente legítimo. Pero finalmente, las tesis conciliaristas, que defendían que el concilio era superior al papa, triunfaron y fue depuesto en el concilio de Constanza junto con él a los papas de Aviñón y Roma, dejando a Martín V como pontífice único en Roma. Martín V envió a España a un legado con la misión de envenenar a don Pedro Luna, pero no tuvo éxito. Don Pedro Martínez de Luna murió en 1423, a los 96 años en Peñíscola, a donde había mudado la sede papal, en el antiguo castillo de la Orden del Temple.
Tras ello sus cardenales eligieron a su sucesor, Gil Sánchez Muñoz, que tomó el nombre de Clemente VIII, ultimo Papa de la obediencia de Aviñón, en el Salón del Cónclave del castillo de Peñíscola, lugar donde residió hasta su abdicación en Martín V. Ésta se produjo en San Mateo, en el Maestrazgo castellonense, el 26 de julio de 1429, principalmente debida a las presiones políticas del rey de la Corona de Aragón, Alfonso V, inmerso en la conquista del reino de Nápoles. Con esta abdicación se considera que el Cisma finalizó.
Este Papa , Gil Sánchez Muñoz, había nacido en Teruel, España en 1370. Arcipreste de Teruel y antiguo canónigo de Barcelona. Antipapa no reconocido oficialmente por la Iglesia Católica , sustituyó a Benedicto XIII el 10 de junio de 1424 y duraría en ese cargo hasta el 26 de julio de 1429, año en que abandonaría sus pretensiones. Su verdadero nombre era Gil Sánchez Muñoz y Carbón.
Benedicto fue seguido, también por Bernard Garnier, el antipapa Benedicto XIV, que actuó como Papa en secreto. Una carta del conde de Armagnac a Juana de Arco revela que el archidecano de Rodez conocía el paradero de Benedicto XIV y que lo aceptaba como Papa. Dos novelistas, Jean Raspail y Gerard Bavoux imaginan que la línea sucesora continuó. Algunos incluso creen que hoy existe un papa de esta sucesión con el título de Benedicto XL.
- Jaime II de Urgel, conde de Urgel, hijo de Pedro, nieto de Jaime y bisnieto de Alfonso IV de Aragón, esposo, además de Isabel, hija de Pedro el Ceremonioso y de Sibila Sforcia, su cuarta mujer.
- Alfonso I de Gandía, conde de Denia y Ribagorza y duque de Gandía, nieto, por línea masculina, de Jaime II de Aragón. Murió poco antes de la reunión de Caspe y fue reemplazado por su hermano Juan de Prades.
- Luis de Anjou, duque de Calabria, nieto, por su madre Violante, de Juan I de Aragón.
- Juan de Prades, conde de Prades, hermano de Alfonso, el duque de Gandía.
- Fernando de Trastámara, el de Antequera, infante de Castilla, nieto, por su madre Leonor la regente de Castilla, de Pedro IV de Aragón.
Ante esta situación se decidió que el sucesor de Martín I sería el que designara un Parlamento General de la Corona, para lo cual se reunieron en febrero de 1411 en Calatayud las Cortes bajo la presidencia del arzobispo de Zaragoza, García Fernández de Heredia, resolviendo que las asambleas de los tres reinos se celebrarían en lugares próximos de la frontera común y estableciendo además las condiciones de celebración de las mismas.
El asesinato del arzobispo de Zaragoza auspiciado por Jaime de Urgel provocó que tanto este como Luis de Anjou, a quien el prelado apoyaba en sus pretensiones al trono, perdieran fuerza en sus candidaturas a obtener el trono aragonés, apareciendo entonces como principal candidato para obtener la corona Fernando de Trastámara.
La intención de que cada reino celebrara una asamblea se vio utópica desde un primer momento. En el reino de Aragón se reunieron dos: el de Alcañiz y el de Mequinenza; en el reino de Valencia también surgieron dos asambleas: la de Vinaroz y la de Trahiguera; en Cataluña, la asamblea se encontraba en Tortosa.
El parlamento reunido en Alcañiz fue el que finalmente prevalecería al contar con el apoyo de la Iglesia y del papa Benedicto XIII, que decidió mediar en la crisis sucesoria promulgando, el 23 de enero de 1412, una bula en la que establecía que el estudio de los derechos al trono de los diferentes pretendientes al trono fuera realizado por compromisarios de los distintos reinos.
La Concordia de Alcañiz [editar]
El 15 de febrero de 1412, Cataluña y Aragón firman la Concordia de Alcañiz en la que establecen que nueve compromisarios, tres por reino, reunidos en la localidad aragonesa de Caspe, deliberen sobre los derechos de los pretendientes y decidan cuál debe ocupar el trono, siempre y cuando el elegido obtenga un mínimo de seis votos y al menos uno de cada reino.
El reino de Valencia no se sumó en un principio a la Concordia de Alcañiz debido a la resistencia militar que impuso Jaime II de Urgel, pero tras la Batalla de Murviedro y la derrota del conde de Urgel, Valencia se uniría a la Concordia el 27 de febrero de 1412.
La elección de los nueve compromisarios se encomendó por el Parlamento de Aragón a Gil Ruiz de Libori, gobernador de Aragón, y a Juan Jiménez Cerdán, Justicia Mayor del reino que designaron a:
- Por Aragón:
- Domingo Ram, obispo de Huesca.
- Francisco de Aranda, antiguo consejero real y enviado de Benedicto XIII.
- Berenguer de Bardají, jurista y letrado general de las Cortes de Aragón.
- Por Cataluña:
- Pedro de Sagarriga, arzobispo de Tarragona
- Bernardo de Gualbes, síndico y conseller de Barcelona.
- Guillem de Vallseca, letrado general de las Cortes catalanas.
- Por Valencia:
- Bonifacio Ferrer, prior de la Cartuja de Portaceli.
- San Vicente Ferrer, dominico valenciano.
- Ginés Rabassa, ciudadano de Valencia experto en derecho, que por enfermedad fue sustituido por Pedro Beltrán.
Caspe [editar]
El 22 de abril de 1412 se inician las deliberaciones de los compromisarios, que disponen de un plazo temporal de dos meses para obtener un resultado. En un primer momento, los representantes de los catalanes se mostraron indecisos, mientras que los aragoneses y los valencianos, más vinculados al comercio de la lana y otros intereses económicos castellanos, optaban por Fernando. Durante las votaciones fue muy relevante la opinión de San Vicente Ferrer, que fue uno de los impulsores de la reunión celebrada en Caspe para solucionar el conflicto.
Necesitarán dos días más del plazo establecido para lograr un acuerdo, ya que, tras la votación del 24 de junio, seis compromisarios (los tres aragoneses: Domingo Ram, Francisco de Aranda, Berenguer de Bardají; dos valencianos: los hermanos Ferrer; y un catalán: Bernardo de Gualbes) respaldaron la candidatura de Fernando de Trastámara, mientras que los otros dos compromisarios catalanes votaron por Jaime de Urgel; el tercer compromisario valenciano se abstuvo. Así pues, Fernando de Trastámara fue proclamado rey el 28 de junio de 1412 como Fernando I de Aragón, quien el 5 de agosto entró en Zaragoza, donde juró su título ante las Cortes junto a su hijo Alfonso.
El Compromiso de Caspe trajo consigo la introducción en el trono aragonés de una dinastía castellana. El castellano pasó a ser el idioma de la corte, y el idioma aragonés quedó para la clase baja, comenzando a desaparecer paulatinamente en favor del castellano.
Desde hace algunos años, se viene celebrando con notable éxito, a finales de junio, la fiesta de Conmemoración del Compromiso en Caspe.
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