Tolerancia y represión de la prostitución en la España medieval y moderna.

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latinajadediogenes.blogspot.com/2010/01/to
1.- LA TOLERANCIA
Una doctrina que se impuso en la Iglesia en la Edad Media y se generalizó al principio de la Edad Moderna era la que recriminaba el sexo por placer. Basada en ideas de San Agustín que a su vez se fundamentaba en la teoría platónica.
Para Platón el hombre era una dualidad formada por alma y cuerpo. El alma es eterna y perfecta y pertenece al mundo superior de las ideas. El cuerpo, por el contrario, es efímero, inferior, atrapado en este mundo, del que saldrá con la propia muerte. El cuerpo viene a ser una cárcel de la que sólo puede uno liberarse sujetando las pasiones, los instintos, es decir: refrenando el placer. Una especie de purificación o catarsis para preparar al hombre para el mundo superior de las ideas. San Agustín parte de esta idea de Platón para señalar que debemos controlar la pasión y el desenfreno, usando sólo el sexo para la procreación.
Más tarde, Santo Tomás unió a lo anterior la idea de pecado: la lujuria, es decir, el sexo no encaminado a la procreación sería pecado, incluso dentro del matrimonio. Y por supuesto, un pecado mucho mayor cuando se realiza fuera del matrimonio o entre personas del mismo sexo, porque se impide la posibilidad de procrear.
Así que ya sabemos de done viene la teoría: La sexualidad es pecado si su fin NO es la procreación.
¡Vaya con Santo Tomás….”de aquí no “¡ , no la vayamos a liar….
Éxtasis de Santo Tomás….¡Como para ligar estaba el pobre¡….
Así se llegaban a considerar como muy graves la masturbación, la sodomía o el coitus interruptus, por imposibilitar la reproducción. Eran graves, pero no tanto, aunque moralmente repugnantes, el adulterio, el incesto, el estupro y la violación. Y menos graves la barraganía, el amancebamiento y la prostitución, ya que aunque estas conductas no preveían la reproducción, podría ocurrir ésta accidentalmente y dar algún sentido al coito.
Yo creo que esto son barbaridades.Es “enmendar la obra de Dios.Simplemente absurdo. Todo lo que gusta es malo.El placer es pecado.¡
Pues vaya mierda de vida, si solo hay que sufrir ¡…
Goya, capricho titulado: “Ya van desplumados”
La prostitución se vino a considerar como “un mal menor”, una forma de evitar otros delitos más graves, como la sodomía o la violación. Por esa razón hubo algo de tolerancia tanto por el derecho canónico como por el seglar. No se aprobaba pero quedaba impune por razones de utilidad social: una forma de apaciguar los impulsos sexuales incontenibles de hombres jóvenes o solteros.
Esta idea nos la confirman los autores del “Ocaso de las mancebías castellanas” (ver bibliografía): “En el otoño medieval, como es sabido, la prostitución estaba plenamente institucionalizada en buena parte de las ciudades de la Cristiandad. No simplemente se toleraban los burdeles, sino que éstos estaban organizados por la autoridad y regulados a través de meticulosas ordenanzas. La Teología, por su parte, daba carta de licitud a esta situación.”
2.- LA REPRESIÓN
Hasta finales del siglo XVI no se vino a poner en entredicho el ejercicio de la prostitución. En las primeras décadas del siglo XVII se llegó a prohibir de forma taxativa. Una de las razones que impulsaron la ilegalización del comercio del sexo fue la delincuencia y alteraciones del orden público que aquella actividad generaba. La cuestión se complicaba con la crisis económica de aquel tiempo que multiplicaba en las ciudades el número de menesterosos y de gente abocada al delito.
Un lance, de Francisco Domínguez Marqués.
La Contrarreforma católica nacida al amparo del Concilio de Trento añadía una argumentación moral a la prohibición de esta actividad, al proponer como camino para la salvación una conducta personal intachable. De esta manera fueron apareciendo argumentos que apuntaban en la dirección del cierre de las casas de mancebía. Felipe III fue el primer rey en fundar una cárcel para mujeres, “La Galera”, en donde concurrían ladronas, vagabundas, alcahuetas y algunas prostitutas no regladas, es decir aquellas que trabajaban en la calle y por su cuenta y no en las conocidas casas de mancebía que, en tiempos del rey citado, llegó a haber más de 800. Fue su hijo Felipe IV quien, aconsejado por los jesuitas y entre ellos el Conde Duque de Olivares, procedió a la tajante prohibición:
“Ordenamos y mandamos que, en adelante, en ninguna ciudad, ni villa, ni aldea de nuestros reinos, se pueda tolerar, y que, en efecto, no se tolere, lugar alguno de desorden, ninguna casa pública donde las mujeres trafiquen con sus cuerpos. Nos, prohibimos e interdecimos estas casas y ordenamos la supresión de las que existen. Encargamos asimismo a nuestros consejeros vigilen con particular cuidado la ejecución de este decreto, como una cosa de grande importancia, y a las justicias el ejecutarlo cada uno en su jurisdicción, bajo pena, para los jueces que toleren estas casas o las autoricen en cualquier lugar que sea, de ser condenados por este hecho a la privación de su empleo y a una multa de 50.000 maravedís, aplicables: un tercio a nuestra cámara, uno al juez y otro al denunciador; y queremos que el contenido de esta ley se ponga por capítulo de residencia.” |
Pragmática Real de Felipe IV, febrero de 1623
La prohibición resultaba un tanto paradójica, porque todo el mundo sabía que este rey era muy aficionado al sexo fuera y dentro del matrimonio. Así, el 10 de febrero de 1623, se prohibió la existencia de “casas públicas” en España, lo que provocó un efecto no deseado: que muchas prostitutas se lanzaran a la calle a seguir ejerciendo su oficio. Porque…¿Quién pone puertas al campo?
El cierre de las casas de mancebía sentó muy mal a muchos ciudadanos quienes, como Quevedo, expresaron de alguna manera su malestar y su queja, como en estos afamados versos titulados
Sentimiento de un jaque por ver cerrada la mancebía (*)
“Viendo cerrada la manfla, (**)
con telaraña el postigo,
el patio lleno de yerba…
enternecido les dijo:
¡Oh, mesón de las ofensas,
oh, paradero del vicio,
en el mundo de la carne
para el diablo baratillo!
¿Que se hizo de tanto padre,
de sólo apuntados hijos?
¿Dónde fue el pecar a bulto,
si más fácil, menos rico,
en donde los cuatro cuartos
han sido por muchos siglos
ahorro de intercesiones,
atajo de laberintos?”
(*) Jaque: valentón, rufián.
(**) Manfla: mancebía.
Sodomia,El Bosco
Además de la prostitución, otras conductas van a ser severamente reprimidas, como por ejemplo “el bestialismo” o la zoofilia , que solía castigarse con la pena capital.
Henry Kamen, nos trae una anécdota extraída de los “Avisos” de Barrionuevo de 1659 :
“El viernes quemaron en Alcalá al enamorado de su burra y el mismo día vino aviso que quedaba preso en las montañas otro que se echaba con una lechona. Como si no hubiera mujeres tres al cuarto.”
Y comenta Kamen a continuación:
“Los culpables de este crimen eran siempre los mismos: gente rústica, la mayoría de muy limitada inteligencia y sin acceso a mujeres, como los marineros. En 1665 el Tribunal de Barcelona castigó a un marinero danés a tres años de galeras por haber sodomizado a una borrica.”
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Bibliografía básica de referencia en los siguientes enlaces:
La represión en la prostitución en la Castilla del siglo XVII, de Isabel Ramos Vázquez. Universidad de Jaén.
Ocaso de las mancebías castellanas, de Francisco Vázquez García y Andrés Moreno Mengíbar. Biblioteca Gonzalo de Berceo.
Inquisición y sexualidad, de Henry Kamen. Biblioteca Gonzalo de Berceo.
Algunos artículos de blog recomendables:
http://paseandohistoria.blogspot.com/2009/12/adulterio-en-la-edad-media.html
http://paseandohistoria.blogspot.com/2009/03/la-prostitucion-en-la-edad-media.html
El aragonés D. José María Llanas Aguilaniedo.
www.acondearanda.com/…/acto05/acto05r.ht
Para quien desee conocer a fondo la figura y la obra de Llanas Aguilaniedo recomiendo el libro “Un Olvidado: José María Llanas Aguilaniedo” de Justo Broto Salanova. En este completo libro está todo lo que se pueda saber de este autor aragonés, y desde luego si alguien quiere aportar algo más sobre Llanas, suponiendo que esto sea posible, ineludiblemente tendrá que partir del estudio del Sr. Broto.
Y el titulo del libro que vamos a tratar es “La Mala Vida en Madrid”. Se trata de un libro muy serio e importante, escrito junto con D. Constancio Bernaldo de Quirós, famoso penalista, que ha estado silenciado y oculto en España desde mediados de siglo pasando al olvido. Este libro recientemente reeditado por el Instituto de Estudios Altoaragoneses está prologado por D. Luis Maristany, que murió al poco de escribir el prólogo.
EL Sr. Márquez Reviriego describe y compara las obras Baroja y Llanas.
“La Mala Vida en Madrid, Estudio Psicosociológico con Dibujos y Fotografías del Natural”, es un estudio de sociología de finales de siglo, que sin embargo tiene unos altos valores literarios, pues tanto Llanas como Quirós escribían extraordinariamente. Llanas fue un hombre muy importante en el modernismo español y lo hubiera sido más si no hubiera muerto joven. Se trata de un libro directo, escrito con escrupulosa sinceridad, puesto que los autores no ahorraron ninguna visita a todos los prostibulos, cárceles, asilos, hospitales, barrios bajos, suburbios, etc…
PROCEDENCIA DE LA PROSTITUCIÓN EN MADRID
Sobre la prostitución, Llanas cifra su procedencia en muy buena parte del servicio domestico y del gremio de la costura.
Cuentan de una viuda con tres hijos que se va a inscribir como prostituta al Servicio de Higiene. Allí le dicen que siendo una mujer honesta y con hijos que busque un trabajo decente, ella replica: “¡Qué busque trabajo! ¿dónde?, de modista ganaría 6 reales diarios, de camisera 4, de criada 2, y cualquier otra ocupación no me produciría más, ¿comerían con eso mis hijos?.
Llanas describe que el 65% de la prostitutas eran analfabetas; que había matriculadas 2.000 prostitutas en los servicios de higiene, y que existían 17.000 clandestinas, que eran las que no estaban censadas. Llanas cuenta 150 Mancebías en Madrid, y Baroja habla de la calle del Amor que era la calle de La Ceres, situada por donde hoy discurre la Gran Vía, y donde había un elevado número de mancebías. Llanas clasifica a las prostitutas , que van desde: pupilas, carreristas, golfas pajilleras etc. hasta la buscona de gran represantacion elegante y altiva.
Baroja describe al chulo en un pasaje donde “El Chirina” maltrata a una prostituta llamada “La Manila” para que le de el dinero recaudado. Llanas dice que la prostituta sólo reconocía el amor bajo la forma del maltrato.
D. Víctor continuó leyendo pasajes de “La Mala Vida en Madrid”, que hicieron las delicias del publico asistente. Culminó su intervención de forma distendida resaltando varias anécdotas o hechos que le habían llamado la atención del libro.
Por un lado destacó que por las estadísticas que Llanas realiza se llega a la conclusión de que la longevidad, contra todo lo que se pueda pensar, es carácter de la mala vida.
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Trackback Uri
Oído decir en alguna ocasión a don Pancracio Celdrán, ilustre de las lenguas donde los haya, que, por causa de entrar en tiempos de Cuaresma, la iglesia obligaba a las citadas señoras a exiliarse de las ciudades. Salamanca, una donde más proliferaban estas virtuosas a causa de tanto estudiante debía prescindir de sus servicios durante este tiempo y, a finales de la Semana Santa, subían por el río Tormes los estudiantes en barcas a recibir a las muy deseadas putas con gran recocijo y portando ramas de olivo tan cual se recibiese al mismísimo Jesucristo en su triunfal entrada en Jerusalén. Con el tiempo se las reconocieron con el sobrenombre de rameras, palabra que incluimos hoy en nuestro léxico y cuyo origen desafortunadamente desconocemos con frecuencia.
Saludos afectuosos
Pues si.Yo tambien conocia el dato.Ya sabe:Abstencion de carne
y luego hartazgo si se puede para celebrar el fin de la abstinencia.