Etiqueta: Jane Grey



17 mar 10

La Torre de Londres tiene una larga y sangrienta historia que por supuesto derivo en leyendas fantasmales que se asocian a ella y con mucha razón, por que dentro de sus muros historias horribles sucedieron en realidad.

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En 1483, dos jóvenes príncipes fueron asesinados en la Torre y según registros sus fantasmas permanecieron deambulando por la torre, hasta que en el año 1674, sus huesos fueron hallados y enterrados en una ceremonia digna, dejando así de asustar a los vivos, que escribieron varias historias sobre ellos.

El más famoso y con mayor frecuencia informado por la cantidad de apariciones fue el fantasma de Anna Bolena, quien fuera decapitada por su marido, Enrique VIII en 1536.

La Torre de Londres desde el aire

EL FANTASMA DE ANA BOLENA

Muchos testigos confiables, como los guardias de la Torre de Londres, han visto el fantasma decapitado de la reina Ana Bolena caminando en la torre, en el Palacio de Lambeth y en las orillas del río Támesis.

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Ana Bolena

Otros fantasmas famosos de la Torre incluyen Sir Walter Raleigh, Guy Fawkes, e incluso la aparición de un oso que en 1816, un guardia de palacio que estaba cumpliendo con su ronda se encontró siendo asechado por un oso, al que enfrentó con su bayoneta tratando de atravesarlo una y otra vez, pero sin afectarlo, para morir después de un shock traumático.

Así en otro registro se cuenta que en 1864 un soldado vio un fantasma y de nuevo como en el caso anterior intento hacer uso de su bayoneta, pero al darse cuenta que estaba peleando con un fantasma se desmayó y más tarde fue sometido a la corte marcial por descuidar sus deberes, pero se presentaron dos soldados que aseguraron la historia, quedando registrado el hecho como inexplicable.

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London Tower &London Bridge


Algunos de los ejecutados en la Torre de Londres acusados de traición, fueron:

  • William Hastings, barón de Hasting (1483)
  • Tomás Moro, (1535)
  • Ana Bolena, reina consorte (1536),segunda esposa de Enrique VIII
  • Margaret Pole, condesa de Salisbury (1541)
  • Juana Bolena, vizcondesa de Rochford (1542)
  • Catalina Howard, reina consorte (1542), quinta esposa de Enrique VIII
  • Jane Grey, reina de Inglaterra e Irlanda (1554)

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Juan I , Reina de Inglaterra e Irlanda

Juana Grey (en inglés Jane Grey, Bradgate, Leicestershire, 12 de octubre de 1537Londres, 12 de febrero de 1554), reina de Inglaterra durante nueve días en 1553, lo que la convirtió en la segunda mujer en acceder al trono inglés, después de la reina Matilde de Inglaterra. Pese a su corta edad, se la considera una de las mujeres más cultas de la corte inglesa de su tiempo.

Juana fue la tercera de los 5 hijos -pero primogénita superviviente- de Enrique Grey, tercer marqués de Dorset y de Frances Brandon, duquesa de Suffolk y sobrina de Enrique VIII por ser hija de María Tudor, hermana menor de Enrique VIII. Se benefició de un nuevo modelo intensivo de educación para mujeres. Tuvo como tutor a John Aylmer, quien también fue tutor de la reina Isabel I.

Al igual que Isabel, Grey pasó largas temporadas en la residencia de Catalina Parr. Se enamoró profundamente del futuro rey Eduardo VI.

Reclamación del trono inglés

La sucesión al trono se convirtió en uno de los grandes problemas durante el gobierno del rey Enrique VIII a causa de los constantes conflictos y enfrentamientos religiosos del periodo.

Al producirse el temprano fallecimiento de Eduardo VI, la primera en la línea de sucesión era María Tudor, su hermana segunda, prima de su madre Frances Brandon. El problema era que María era católica y se temía que pudiera revertir los cambios religiosos que había efectuado Eduardo durante su reinado.

Un grupo de nobles protestantes, liderados por John Dudley, duque de Northumberland, que actuó como regente de Eduardo VI, buscaba un heredero que continuase la política religiosa del rey fallecido.

Hicieron que Juana Grey contrajera matrimonio con el menor de los hijos del duque, Guilford Dudley, en Durham House, Londres, el 12 de mayo de 1553. El duque intentaba así mantener su poder que podía perderse si se efectuaban cambios en el país con un nuevo monarca católico.

En el momento de la muerte de Eduardo VI, Grey era la cuarta en la línea de sucesión al trono, después de María, Isabel y Frances Brandon, su madre. La aspiración al trono por su parte tenía por lo tanto escasos fundamentos legales.

El rey Eduardo VI murió el 6 de julio de 1553. Lady Grey fue proclamada reina de Inglaterra el 10 de julio de 1553. Según algunas fuentes, fue engañada por su familia para que optara al trono; rehusó nombrar a su esposo rey. María era mucho más popular que Grey, en parte por el maltrato que había recibido su madre Catalina de Aragón por su esposo, Enrique VIII. Cuando la reina Juana Grey fue derrocada, María envió un emisario para intentar que Juana se convirtiera al catolicismo.

Condena y muerte

La Rebelión Protestante encabezada y acaudillada por Thomas Wyatt en febrero del año 1554 selló el destino de Grey, a pesar de que no estuvo en ningún momento relacionada o vinculada con la rebelión. La rebelión se precipitó ante el inminente matrimonio de María con Felipe II de España.

Tan sólo cinco días después del arresto de Wyatt,Jane Grey fue ejecutada. Además, los españoles instaron y apoyaron a María Tudor a ejecutarla para eliminar un posible obstáculo en el reinado de María. La ejecución tuvo lugar en la Torre de Londres Juana tenía solamente 16 años de edad. Aquel mismo día fue ejecutado también su esposo Guilford. Once días más tarde, el 23 de febrero, su padre Enrique la seguía al cadalso. Fue sepultada con su marido en la capilla de San Pedro-ad-Vincula en la Torre.

Predecesor:
Eduardo VI
Reina de Inglaterra e Irlanda
10 de julio de 1553 - 19 de julio de 1553
Sucesor:
Maria Tudor
  • Robert Devereux, conde de Essex (1601)
  • -http://www.realpolitik.com.ar/data/fotos2/876_852_esposasenriqueVIII.jpg
  • Las esposas de Enrique VIII
1.Catalina de Aragón (1509-1533)
2.Ana Bolena (1533-1536)
3.Jane Seymour (1536-1537)
4.Ana de Cleves (1540-1540)
5.Catalina Howard (1540 - 1542)
6.Catalina Parr (1543-1547)

Jane Seymour, tercera esposa de Enrique VIII. Murió a las pocas semanas de dar a luz a Eduardo VI.

Ana de Cleves, cuarta esposa de Enrique VIII.

Catalina Howard, quinta esposa de Enrique VIII. Fue ejecutada en 1542 por adulterio.

Catalina Parr, sexta y última mujer de Enrique VIII.

FANTASMAS PLEBEYOS

1.Existen muchísimas otras experiencias sobrenaturales en Londres, tales como el caso de Oliver Goldsmith, un poeta, escritor y médico irlandés que murió endeudado a la edad de 45 años. Su cabeza sonriente, incorpórea, apareció detrás del pub “Ye Olde Cock Tavern” en la calle Fleet Street, cerca de las oficinas del Servicio Mundial de la BBC.

2.La enfermera Lizzy Church mató a su amante dándole una sobredosis de morfina en el hospital de University College London. Años después, algunos testigos aseguran que su fantasma aparece justo antes de que se administre la morfina en el mismo hospital.

3.En la calle Church Row se escuchan, según muchos, suspiros de una mamá que mató a su hijo joven,

4. Y en el pub “Holly Bush” describieron a una camarera conversando y atendiendo a clientes, aunque más tarde se enteraron de que nadie de su descripción trabajaba allí.

UN LEGADO DE TERROR

Además de contribuir a la liberación de las mujeres, la Segunda Guerra Mundial dejó el legado de la muerte dolorosa, y por lo tanto, de fantasmas. Su presencia se siente en el metro, donde la gente se escondía de los bombardeos aéreos en los 391 kilómetros de túneles que serpentean por debajo de la ciudad.

1.LA ESTACION DE BETHNAL GREEN

En 1981, el jefe de la estación de metro de Bethnal Green, en el este de Londres, escuchó gritos infantiles por la madrugada, desde su oficina. Poco a poco los chillidos subieron de volumen y también comenzaron a escucharse gritos de mujeres. El jefe salió corriendo de la oficina. En la estación murieron 173 personas durante un ataque aéreo en la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de los muertos fueron niños y mujeres.

2.EL PUB LEATHER EXCHANGE

Otro susurro espeluznante ha helado la sangre de algunos en el centro financiero de Londres. Es el soplo frío de los fantasmas bélicos del pub “Leather Exchange”. La gerencia dice sentir la presencia húmeda de los muertos de un bombardeo aéreo durante la Segunda Guerra Mundial, cuyos cuerpos se pudrieron en el sótano, que en ese entonces se usó como una morgue improvisada.

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16 mar 10

La Historia de La Torre de Londres

En el año 1066 Guillermo I el Conquistador construyó un castillo de forma provisional. Posteriormente, en el año 1078, se empezó a levantar la Torre Blanca (White Tower) para proteger a los ciudadanos de Londres de ataques de posibles enemigos.

El Rey Ricardo Corazó de León, mandó construir el foso que rodea a la White Tower y lo llenó con agua proviniente del río Támesis.

En el año 1220 Enrique III mandó construir el palacio medieval de la Torre de Londres.

En el año 1483 se erigió la Bloody Tower (Torre Sangrienta).

Durante los siguientes siglos, la Torre de Londres fue evolucionando y aumentando su tamaño, con la construcción de nuevas torres y edificios, que completan lo que hoy es una gran fortaleza.

Torre de Londres

Prisioneros de La Torre de Londres

Fueron muchos los prisioneros de la Torre de Londres, muchos de ellos famosos, que acabarón ejecutados en sus instalaciones.

Prisioneros históricos ejecutados en la Torre de Londres

-Tomás Moro: Ejecutado en el año 1535

-Ana Bolena: Ejecutada en el año 1536

-Lady Jane Grey: Ejecutada en el año 1554.Fue reina de Inglaterra durante 9 dias

-Catherine Howard

DE LA TORRE BLANCA A LA TORRE DE LONDRES

LA TORRE de Londres nació como un fortín de los varios erigidos por Guillermo el Conquistador para dominar por completo la ciudad más poderosa de Inglaterra y someter a sus rivales en el año 1066. Poco más tarde el fortín fue reemplazado por un sólido torreón de piedra, la Torre Blanca, cuya construcción fue la pesadilla de la población de los alrededores: cada “shire” o distrito estaba obligado a aportar obreros, y las crónicas de aquel entonces relatan las dificultades de cada uno de ellos para proveer la mano de obra necesaria. Sin embargo, para 1100, cuando la obra fue concluida, hubo que reconocer que exhibía una magnificencia nunca antes vista: el edificio medía 36 por 32 metros de ancho, y sus casi treinta metros de altura dominaban con comodidad el paisaje de los alrededores. Una muralla y un terraplén rematado por una empalizada de madera completaban el conjunto, que tenía todo lo necesario para proteger a Londres de la avanzada de cualquier enemigo. Así fue hasta finales del siglo XIX. Para entonces, la Torre había tenido tiempo de vivir toda clase de acontecimientos y forjar toda clase de leyendas

LOS FANTASMAS DE LA TORRE DE LONDRES

LOS CUERVOS Y SU GUARDIAN
Los visitantes que hoy compran la entrada en la gran explanada tal vez no lo saben, pero ingresan por la misma ruta que seguían quienes entraban a caballo por los puentes levadizos, desde fines del siglo XIII en adelante. Claro que el aspecto medieval de la Torre, casi digno de un decorado de cine, le debe mucho a la imaginación decimonónica y su fascinación por la Edad Media: a mediados del siglo XIX, el arquitecto Anthony Salvin fue encargado de restaurar la fortaleza en un estilo medieval según lo consideraba el imaginario victoriano. Tanto él como su sucesor introdujeron varias reformas e incluso demolieron algunas construcciones originales: al fin y al cabo, no es tan sencillo pasar indemne por diez siglos de historia. Sin embargo, la Torre de Londres sigue en pie, y se dice que seguirá estándolo mientras vivan entre sus murallas los cuervos celosamente preservados por el “Ravenmaster”, o “maestro de los cuervos”.

No se sabe cómo ni en que momento llegaron a la Torre aunque, según cuenta la leyenda, auguraron a Carlos II que si por algún motivo los cuervos abandonaban la Torre de Londres, tanto la Torre como el imperio Británico se vendrían abajo.

Desde ese momento siempre han habido cuervos en la Torre de Londres, y éstos no se escapan gracias a la vigilancia que el Ravenmaster (el maestro cuidador de los cuervos) ejerce sobre ellos y a que les han cortado las alas para que no puedan volar.

Como información curiosa, se puede observar en el foso un monumento en recuerdo de todos los cuervos muertos en la Torre de Londres.

Por las dudas, están bien cuidados: aunque los muros de la Torre no se cayeron cuando los cuervos fueron trasladados, durante la Segunda Guerra Mundial, ni cuando hubo que expulsar a algunos por traviesos, como “George”, al que le gustaba comerse las antenas de televisión…

EJECUCIONES DE TRES REINAS
Ejecuciones, leyendas y joyas Hacia el oeste de la Torre Blanca, un terreno cubierto del célebre y siempre impecable césped inglés oculta una historia trágica: aquí fueron decapitadas diez personas, tres de ellas reinas inglesas.

Las tres fueron ejecutadas en lugares diferentes, pero muy cercanos, hoy unidos en un solo memorial de cristal cuya leyenda pide: “Dulce visitante, deténgase un rato. Donde usted se encuentra la muerte cortó la luz de muchos días. Aquí a los nombres engalanados les tajaron el fértil hilo de la vida. Que en paz descansen mientras paseamos a las generaciones por sus conflictos y su coraje, bajo esos agitados cielos”. Bajo o el sol o la frecuente llovizna de Londres, siempre hay algún grupo de visitantes, rodeado de los guardias de la Torre con sus coloridos uniformes, en torno del memorial, recordando las desdichadas historias de Ana Bolena, Catherine Howard y Jane Grey, reinas breves del violento siglo de los Tudor.

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LOS FANTASMAS DE LA TORRE DE LONDRES

Durante siglos se han comunicado innumerables fenómenos –el primer fantasma que se vio data de 1241–, que van de figuras que cargan cuerpos decapitados –casi todos los espectros vistos carecen de cabeza– a procesiones funerarias sobrenaturales.

Por qué es famoso

Debido a la cantidad de gente que murió allí, la Torre de Londres es descrita como uno de los sitios más terroríficos de Inglaterra. Sin embargo, ningún guía de turistas de la Torre de Londres menciona algo sobre los fantasmas: dice la tradición que, si así lo hicieran, traerían mala suerte sobre ellos.

Una de las historias más convincentes sobre apariciones «sin alma» está compilada en el diario de la Torre de Londres -lugar saturado de fantasmas según la creencia popular.

El protagonista de la historia fue Edmund Lenthal Swifte. En 1814 tenía el cargo de Guardián de las Joyas de la Corona, cargo que ocupó hasta 1842 -o sea, 28 años-. Él mismo cuenta lo que vio un domingo por la tarde en octubre de 1817:

«Mi familia y yo estábamos cenando en el edificio donde se guardan las joyas de la corona, lugar que parece haber sido la «lúgubre prisión» de Ana Bolena y de los diez obispos que allí fueron acomodados piadosamente por Oliver Cromwell. Todas las puertas estaban cerradas, las cortinas, pesadas y oscuras, estaban echadas, y la única luz que había en la estancia era la que emanaba de dos cirios colocados sobre la mesa. Yo estaba sentado en la cabecera de la mesa, mi hijo a mi derecha, mi mujer junto a la chimenea y su hermana enfrente de ella. Estaba ofreciendo vino y agua a mi mujer, cuando ésta, al alzar el vaso, paró el movimiento y exclamó: ¡Dios mío! ¿qué es esto?.»

«Miré hacia arriba y vi un cilindro, como un tubo de vidrio casi del grosor de un brazo, que revoloteaba entre el techo y la mesa; su consistencia parecía ser un denso líquido, blanco y azulado… girando incesantemente dentro del cilindo. Duró aproximadamente dos minutos, entonces empezó a moverse delante de mi cuñada y, resiguiendo el borde de la mesa, pasó por delante de mí y de mi hijo. A continuación siguió por detrás de mi mujer y permaneció brevemente sobre su hombro derecho (téngase en cuenta que no había ningún espejo en la parte opuesta que le permitiera ver qué estaba pasando). De repente, mi mujer se agachó, con las manos en el hombro, y gritó: ¡Dios, me está cogiendo!.»

«Incluso ahora siento el terror que sentí entonces. Salté de la silla y golpeé la aparición, golpe que fue a parar en el revestimiento de madera situado detrás de ella. Entonces, la «cosa» cruzó el borde de la mesa y desapareció por la ventana.»

EL SOLDADO QUE MURIO DE MIEDO
No volvió a verse tan extraña manifestación; pero, algunos años más tarde, ocurrió un suceso que confirmó trágicamente la explicación de Swifte: un soldado murió literalmente de miedo en la Torre de Londres.

El soldado estaba de centinela frente al edificio donde se guardan las joyas de la corona, cuando, cerca de medianoche, oyó un sonido gutural detrás de él. Al girarse vio un gran oso negro de pie sobre sus patas traseras, con los dientes hacia fuera y los ojos rojos de rabia, que se abalanzaba sobre él. El soldado lanzó su bayoneta contra el cuerpo del animal, pero el arma pasó sin herirlo y el animal desapareció. Una patrulla encontró unos cuantos minutos después al soldado desmayado; la bayoneta estaba clavada en la sólida madera de la puerta. El soldado, todavía sin sentido, fue trasladado al cuerpo de guardia donde un médico afirmó que no estaba ni borracho ni dormido. Repitió una y otra vez su extraña historia, hasta que tres días después murió.

Durante aproximadamente 300 años, hasta mediados del siglo XVII, en la Torre había habido un zoológico real, y entre los animales que allí se cuidaron había numerosos osos. A pesar de que no existan referencias de la autopsia del soldado, el hecho de que muriese tres días después de aquella experiencia podría indicar que estaba enfermo sin saberlo, y que la aparición fue una alucinación causada por su propia enfermedad. Por otra parte, los fantasmas de animales tienen más sentido como «espíritus que regresan» que sus equivalentes humanos, por la sencilla razón que ya hemos apuntado antes: por lo menos ellos «aparecen» exactamente con el mismo aspecto que tenían en vida. El hecho de que el hombre haya perdido muchos de sus instintos «primitivos» mientras que los animales todavía los conservan podría también tener una relación con el papel paranormal de aquellos.

http://todomiedo.cl/?a=976

UN HOMENAJE Y UN MISTERIO MAS

Entre los misterios del lugar, se cuenta que todos los años –desde hace décadas, al menos desde los años ’60– llega a la Torre un homenaje anónimo a la segunda esposa de Enrique VIII, bajo la forma de un ramo de rosas con una simple tarjeta: “Reina Ana Bolena, 1536”. Nadie sabe quién las envía, aunque proceden de una famosa florería de Londres: la discreción inglesa prevalece, así como la voluntad de perpetuar una leyenda moderna sobre la antigua Torre. Hay otras, sin embargo: una misteriosa foto con una “mano fantasma”, tomada en 1994 por un grupo de turistas y cuidadosamente examinada por expertos que dicen no haberle encontrado explicación; el espectro de los Cuarteles de Waterloo que en los años ‘80 aterrorizó a algunos de los guardianes; la maldición del Koh-i-Noor, el espectacular diamante de 105 quilates que fue el más grande de los conocidos en su tiempo, engarzado en la corona que usaba la Reina Madre.

Este diamante es una de las grandes atracciones de los Cuarteles de Waterloo, el sector de la Torre que alberga las joyas de la corona. Las auténticas joyas –para genuina sorpresa de los visitantes, admirados ante la magnificencia y el lujo de los objetos exhibidos en vitrinas tenuemente iluminadas– son las que se usan realmente durante las coronaciones de los reyes, desde las coronas hasta los cetros, espadas, orbes y túnicas. Hasta principios del siglo XIX, las piedras preciosas eran simplemente alquiladas, engarzadas para la coronación y finalmente devueltas. Luego de la ceremonia las joyas se exponían al público, pero adornadas con piedras falsas. El incalculable aporte de riquezas de los distintos puntos del Imperio Británico modificó esta costumbre, y parte de esta riqueza es justamente la que hoy se exhibe aquí en la Torre, incluyendo los últimos objetos elaborados para la coronación, en 1953, de Isabel II. Claro que ya no es como en el siglo XVII, cuando a cambio de una pequeña propina la gente podía tocar las joyas… quien ahora intente acercarse, o simplemente sacar una foto, corre el riesgo de ser perseguido por un ejército de alarmas y guardianes.

Las joyas tienen, naturalmente, años de anécdotas acumuladas: como la infortunada corona imperial, que se le cayó al piso al duque de Argyll, durante la apertura del Parlamento en 1845. Quedó “toda aplastada y aplanada, como una tarta en la que alguien se hubiera sentado”, según la gráfica descripción de la reina Victoria. Se cuenta, también, que durante su coronación en 1937 Jorge VI estaba convencido de que el arzobispo de Canterbury no sabría distinguir entre las partes delantera y trasera de la corona de San Eduardo: para remediarlo, hizo atar un hilo de algodón rojo en la parte delantera, antes de la ceremonia. Pero una mano atenta lo quitó un poco antes de comenzar… y finalmente el rey terminó coronado al revés.

Historias de la Torre Los visitantes de la Torre no pueden sino conmoverse con una de sus historias más tristes: la desaparición y casi seguro asesinato de los dos pequeños hijos de Eduardo IV. A la muerte del rey, su hijo Eduardo V, de 12 años, y su hermano Ricardo, de 10, fueron llevados a la Torre por orden de su tío, el Duque de Gloucester. Allí los desdichados niños fueron declarados ilegítimos, y su tío fue coronado como Ricardo III. Aunque no haya pruebas, la historia lo condenó para siempre como mandante del asesinato de ambos hermanos, de cuyo destino nunca más volvió a saberse. Shakespeare también hizo lo suyo para perpetuar la figura de Ricardo III, aquel que hubiera dado su reino a cambio de un caballo… Mucho tiempo después, fueron hallados en la Torre los esqueletos de dos niños, ocultos bajo una escalera en la Torre Blanca, que probablemente hayan sido los infortunados Eduardo y Ricardo. Sin datos que corroboren su veracidad, el imaginario popular ubicó la historia de los príncipes en la llamada Torre Sangrienta. Sin embargo, el mismo lugar estuvo también la celda “de lujo” de Sir Walter Raleigh, que escribió aquí su Historia del mundo. Otros prisioneros célebres dejaron sus nombres grabados en las paredes de la Torre Beauchamp, cuando la inestabilidad política y religiosa de la Inglaterra de los siglos XVI y XVII transformó a la Torre en la principal prisión estatal del país. Aquí se lee claramente el nombre “Jane”, según la leyenda grabado por Guilford Dudley, esposo de la malograda Jane Gray, la “reina de los nueve días”.

EL DERECHO DEL CONDESTABLE

Todavía hoy, tantos siglos después, la Torre de Londres está envuelta en un halo de misterio y leyenda. Y como celosos cuidadores de tradiciones, los ingleses se encargan de que siga estándolo, respetando algunas costumbres casi inmemoriales: entre otras muchas, el pago del “Derecho del Condestable”, uno de los varios impuestos que antiguamente cobraba el gobernador de la Torre al tráfico que pasaba por el Támesis.

Por eso actualmente, cuando un barco de la Armada Real atraca en el embarcadero, el capitán debe entregar al gobernador de la Torre un barril de ron… que seguramente tendrá el mismo alegre fin de cualquier barril de ron a lo largo de la historia. Aunque sea una historia tan pomposa, trágica y extensa como la que alberga la Torre de Londres, secular centinela de las orillas del Támesis.

Las Joyas de la corona

El cetro real ingles

El edificio donde se encuentran las joyas de la corona es uno de los más frecuentados y en los que seguramente tendremos que hacer bastante cola para acceder.

En este espacio se encuentran las joyas utilizadas para la coronación de los reyes y reinas de la casa real Británica desde el siglo XVII además de varios ropajes que también se han utilizado en dichas coronaciones.

El valor de loas joyas de la corona es prácticamente incalculable, ya no solo por su propio valor material, sino también por su valor histórico.

Algunas de las joyas de la corona más valiosas son la tiara de la reina María de Módena, que inicialmente estaban adornada con perlas y que posteriormente se sustituyeron por diamantes, asi como la tiara de la gran duquesa Vladimir y la corona del Estado Imperial, realizada en el año 1838 para la coronación de la Reina Victoria y que posee en su parte central un hermoso rubí.

En una única ocasión se han intentado robar las joyas de la corona, aunque sin éxito alguno.

Resulta recomendable no visitar las joyas de la corona en horarios punta, y buscar momentos alternativos para hacerlo, como a primera hora, a la hora de comer, o cuando no quede mucho tiempo para cerrar, (aunque sin apurar mucho) cuando la mayoría de la gente que está en el interior de la Torre de Londres ya ha visitado las joyas de la corona.

Ceremonia de las Llaves

La ceremonia de las llaves se celebra todas las noches en la Torre de Londres desde hace 700 años.

Para informarte sobre el ritual de la ceremonia de las llaves y cómo poder asistir visita la sección sobre la ceremonia de las llaves.

Cómo acudir a la ceremonia de las llaves

La ceremonia de las llaves de la Torre de Londres es gratuita, al menos casi gratuita ya que al finalizar se nos pedirá una aportación voluntaria de 5 libras que se deben introducir en una urna. Para poder conseguir una invitación se debe escribir una carta a la Oficina de la ceremonia de las llaves.

Cómo solicitar las invitaciones

Se debe escribir una carta formal en la que solicitemos las invitaciones para la ceremonia de las llaves.

Al escribir la carta no nos debemos olvidar de:

Nombre de los interesados en acudir a la ceremonia de las llaves.

Indicar dos posibles fechas o incluso alguna más en las que se pueda acudir a la ceremonia, para ampliar las posibilidades de que haya fechas disponibles.

Enviar la carta con dos meses de antelación aproximadamente, respecto a la fecha en que queremos asistir a la ceremonia de las llaves. Para asistir a la ceremonia de las llaves en verano, se recomienda enviar la carta con una antelación de 3 meses. (Si estáis fuera de plazo no os resigneis y enviar la carta solicitando las invitaciones e indicando varias fechas en que os sea posible acceder. Es muy probable que todavía queden algunas invitaciones, y vale la pena intentarlo)

Si se escribe desde fuera del Reino Unido se debe incluir en el interior del sobre de la carta un mínimo de dos cupones de respuesta internacional (CRI), para que os puedan contestar y enviar las invitaciones. (Los cupones de respuesta internacional se pueden conseguir en las oficinas de correos y tienen un precio de aproximadamente 1,33 euros cada uno, si se trata como sucede en este caso para sobres o paquetes de 50 gramos o menos).

Indicaciones a tener en cuenta al escribir la carta
Entre el 1 de abril y el 31 de octubre inclusives, el número máximo de invitaciones que una persona puede pedir para un mismo día se limita a 6.

Entre el 1 de noviembre y el 31 de marzo inclusives el número máximo de invitaciones para la ceremonia de las llaves que una persona puede solicitar es de 15.

No se aceptan solicitudes a través de e-mail, teléfono o fax.

Las solicitudes desde operadores turísticos, hoteles y agencias de viajes para terceras personas no se aceptan.

Datos de la Oficina de la ceremonia de las llaves

Ceremony of the Keys Office
Tower of London
LONDON, EC3N 4AB
Great Britain
Tel: +44 (0)20 3166 6278

Entrada a la ceremonia de las llaves

La ceremonia de las llaves empieza a las 21:30, por lo que se recomienda estar unos 15 minutos antes de esa hora en la entrada principal a la Torre de Londres.

Se debe llevar la invitación que nos hayan enviado por correo, sino no podremos acceder al interior de la Torre. Si se llega un poco antes de la hora puede ser que todavía no haya ningún visitante más esperando. Con el paso de los minutos irán llegando los visitantes a la ceremonia.

Se debe esperar pacientemente, hasta que a las 21:30 un Beefeater abrá la puerta y nos llame. En ese momento nos debemos acercar con la invitación en la mano y mostrársela para poder entrar.

Transcurrir de la ceremonia de las llaves

El Beefeater encargado del acceso a la Torre de Londres, cierra las puertas de la Torre de Londres y hace entrega de ellas a los guardias de la Torre para que las vigilen.

Los visitantes que acuden a ver la ceremonia de las llaves Torre de Londres son recibido por un Beefeater que les acompaña hasta el interior de la Torre. Allí les lleva hasta la Traitor’s Gate (puerta de los traidores) y les explica la historia de la ceremonia de las llaves y como va a transcurrir. (Todo esto siempre en inglés).

Una vez finaliza dicha explicación, que puede durar unos 5 o 10 minutos empieza la ceremonia de las llaves.

El encargado de custodiar la entrada principal de la Torre de Londres, cierra la puerta de entrada y se dirige al interior del castillo con paso firme, llevando las llaves de la Torre en una mano y un candelabro para iluminarse con la otra.

A medio camino, un guardia de seguridad de la Torre, al oir el ruido se aproxima, y aunos 40 metros de distancia y apuntándole con un arma le pregunta, “Who goes there?” (¿Quíen anda allí?). El Beefeater le responde: “The Keys” (las llaves). Posteriormente el guardia de la Torre le pregunta “Whose Keys?” (¿Qué llaves?)”, a lo que el Beefeater responde “Queen Elizabeth’s Keys.” y por último el guardia deja de encañonarle y responde “”Pass Queen Elizabeth’s Keys. All’s well” (Que pasen las llaves de la Reina Elizabeth. Todo es correcto)

La conversación que mantienen el guardián de las llaves y el guardia de la Torre se realiza mediante fuertes gritos debido a la distancia que les separa. El silencio de la noche y lo solemne de la ceremonia hace que todavía sea más espectacular.

Pasados unos segundos se acercan unos 10 guardias que se encargan de escoltar al guardián de las llaves. Pasan por debajo del arco de la Bloody Tower (la Torre Sangrienta) y al cabo de unos metros se detienen. Justo en este momento, los visitantes que están viendo la ceremonia deben ir a paso ligero unos metros detrás del guardián de las llaves y de los guardias que le escoltan.

Una vez se hayan detenido, los visitantes deben permanecer unos metros por detrás. En ese momento el guardián de las llaves se adelanta dos pasos y exclama: “God preserve Queen Elizabeth” (Dios salve a la Reina Elizabeth), a lo que el guardia responde “Amen”.

En ese momento el guardián de las llaves hace entrega de las mismas al guardia, que se introduce en el interior de la Queen’s House.

Final de la ceremonia de las llaves

Una vez se han retirado los guardias de la Torre de Londres y el guardián de las llaves, el Beefeater que nos ha ido explicando la historia de la ceremonia y el proceso de la misma nos dirá si tenemos alguna pregunta.

Después de responder a nuestras dudas, el Beefeater, nos acompañará hasta la salida. En ese momento nos comentará que se agradecería una aportación voluntaria de unas 5 libras por persona y que se debe introducir en una pequeña urna.

Normas a tener en cuenta

Durante la ceremonia de las llaves no se puede ir al lavabo.

Esta prohibido comer o beber durante la ceremonia de las llaves.

Esta prohibido tomar fotos durante la ceremonia de las llaves.

Una vez el Beefeater nos haya explicado la historia y el procedimiento de la ceremonia, el desarrollo de la misma se debe seguir con absoluto silencio y respeto.

http://www.guia-londres.com/ceremonia-llaves-torre/

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