http://www.anfrix.com/2009/04/un-arma-con-balas-cuadradas-para-catolicos-y-musulmanes/
En la historia han ocurrido hechos descolocados ciertamente, siendo en el reino de las invenciones donde más nos asombramos. James Puckle era un inventor británico especializado en municiones y armas a repetición de principios del siglo XVIII. Su mayor invención, la Puckle Gun, se trataba de un arma a repetición estática capaz de lanzar 9 balas por minuto -nada en estándares actuales pero toda una hazaña en el siglo XVIII, donde un mosquetero experimentado podía llegar a tardar más de un minuto en cargar y disparar su mosquete.- A pesar de la efectividad de su invento, Puckle se encontraría con varios obstáculos a la hora de presentar su arma y ganar clientes. Desde los que la consideraban extremadamente cruel y poco caballeresca, hasta los que la veían como algo incierto.
Patente del arma de Puckle
En el gráfico podemos ver la tercera especificación del arma entregada a la oficina de patentes, donde se observan el cargador para balas redondas y el cargador para balas cuadradas. Y de hecho, vemos que se aclara: “Defender al REY JORGE su PAÍS y LEYES / Es defenderse a UNO y a la CAUSA PROTESTANTE”
Plagado de deudas y con sus inversores a punto de estallar, Puckle ideó un descabellado plan de publicidad: Su arma variaba de munición dependiendo del enemigo. Redonda y menos dolorosa si el enemigo se trataba de protestantes, o una cuadrada y más dolorosa si el enemigo se trataba de católicos o de musulmanes. En esa época, en Inglaterra se intentaba purgar todo rastro católico del Reino Unido; mientras que las fuerzas otomanas eran realmente poderosas, y los reportes de su crueldad causaban un gran rencor en las fuerzas de occidente. Por lo que Puckle, siempre alerta a sacar tajada, vio una gran oportunidad al rededor de esto. Arma de PuckleLa intención de Puckle, no obstante, no era la de crear un arma sádica, sino el convencer a los compradores que su arma no era “tan cruel” cuando se utilizaban balas redondas, de esta manera derribando uno de los “mitos” que impedían su venta. En conjunto a esto le cambiaría el nombre a “Arma de defensa de Puckle,” intentando darle un nombre más pasivo. Por desgracia, para nuestro inventor claro, el nuevo nombre y la nueva estrategia de venta no funcionarían a la hora de atraer clientes, e irónicamente se diría a posterioridad que el arma de Puckle “solo ha lastimado a sus inversores.”
Uno de los tres ejemplares que se conservan
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