30 May 11

Madrid, 30/05/2011

La obra de Leonardo da Vinci ha aterrizado hoy en Madrid sobre las 2 de la tarde.

La Dama del armiño, 1490, Leonardo da Vinci, se expondrá en Madrid

Cecilia Gallerani ((1473-1536), amante de Ludovico Sforza, Duque de Milán

Está pintado al óleo sobre tabla que mide 54,8 cm. de alto y 40,3 cm de ancho y data del periodo 1488-1490. Se conserva en el Museo Czartoryski de Cracovia (Polonia), donde se exhibe con el título de Dama z gronostajem.

Para muchos, este retrato de Cecilia di Fazio Gallerani, La dama del armiño, es el más hermoso jamás pintado. Quizá solo le haga sombra La Gioconda, ambos surgidos de los pinceles y el inmenso genio de Leonardo da Vinci

Entre fuertes medidas de seguridad y una fina lluvia, que después arrecia, un avión militar — un DN 235—, procedente de Polonía, toca tierra en la Base aeréa de Torrejón de Ardoz a las 14,10 horas, aproximadamente. En la pista varios coches de la guardia civil alineados, mientras en el otro lado se pueden ver aviones contraincendios y un caza F-18.

¿Y si Leonardo hubiese inmortalizado el momento en el que el armiño mordió a la dama?

http://beginner.worth1000.com/entries/410483/c-galleraaaargh

O tomando café?

Igor Bitman - Cecilia Gallerani au café

http://www.amorosart.com/artwork-bitman-cecilia_gallerani_au_cafe-4730-en.html

«Que venga a esta Base es algo excepcional, lo habrá pedido Patrimonio Nacional de manera especial», explica a ABC el responsable de aduanas, José María Segovia, acostumbrado a gestionar la recepción de obras de arte, algo que habitualmente sucede en el Aeropuerto de Barajas.

La exposición “Polonia, Tesoros y Colecciones Artísticas. La edad de oro de Polonia. Tesoros de las colecciones polacas siglo XV- siglo XVIII que podremos ver en las Salas Génova del Palacio Real de Madrid. Serán un total de 190 obras entre pintura, escultura, mobiliario, tapices, artes decorativas y suntuarias, monedas, medallas, libros y documentos”, que el día 3 de junio se abre al público en el Palacio Real de Madrid, permitirá ver en la capital una de las obras más famosas de Leonardo da Vinci, La Dama del Armiño.


La pintura, un óleo sobre tabla pintado en torno a 1490, es propiedad de la Princes Czartoryski Foundation de Cracovia (Polonia).

Se trata de la representación de Cecilia Gallerani, la joven de 17 años amante de Ludovico Sforza “El Moro”, y es uno de los cuatro “posibles “retratos de mujer pintados por Leonardo, siendo el primero la Ginevra de’ Benci , (1474-78 ) (National Gallery of Art, Washington)

Archivo:Ginevra de' Benci.jpg

Este Retrato de mujer, llamado de Ginebra de Benci es un cuadro atribuido aLeonardo Da Vinci, datado hacia 1474-76. Está realizado al temple y óleo sobre tabla (madera de álamo). Mide 38,8 cm. de alto y 36,7 cm. de ancho. Fue adquirido por la National Gallery of Art de Washington en 1967 por 5 millones de dólares pagados a la Casa Real de Liechtenstein, un precio récord para ese tiempo.

Se cree que es un retrato de Ginebra de Benci (Ginevra de’ Benci), lo que explicaría la representación del enebro a sus espaldas. Fue una dama de la clase aristocrática del siglo XV de Florencia, admirada por su excepcional inteligencia por sus contemporáneos florentinos. A Ginebra Benci se la recuerda hoy en día sólo por ser el tema de una de las 17 pinturas atribuidas a Leonardo da Vinci. Posiblemente en el pasado fuera más grande, habiéndose acortado por la parte inferior.

Se considera que es obra del mismo autor de La dama del armiño del Museo Czartoryski, y en general se considera que el autor de ambas fue Leonardo, pero no sin voces disidentes dentro de la crítica.

Destacada por su extraña luminosidad, y la atención prestada al detalle. Hay toques de luz en el cabello, al modo de la pintura flamenca. El pintor extendió la pintura, en algunos lugares, con los dedos, dejando así marcadas sus huellas dactilares.

Ludovico Sforza, el Moro, Duque de Milán.

Podría haber sido hecho con motivo del matrimonio de Ginebra, en 1474 o, dado que ella aparenta más de 17 años, pudo ser un encargo de años posteriores del embajador veneciano Bernardo Bembo, que tenía con la dama una amistad platónica. Pijoán considera que está datada hacia 1504, cuando Ginebra tendría treinta años.

En el reverso está representada una guirnalda, con una rama de laurel y otra de palma, atada por una cartela en la que pone “VIRTUTEM FORMA DECORAT” (la belleza adorna la virtud). La pintura del reverso podría aludir a la castidad del sentimiento amoroso que Ginebra inspiró.

Archivo:Leonardo da Vinci 050.jpg

La bella Ferroniére

La Belle Ferronière

Bernardino de’Conti o Boltraffio puede que haya sido el autor de este retrato femenino.

La belle ferronière es el título de dos retratos del Renacimiento: uno en el Museo del Louvre y otro en el Museo Czartoryski de Cracovia,

Leonardo da Vinci. Portrait of an Unknown Woman

ambos atribuidos al pintor italiano Leonardo da Vinci. Este Retrato de una mujer desconocida o Retrato de dama del Museo del Louvre fue pintado hacia 1490-95, y se reputa posterior a La dama del armiño de Cracovia. Es un óleo sobre tabla que mide 63 cm de alto y 45 cm de ancho.

La belle ferronière


“La Belle Ferronière” fue una de las amantes del rey Francisco I de Francia. Era una burguesa de París, y recibiría su nombre de la profesión de su marido, ferronnier (ferretero, persona que comercia con hierro), o simplemente del nombre de su marido, llamado Ferron. Este hombre fingió tolerar la conducta de su mujer, pero secretamente ideó una forma odiosa de deshacerse de ella y su amante real, contrayendo la sífilis y pegándosela a ambos. Ella murió pronto y Francisco I no se curó jamás.

Esta mujer dio su nombre (ferronière) a una joya que consistía en una cinta o cadena que rodea la cabeza, inmovilizando el cabello, y que se cierra sobre la frente con un camafeo o una piedra preciosa. Este adorno se puso de moda entre las mujeres de Francia e Italia del siglo XVI , usándose para ocultar lesiones sifilíticas.

La dama de esta obra de Da Vinci usa esa joya, lo cual dio lugar a un error de catalogación a finales del siglo XVIII. En realidad, se ignora quién es la retratada. Tradicionalmente se la ha identificado con Isabel de Este, Beatriz de Este o incluso con Isabel Gonzaga o una de las muchas amantes de Ludovico Sforza, como Lucrezia Crivelli, de la que Leonardo hizo un retrato, según consta en el Códice Atlántico (f. 167 vto.); puede que represente a Cecilia Gallerani, amante del Moro, en una edad más avanzada respecto a las facciones juveniles que presenta en la Dama del armiño.

La Belle Ferronière 1490- 1495 Óleo sobre tabla 62 x 44 cm Museo del Louvre, París

y el último La Gioconda (Museo del Louvre, París).

EL TITULO DE LA OBRA:EL ARMIÑO COMO PROTAGONISTA

El título de la obra responde al pequeño armiño que aparece en los brazos de la protagonista, emblema que encierra una alusión a Ludovico El Moro, al que también conocían por el sobrenombre de “ermellino”, por haber recibido en 1488 la Orden del Armiño que le concedió Don Fernando I de Aragón, Rey de Nápoles.

LUDOVICO EL MORO Y LEONARDO EN LA CORTE DE MILÁN

Ludovico Sforza, apodado “El Moro”, Gran Duque de Milán , era uno de los hombres más poderosos de su tiempo. Leonardo da Vinci vivió en su magnífica Corte, contratado por el duque para crear ingenios mecánicos y armas para sus ejércitos en las guerras con sus vecinos y que acabó convirtiéndose no sólo en pintor de su corte, sino también en organizador de eventos cortesanos, encargándose de dirigir la creación y colocación de los aparatos que constituían el decorado de las fiestas. Él organizó las celebraciones conmemorativas del matrimonio de Gian Galeazzo Sforza e Isabel de Aragón, sobrina de Fernando II, rey de Nápoles.

Para ello ideó un Paraíso en el interior de una gran sala, cubriéndola de sedas y tapices y diseñó ingeniosos aparatos que permitían a los actores, disfrazados de dioses, descender del cielo y posarse sobre un monte, tocando instrumentos y cantando alabanzas a los recién casados. Otros simulaban ser planetas, que

otorgaban dones a la desposada.

En este increíble escenario se danzaba y se recitaban sonetos. Las máscaras y los atavíos de los participantes eran de una increíble originalidad. Pero la gran novedad de la representación estribó en los “efectos especiales”, la gran capacidad de Leonardo para crear, a través de elementos mecánicos, atmósferas mágicas. Con esta ayuda increíble, las fiestas de Ludovico Sforza tenían la fama garantizada en toda Italia.

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Ésta pintura será sin duda la pieza estrella de la muestra, que ha sido organizada por Patrimonio Nacional y el Museo Czartoryski de Cracovia, con la colaboración de la Fundación Banco Santander, Acción Cultural Española y del Ministerio de Cultura de Polonia.



A continuación reproducimos algunos extractos del texto La Dama del Armiño, de Janusz Wa≥ek, en el que el especialista expone todo su conocimiento sobre la obra:



“Leonardo da Vinci pintó La dama del armiño, también conocida como Retrato alegórico de Cecilia Gallerani, hacia 1490, en el período en que trabajó al servicio del duque milanés Ludovico el Moro. El cuadro fue adquirido –ignoramos a quién– por el príncipe Adam Jerzy Czartoryski hacia 1800 y seguramente en Italia. Pasó enseguida a manos de su madre, la princesa Izabela Czartoryska, de soltera Fleming, quien en 1801 creó en Pu≥awy el primer museo polaco abierto al público. Sin identificar a la modelo, Czartoryska lo denominó La Belle Ferronnière, probablemente por su similitud con el grabado de otro retrato de Leonardo que se halla hoy en el Museo del Louvre. Parece que fue por entonces cuando se le añadió en la esquina superior izquierda la inscripción «la bele feroniere / leonard d’awinci». La utilización de la W (inexistente en italiano) en el apellido del pintor es quizás deliberada, para adaptarlo al polaco. Es probable también que en esa época se repintara en negro el fondo original (gris y azul celeste) y se resaltaran igualmente en negro algunos elementos de la vestimenta.

Los historiadores del arte polacos J. Mycielski (1893) y J. Bo≥oz-Antoniewicz (1900) fueron los primeros en señalar que podría tratarse del desaparecido retrato de Cecilia Gallerani, joven dama de la corte milanesa que fue amante del duque Ludovico Sforza el Moro.
[...]
H. Ochenkowski (1919) señaló que en el armiño podía haber también una referencia a Ludovico el Moro, llamado en ocasiones Ermellino (armiño en italiano). C. Pedretti (1990) desarrolló posteriormente esta identificación relacionando el apodo del duque con el hecho de que en 1488 el rey de Nápoles, Fernando I de Aragón, le concediera la Orden del Armiño –este animal estaba considerado desde la Antigüedad un símbolo de pureza, y además había aparecido en un grabado de Leonardo (h. 1490) que, según Pedretti, era un proyecto de medalla para Ludovico. [...] No obstante, los especialistas siguieron albergando dudas sobre la identidad de la joven, sobre todo por su edad, 16 o 17 años, mientras que Cecilia Gallerani, por los documentos de archivo, debería parecer mayor cuando fue retratada. J. Shell y G. Sironi (1992) descubrieron un error en uno de los documentos, lo cual permitió establecer las fechas correctas de la vida de Cecilia y estimar que, como había nacido probablemente en 1473, tendría unos 17 años cuando se pintó el retrato, de manera que desde entonces esta identificación está universalmente aceptada.

Cecilia Gallerani nació en Siena, en el seno de una familia que no pertenecía a la nobleza y que se estableció en Milán. Bella e inteligente, apareció en la corte de Ludovico el Moro a principios de 1489. Gracias a sus grandes dotes, sobre todo para la literatura y la música, fue llamada «Musa» y «Donna docta», y comparada con destacadas mujeres de la Antigüedad como Aspasia de Mileto (esposa de Pericles) o Asiotea (alumna de Platón). Con su atractiva personalidad, no tardó en participar en las tertulias filosóficas y otras actividades de la humanista corte milanesa. Al poco tiempo se convirtió en amante oficial del duque, que llevaba mucho tiempo casado pro verba con Beatrice d’Este, hija menor de Ercole I d’Este, duque de Ferrara.
[...]
Z. Øygulski Jr. (1969) fue el primero en analizar a fondo el estilo del peinado y de la vestimenta de la modelo, que consideraba alla spagnola, con elementos de origen árabe como los nudos, tan característicos de Leonardo. El cabello, con nítida raya al centro, cae liso a ambos lados del rostro y se recoge después en una larga trenza. Lleva una cofia sujeta con una cinta de seda negra que atraviesa la frente, y todo el conjunto se cubre con una gasa transparente rematada con un ribete de hilo de oro justo por encima de las cejas. Lleva un vestido rojo, con corpiño y mangas atadas con lazos, y una capa azul con una amplia abertura por la que saca el brazo la modelo.

También ha sido objeto de controversia el pequeño animal, perteneciente a la familia de los mustélidos. Para Czartoryska era una garduña, y para otros una comadreja (por otra parte imposible de domesticar), un hurón o un turón albino. Al margen de la especificación zoológica, en el cuadro tiene sobre todo una función de emblema, en indudable alusión a Ludovico el Moro y a su amante. Como ya se ha dicho, al duque le llamaban Ermellino (armiño), y el apellido de Cecilia coincide parcialmente con el nombre de este animal en griego (gale). Por lo tanto, el armiño tiene pleno sentido en este retrato alegórico.
[...]
Leonardo abandonó la tradicional representación de perfil, que permitía resaltar los rasgos faciales característicos (la forma de la nariz, de la barbilla, etc.) y adoptó la perspectiva de medio perfil o tres cuartos, que muestra gran parte del torso. Al girar la cabeza en sentido contrario al cuerpo dotó a la composición de un dinamismo que no existe en sus retratos anteriores. Y modeló la figura mediante una luz concentrada, proveniente de una única fuente situada ante la modelo, ligeramente elevada, de acuerdo con su teoría de que «las figuras iluminadas con luz particular [concentrada] demuestran mucho mayor relieve y fuerza que las que se pintan con luz universal [difusa]».
[...]
Tras la muerte de Cecilia Gallerani el rastro del cuadro se perdió durante varios siglos, hasta que reapareció en Polonia hacia 1800. Compartió entonces el convulso destino del país, cuyo territorio se hallaba repartido entre Rusia, Prusia y Austria. Junto con otras obras maestras, de Rafael y Rembrandt entre otros, estuvo expuesto en la Casa Gótica de Pu≥awy hasta la insurrecciÛn contra Rusia (1830). Después, justo antes de que las tropas zaristas llegaran a Pu≥awy, salió de allí junto con los fondos del museo: primero se trasladó a Klemensów y Sieniawa, y luego a París, donde se custodió en el Hôtel Lambert de la isla de San Luis, residencia de la familia Czartoryski durante su exilio. La guerra entre Francia y Prusia y la Comuna de ParÌs (1870-1871) obligaron al prÌncipe W≥adys≥aw Czartoryski, nieto de la princesa Izabela, a sacar la colección de París y llevarla nuevamente a Polonia. En 1876 se abrió en Cracovia, que entonces pertenecía a Austria, el Museo Czartoryski, en el que el cuadro ocupaba un lugar de honor. Protegido durante la I Guerra Mundial en la Gemäldegalerie de Dresde, volvió a Cracovia en 1920. En los primeros días de la II Guerra Mundial fue confiscado por los nazis; al igual que los cuadros de Rafael y Rembrandt, estaba destinado al proyectado museo de Adolf Hitler en Linz. Más tarde pasó a manos de Hans Frank, Gobernador General de la Polonia ocupada, con lo que, de nuevo junto al Rafael y el Rembrandt, regresó a Cracovia, a la residencia de Frank en el Castillo Real de Wawel. Acabada la guerra, los tres cuadros fueron llevados a Alemania, donde se recuperarían (desgraciadamente sin el Rafael) y devolverían a sus propietarios.”

http://www.masdearte.com/index.php?option=com_content&view=article&id=13219:la-dama-del-armino-visita-madrid-&catid=37:noticias&Itemid=26

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