El Esagila, templo de Marduk en Babilonia

Restos del Etemenanki, zigurat del templo de Marduk(Esagila) de Babilonia.

Reconstrucción ideal del Etemenanki de Marduk

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Originalmente de siete pisos de altura, solo se conserva el lugar donde estaba en la actualidad. El Etemenanki fue después posiblemente identificado con la Torre de Babel ,.o tal vez el zigurat de la cercana Borsippa

Zigurat de Borsippa,Irak
Herodoto, en su primer libro de Historia, se refiere así al zigurat de Marduk en Babilonia,el Etemenanki:
“En medio de cada uno de los dos cuarteles en que la ciudad se divide hay levantados dos alcázares. En el uno está el palacio real, rodeado de un muro grande y de resistencia, y en el otro un templo de Júpiter Belo con sus puertas de bronce. Este templo, que todavía duraba en mis días, es cuadrado y cada uno de sus lados tiene dos estadios. En medio de el se ve fabricada una torre maciza que tiene un estadio de altura y otro de espesor. Sobre ésta se levanta otra segunda, después otra tercera y así sucesivamente hasta llegar al número de ocho… En la última torre se encuentra una capilla, y dentro de ella una gran cama magníficamente dispuesta, y a su lado una mesa de oro. No se ve allí estatua ninguna, y nadie puede quedarse de noche, fuera de una sola mujer, hija del país, a quien entre todas escoge el dios, según refieren los caldeos, que son sus sacerdotes”.
Y a tan esmerada descripción Herodoto añade: “Dicen también los caldeos (aunque yo no les doy crédito) que viene por la noche el dios y la pasa durmiendo en aquella cama, del mismo modo que sucede en Tebas de Egipto, como nos cuentan los egipcios, en donde duerme una mujer en el templo de Júpiter Tebano. En ambas partes aseguran que
aquellas mujeres no tienen allí comunicación con hombre alguno. También sucede lo mismo en Pátara da la Lycia, donde la sacerdotisa, todo el tiempo que reside allí el oráculo, queda por la noche encerrada en al templo”.
Los arqueólogos sostienen que la historia de la Torre de Babel hay que buscarla en Babilonia porque ella es la bíblica Babel, de la que dijo Yahvé (Génesis, 11,7,1: “Bajemos, pues, y confundamos su lengua, de modo que no se entiendan unos a otros”. Y es que, afirma el mismo relato, el poder de la torre y de aquellos que la erigieron preocupaba a la divinidad: “toda la tierra tenía una sola dengue y las mismas palabras. Emigrando desde Oriente los hombres llegaron a una llanura en el país de Senaar y se instalaron. Se dijeron el uno al otro: `Venid, hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego’. El ladrillo les sirvió de piedra y el betún de cemento. Luego dijeron: `Venid, construyamos una ciudad y una torre cuya cima toque el cielo, y démosle un nombre, para no perdernos sobre toda la tierra”‘.
En cuanto al nombre Babel, su etimología no deja de resultar curiosa: La Biblia lo relaciona con el hebreo balal (”confundió″), cuando en realidad procede del babilonio báb-ilani, que significa “Puerta del dios”.
La torre fue destruida por Jerjes en el año 479 y cuando Herodoto la visitó ya no pudo ver más que ruinas, pero mientras la construcción la altura de Etémenanki , “la casa donde de funden el cielo y la tierra”, “trace de unos 90 metros (los mismos que media su planta cuadrada): 33 metros el primero, al que todos tenían accesos 18 metros el segundos 6 metros los cuatro siguientes; y 15 metros el séptimo piso.
De ellos, el último era un templo reservado y secreto, al que, como dice Herodoto, solamente tenían acceso las personas que participaban en los ritos sagrados de la hierogámia. Asimismo, Herodoto describe cómo sobre esta torre se elevaba otra, y sobre ésta otra más, hasta alcanzar un total de ocho torres, ya que el historiador catalogaba como torres las siete plataformas que formaban la zigurat junto a su capilla en la cima. La altura de la torre de Babel, muy por encima de da media de otras zigurats, era debida a que el monumento pertenecía al poderoso dios Marduk, que había superado en importancia tanto a Anu como a Enil. Fue sin duda uno de los monumentos más destacados de la poderosa Babilonia ciudad sagrada donde confluían 53 templos a los grandes dioses, 55 capillas a Marduk, 300 capillas para divinidades terrestres, 600 para las celestes, y 400 altares.

La mítica Torre de Babel
LA FUNCIÓN DE LAS ZIGURATS
En líneas generales, se puede afirmar que la función de las ziqquratum se inscribe en la corriente de la tradición cultural mesopotámica
desde las épocas más antiguas: la de servir de soporte cósmico a las
“Bodas Sagradas”, la “hierogámia” o ceremonias de la unión de la divinidad, dios o diosa, con la humanidad, representada por la reina o el rey. Por eso el mobiliario habitual de los templos fue siempre el podio -que podía servir de tálamo- y la mesa de altar
¿Es la Torre de Babel del Antiguo Testamento?.


