3 Sep 09

Libia, oficialmente la Gran República Árabe Libia Popular y Socialista o Gran Jamahiriya Árabe Libia Popular Socialista, es un país del norte de África, ubicado en el Magreb. Limita con el Mar Mediterráneo al norte, al oeste con Túnez y Argelia, al suroeste con Níger, al sur con Chad, al sureste con Sudán y al este con Egipto(Wikipedia).

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Actualmente al país se le adjudica la esperanza de vida más alta de África (si se cuentan las dependencias sólo es superada por la isla británica de Santa Helena), con 74 años. También cuenta con el PIB (nominal) más alto del continente africano, al igual que el PIB (PPA). Libia ocupa el primer puesto en índice de desarrollo humano de África.

Las primeras menciones que aparecen de Libia en la historia, se refieren a los mercenarios libios contratados por el Antiguo Egipto, en el primer milenio a.C. El ejército cartaginés de Aníbal Barca también contará más tarde con estos mercenarios que constituirán el punto más fuerte de la infantería de su ejército en su famosa expedición a la península itálica a través de los Alpes. La franja costera del país fue visitada por griegos y fenicios, y dominada más tarde por el Imperio Romano, el reino vándalo de Genserico, el Imperio Bizantino, los árabes y el Imperio Otomano.

En 1912, Libia fue invadida por Italia. Hasta ese momento, debido a su escaso valor económico y estratégico, el territorio (a la sazón controlado por jefes beduinos) se había librado de la voracidad de las potencias imperialistas europeas, pero los italianos, que deseaban crearse un imperio colonial, no tenían mejores tierras que invadir, a lo que se unió la cercanía geográfica del territorio con su propia península. El dominio italiano sobre Libia duró hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, conflagración en la que el territorio fue testigo de la lucha entre el Afrika Korps de Rommel, por parte del Eje, y las tropas de Montgomery, por parte de Gran Bretaña.

Al final de la guerra los aliados no logran ponerse de acuerdo sobre el futuro de la antigua colonia italiana. En ese momento era un territorio más de cinco veces mayor que la propia Italia. Sin embargo, la población no sobrepasa el millón de habitantes, por lo que representaba un destino apropiado para el remanente de población de Italia que empezó a buscar lugares a los cuales emigrar después de la guerra. Los recelos entre occidente y la Unión Soviética hacen que finalmente la ONU decida dar la independencia al país dejándolo en manos del rey Idris.

De esta forma Libia se convierte en la primera colonia africana en lograr su independencia. Más adelante las potencias europeas lamentarían este hecho, pues contribuyó a desencadenar las diferentes luchas por la independencia africana. Además perdieron para sí la última oportunidad de construir un estado de estilo europeo en el litoral sur del Mediterráneo.

En la actualidad, Libia es un régimen dictatorial socialista. Sin embargo, Muammar al-Gaddafi (existen más de treinta maneras de transcribir este nombre en caracteres latinos), sigue siendo la figura emblemática y líder de la revolución, a pesar de no tener ningún cargo gubernamental. En efecto, Muammar al-Gaddafi implantó un régimen de gobierno proclamadamente socialista conocido como Yamahiriyya (Estado de las Masas) que pretende ser un sistema de gobierno directo donde pueblo ejerce el poder mediante la participación directa y protagónica en las tomas de decisiones (Poder Popular). Defensor del panarabismo y del Islam, Gaddafi patrocinó acciones terroristas contra países occidentales y principalmente contra objetivos estadounidenses. Como consecuencia Ronald Reagan, ordenó un bombardeo a Trípoli y Bengasi, sus dos principales ciudades, en 1986. En medio de estas acciones murieron varios civiles, incluyendo una hija adoptiva de Al-Gaddafi, Jana.

Al final de los años ochenta del siglo XX dos aviones explotaron como consecuencia de atentados terroristas, uno en el Reino Unido (Atentado de Lockerbie) y otro en África (Atentado contra el vuelo UTA 772). Los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia acusaron a Libia de dichas acciones y emprendieron una serie de sanciones que llevaron al aislamiento del país.

Por otra parte, la Unión Africana se formó oficialmente en marzo de 2001, durante una ceremonia llevada a cabo en la ciudad libia de Syrte.

En 2003 el gobierno libio reconoció la responsabilidad de ciudadanos libios en estos atentados y llegó a acuerdos por los que se comprometía a indemnizar a los familiares de las víctimas de los dos aviones. Como consecuencia, se han levantado las sanciones que existían sobre el país.

Las primeras menciones que aparecen de Libia en la historia, se refieren a los mercenarios libios contratados por el Antiguo Egipto, en el primer milenio a.C. El ejército cartaginés de Aníbal Barca también contará más tarde con estos mercenarios que constituirán el punto más fuerte de la infantería de su ejército en su famosa expedición a la península itálica a través de los Alpes. La franja costera del país fue visitada por griegos y fenicios, y dominada más tarde por el Imperio Romano, el reino vándalo de Genserico, el Imperio Bizantino, los árabes y el Imperio Otomano.

En 1912, Libia fue invadida por Italia. Hasta ese momento, debido a su escaso valor económico y estratégico, el territorio (a la sazón controlado por jefes beduinos) se había librado de la voracidad de las potencias imperialistas europeas, pero los italianos, que deseaban crearse un imperio colonial, no tenían mejores tierras que invadir, a lo que se unió la cercanía geográfica del territorio con su propia península. El dominio italiano sobre Libia duró hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, conflagración en la que el territorio fue testigo de la lucha entre el Afrika Korps de Rommel, por parte del Eje, y las tropas de Montgomery, por parte de Gran Bretaña.

Al final de la guerra los aliados no logran ponerse de acuerdo sobre el futuro de la antigua colonia italiana. En ese momento era un territorio más de cinco veces mayor que la propia Italia. Sin embargo, la población no sobrepasa el millón de habitantes, por lo que representaba un destino apropiado para el remanente de población de Italia que empezó a buscar lugares a los cuales emigrar después de la guerra. Los recelos entre occidente y la Unión Soviética hacen que finalmente la ONU decida dar la independencia al país dejándolo en manos del rey Idris.

De esta forma Libia se convierte en la primera colonia africana en lograr su independencia. Más adelante las potencias europeas lamentarían este hecho, pues contribuyó a desencadenar las diferentes luchas por la independencia africana. Además perdieron para sí la última oportunidad de construir un estado de estilo europeo en el litoral sur del Mediterráneo.

LIBIA EN LA ACTUALIDAD

En la actualidad, Libia es un régimen dictatorial socialista. Sin embargo, Muammar al-Gaddafi (existen más de treinta maneras de transcribir este nombre en caracteres latinos), sigue siendo la figura emblemática y líder de la revolución, a pesar de no tener ningún cargo gubernamental. En efecto, Muammar al-Gaddafi implantó un régimen de gobierno proclamadamente socialista conocido como Yamahiriyya (Estado de las Masas) que pretende ser un sistema de gobierno directo donde pueblo ejerce el poder mediante la participación directa y protagónica en las tomas de decisiones (Poder Popular). Defensor del panarabismo y del Islam, Gaddafi patrocinó acciones terroristas contra países occidentales y principalmente contra objetivos estadounidenses. Como consecuencia Ronald Reagan, ordenó un bombardeo a Trípoli y Bengasi, sus dos principales ciudades, en 1986. En medio de estas acciones murieron varios civiles, incluyendo una hija adoptiva de Al-Gaddafi, Jana.

Al final de los años ochenta del siglo XX dos aviones explotaron como consecuencia de atentados terroristas, uno en el Reino Unido (Atentado de Lockerbie) y otro en África (Atentado contra el vuelo UTA 772). Los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia acusaron a Libia de dichas acciones y emprendieron una serie de sanciones que llevaron al aislamiento del país.

Por otra parte, la Unión Africana se formó oficialmente en marzo de 2001, durante una ceremonia llevada a cabo en la ciudad libia de Syrte.

En 2003 el gobierno libio reconoció la responsabilidad de ciudadanos libios en estos atentados y llegó a acuerdos por los que se comprometía a indemnizar a los familiares de las víctimas de los dos aviones. Como consecuencia, se han levantado las sanciones que existían sobre el país.

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