Excavaciones de Adra,Almería
Última actualización 22/06/2009
El prof. José Luis López Castro de la Universidad de Almería ha dirigido las recientes excavaciones arqueológicas en Adra (Almería) durante la campaña de 2006/2007. Entre los resultados obtenidos, figura el hallazgo de parte de una muralla del siglo VI a. C. Las excavaciones en este importante yacimiento se reanudarán en octubre de 2008 bajo la dirección del mismo investigador.
Vista de las excavaciones
Parte del sector excavado
cefyp.blogspot.com/2008/05/excavaciones-en-ad..En la actualidad se llevan a cabo excavaciones arqueológicas en el Cerro de Montecristo, un promontorio, hoy interior, pero que debió ser acantilado en la época de su fundación, frente al mar Mediterráneo y formando la desembocadura del río Adra o (Rio Grande de Adra). En octubre de 2006 se han reiniciado las excavaciones para sacar a la luz restos de viviendas y talleres del siglo VI a. C., trabajos que lleva a cabo la Universidad de Almería, con la dirección del profesor José López Castro. Los restos hallados en dicha excavación revelan un pasado púnico a partir del Siglo IV a. C.Si bien, algunos historiadores insisten en que anteriormente pudo ser una colonia griega. Actualmente el Cerro de Montecristo está catalogado como Bien de Interés Cultural según la Ley de Patrimonio de Andalucía.
Cecas y
localizaciones |
Leyendas
feno-púnicas |
Observaciones |
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Abdera / ‘bdrtAdra (Almería) |

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Antigua fundación fenicia (finales del s. VIII a.C.) en la desembocadura del río Adra. La ciudad, situada en territorio bastetano, emitió moneda con leyendas primero púnicas y después neopúnicas (‘bdrt) desde finales del s. II hasta mediados del s. I a.C. presentando un templo tetrástilo como reverso característico.
Reanudó sus acuñaciones por breve tiempo durante el reinado de Tiberio, manteniendo sus leyendas púnicas mezcladas con |
www.tesorillo.com/hispania/2fenopunicas1.htmADRA. (ABDERA). Provincia Baetica. Conventus Gaditanus. Res publica Abderitana
Abdera es en toda la prehistoria y edad antigua de la península Ibérica una primitiva colonia portuaria fenicia y asentamiento púnico más tarde. Se nombra en todos los itinerarios. El río que la humedece, el río Adra, constituía la vía natural de penetración a Las Alpujarras desde la costa. A la vez, buen puerto pesquero para salazones. Lo mismo, puerto de salida del abundante mineral de sierra de Gádor. Plinio la ubicó correctamente en la secuencia Sexi, Sel (con algunas dudas sobre su emplazamiento definitivo), Abdera y Murgi (III, 8); Ptolomeo, en una situación equivalente a 10º 45′ de longitud (al Oeste del meridiano de París) y 37º 10′ de latitud, es decir, bastante próxima a su emplazamiento real. (II, 4, 7); Pomponio Mela describe la costa mediterránea en sentido inverso, entre Urci y Suel, la Sel de Plinio: “Urci al fondo del Sinus Urcitanus. Al mar abierto, Abdera”., y Avieno (Or. Mar. 458). Su primitivo emplazamiento, donde hoy el cerro de Montecristo y aledaños, en el extremo nororiental de la moderna ciudad de Adra, importante puerto pesquero, como su antecesora, y con recursos agrícolas de productos extratempranos que han sustituido a la caña de azúcar y otros cultivos tropicales característicos de la banda costera que se extiende desde esta ciudad hasta Torre del Mar.
Abdera formó parte de la cadena de centros industriales y comerciales que los llamados libiofenicios mantuvieron en la zona costera de Andalucía principalmente. En semejantes circunstancias no extraña la cierta autonomía de que debió gozar en los primeros tiempos de la presencia romana como se manifiesta en la utilización de un alfabeto autóctono y la acuñación de moneda propia hasta el reinado de Tiberio, en cuyas series es posible distinguir un continuado proceso de romanización desde el momento en que se produce la sustitución de monedas con inscripción fenicia por otras bilingües, y éstas, por la serie más moderna exclusivamente latina
(Adra, Almería). Asentamiento fenicio fundado en el s.VIII a.C.emplazada en el cerro de Montecristo. Dedicada a los salazones, la agricultura y el plomo de la sierra de Gádor. Tras pagar indemnizaciones por alinearse con el bando cartaginés, la ruptura por los romanos de los pactos provocó su sublevación junto con otras ciudades. Roma envió a Catón en el 195 a.C. Acuñó ases, semises y cuadrantes.
TAGILIT
(Tíjola, Almería). Núcleo industrial del siglo VI a.C. ubicado en el cerro de la Muela del Ajo, creado por la penetración de gentes púnicas de Baria por el valle del Almanzora, en busca de mineral. Emitió cuadrantes.
http://moneda-hispanica.com/iberia2.htm
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Tras un período de abandono, la colonia pasa a manos griegas, que le dan el nombre de Abdera, de donde se deriva el nombre actual del municipio. Este nombre lo compartió con otras dos ciudades del Mediterráneo, una situada al norte de África junto a la ciudad púnica de Cartago, dentro de la actual Túnez bajo el nombre de Abdeira (según un mapa de Ptolomeo), y otra ciudad, hoy llamada Avdira, localizada en la Tracia griega y que sería ilustremente famosa por ser la ciudad de origen de filósofos como Demócrito y Protágoras. Avdira y Adra se encuentran hermanadas desde el año 1985.
Época romana
A partir del siglo IV a. C. la colonia pasa a control púnico y a finales del siglo II a. C. pasa a control del Imperio Romano, en la provincia romana de la Hispania Ulterior. En Adra, la presencia romana se hace patente durante tres siglos, siendo el siglo I, el de mayor esplendor como Municipio Romano, acuñándose monedas propias en su ceca.
Ingentes restos arqueológicos, especialmente lápidas y estelas de habitantes de Abdera se hallan repartidas en museos arqueológicos y en colecciones privadas, ya que en los dos últimos siglos la expoliación de los yacimientos ha sido sistématica.
Abdera fue en época romana puerto de salida de minerales de las sierras próximas de Gádor, maderas y salazones de pescado, entre ellas el garum, pasta licuada, procedente de los restos de carnes y visceras de pescados y mariscos, muy apreciada en tiempos de la dominación romana. El garum obtenido en Abdera, así como sus salazones, eran muy apreciados en todo el Imperio, tal y como menciona el historiador romano Plinio en Naturalis Historiae.
La mayoría de las fuentes bibliográficas más antiguas existentes sobre el municipio pertenecen a este período. Otros historiadores también mencionan la localidad en varias obras, como es el caso de Estrabón, que en el libro tercero de su Geografía, habla del puerto de Abdera y de la existencia de otra ciudad llamada Odysseia no en el lugar de la actual sino en la montaña, visible desde el mar y que exhibía un santuario dedicado a Atenea. No existe constancia de este santuario ni se han encontrado restos arqueológicos similares.
Tras una decadencia poblacional entre los años 23 a. C. y 25, se produce un momento de gran esplendor para la ciudad entorno al 175 y 225 d. C. A partir del siglo III, y coincidiendo con la crisis del Imperio Romano, la ciudad entra en un período de paulatina decadencia que dura hasta el siglo VI d.C, en el que la ciudad casi ha menguado su actividad económica sustancialmente. Ésta será el estado en el que la encuentren bizantinos y visigodos en torno a los siglos VI y VII d. C.(Wikipedia)
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Durante los trabajos de limpieza de la acequia de las traseras del Molino del Lugar de Adra, reanudado recientemente por el consistorio abderitano con el permiso de la delegación de Cultura de la Junta, han arrojado a la luz un importante hallazgo en materia arqueológica. Se trata de varios restos que, según el equipo de arqueólogos que supervisaba esta operación de limpieza, datan de la época fenicia y romana.
El puerto de Adra,Almeria
En concreto, se ha descubierto un sillar del siglo V que, según los primeros estudios, podría pertenecer a la muralla fenicia que rodeaba el Cerro de Montecristo, ya que estas traseras se encuentran cerca de dicho cerro. De otra parte, se han encontrado tres piletas de salazón que, a falta de proseguir con las excavaciones, podrían fecharse entre el siglo II a.c al IV d.c. Por último, las tareas de limpieza han sacado a la luz un horno romano, cuyos orígenes aún no han podido determinarse, ya que éste tiene que ser sometido a una investigación más específica.
-Bibliografía: M. Sánchez Martínez, Tierra Urcitana, Almería, 1988, p. 26.; J. A. Tapia Garrido, Historia General de Almería y su provincia II, Almería 1982, p. 201; R. Thouvenot; «La côte de Bétique chez le géographe Ptolómée». Homenaje al profesor Carriazo T. III. Sevilla 1973, pp. 335-341.; J. L. López Castro, Hispania Poena. Los fenicios en la Hispania Romana, Barcelona, 1995; Pedro Rodríguez Oliva, «Transformaciones urbanas en las ciudades de la Baetica durante el Alto Imperio», Actes. XIV Congrés Internacional d’Arqueologia Clàssica. La ciutat en el món romà, Tarragona, 5-11/9/1993, vol. 1. Tarragona, 1994, 347-356.; Mª. J. López Medina, El municipio romano de Abdera. Una aproximación histórica., Almería, 1996. - www.ucm.es/info/archiepi/aevh/adra.htm—
http://thales.cica.es/xceam/graficos/adra.jpgLa alcaldesa de Adra, Carmen Crespo Díaz, ha visitado la zona junto a la concejala de Empleo y adjunta a Obras Públicas, Carmen Belén López Zapata. Allí ha podido hablar con el equipo de arqueólogos que dirige los trabajos de limpieza y que han definido este hallazgo. Un equipo de arqueólogos que pertenecen a la Universidad de Almería y que ya han adoptado las medidas protectoras específicas para evitar que este hallazgo pueda deteriorarse o expoliado.
El descubrimiento de estos restos arqueológicos, que ahora serán sometidos a distintos estudios para datar y catalogar los mismos, ha sido posible gracias a los trabajados de limpieza que el Ayuntamiento de Adra ha reanudado estos días pasados en la acequia y las traseras del Molino del Lugar.
Recordar que la tarea de limpieza había sido demandada por los vecinos de esta zona de la ciudad, quienes sufrían a menudo inundaciones en garajes y viviendas por la acumulación de tierras y especies silvestres que impedían al agua transcurrir. De ahí que, desde el consistorio se iniciará las mismas en estas fechas para finalizarlas antes de que comiencen las lluvias. La tarea de limpieza conllevaba también el desbroce de especies silvestres comunes que han sido las que han permitido el hallazgo de los restos arqueológicos.