Torso de la estatua acéfala del rey de Ebla, Ibit-Lim
Joyas descubiertas en Ebla, tumba del Señor de los Cápridos.h.1250 a.C.Bronce Medio.
Planta del Cementerio Real del Bronce Medio, Ebla.
Toro de madera recubierta de oro.
La Tumba del Señor de los Cápridos contenía diversos vasos de piedra, sobre todo de alabastro, de origen egipcio; contenía además un objeto mucho más importante para la datación del complejo funerario. Se trata de un fragmento de la empuñadura de maza en plata y oro con el nombre escrito en jeroglíficos egipcios, del faraón de la XIII dinastia, Hotepibra, que reinó de 1775 al 1765 ca. a.C.
La maza egipcia del faraón Hotepibra
Este descubrimiento indica la ‘existencia de relaciones entre Ebla y Egipto, posiblemente a través del puerto de Biblo (moderna Gebeil)
Bibliografía: Poyato Holgado,M.C.-Vazquez Hoys: Arqueologia del II milenio en el Próximo Oriente. Ed.Ramón Areces, Madrid 1988
Vázquez Hoys, A.Mª: Historia Antigua I.Próximo Oriente y Egipto, Numerosas ediciones desde 1988, Uned y Editorial Sanz y Torres.
Tell Mardikh tiene una superficie de cerca de 60 ha. Tiene la forma característica de las antiguas ciudades sirias: Una altura en el centro, llamada en términos arqueológicos Acrópolis, formada por las ruinas de los edificios públicos más importantes: palacios y templos.
La Acrópolis está rodeada de una zona aplanada, que ocupa una superficie de cerca de 45 ha. llamada Ciudad Baja. El conjunto está rodeado por una alta muralla en la que se abran cuatro grandes puertas principales.
La ciudad se construyó sobre una colina calcárea natural de la que deriva su nombre. Ebla, Roca Blanca.
Ebla, vista general de la acrópolis, el Palacio Real (en blanco ) y la ciudad baja desde la mueralla.
Fue una importante Ciudad-estado en dos periodos, primero en el 3.000 a.C. y luego entre 1800-1650 a.C.
Ebla, la ciudad baja desde la acrópolis, Wikipedia.
Es sobre todo famosa por los archivos hallados en el Palacio Real, con más de 20.000 tablillas escritas en eblaita y sumerio y escritura cuneiforme , datadas alrededor de 2250 a. C.
El eblaita es un idioma semita anterior al acadio.
En 1964, arqueólogos italianos de la Universidad de Roma La Sapienza, dirigidos por Paolo Matthiae comenzaron a excavar en Tell Mardikh. En 1968 recobraron una estatua dedicada a la diosa Ishtar portando el nombre de Ibbit-Lim, un rey de Ebla. Esto identificó la ciudad, largo tiempo conocida por las inscripciones egipcias y acadias.
En la siguiente década el equipo descubrió un palacio de aproximadamente del 2500–2000 a. C.
Palacio real G, 2400-2250 a.C.
Ebla fue un reino de Siria centrado en la ciudad de Ebla, la cual ya existía al comienzo del tercer milenio momento en el que llegó a ser un verdadero centro urbano amorreos, que se desarrolló por el comercio con Mari, en el Eufrates, ciudad-estado de la que fue tributaria hacia 2500 a. C., pero dicho tributo fue desapareciendo hasta que hacia 2400 a. C. la situación se invirtió, y el estado de Mari pasó a pagar tributos a Ebla, cuyo rey designaba al jefe de estado de Mari.
Se enfrentó a Sargón I de Acad, que aunque ocupó Mari no pudo hacerse con Ebla, que finalmente sería conquistada por su nieto Naram-Sinhacia 2250 a. C. y fue entonces cuando fue abandonada por sus habitantes durante algunos años, al final del siglo volvía a estar habitada y tenía un rey aunque menos poderoso que antes. Pero dicho rey fue expulsado por el rey de Ur. Al final de esta segunda época, el dominio de la ciudad pasó a Yamkhad, que la convirtió en un principado vasallo.
Gobierno
La forma de gobierno no es bien conocida, aunque la ciudad parece haber sido gobernada por una aristocracia de comerciantes que elegían un rey y confiaban la defensa de la ciudad a mercenarios. A través de las tabillas hemos aprendido los nombres de varios reyes como Igrish-Halam, Irkab-Damu, Ar-Ennum, Ibrium e Ibbi-Sipish. Ibrium rompió con la tradición e introdujo una monarquía absoluta. Le sucedió su hijo Ibbi-Sipish.
Religión
Algunas de las bien conocidas deidades semíticas aparecen en Ebla (Dagan, Ishtar, Resheph, Kanish, Hadad), y algunas otras, por el contrario, desconocidas como Kura, Nidakul, unos pocos dioses sumerios como Enki y Ninki y dioses hurritas como Ashtapi, Hapat eIshara.
La destrucción de Ebla
Sargón de Akad, 2334 y su nieto Naram-Sin, los conquistadores de gran parte de Mesopotamia, reclamó cada uno el haber destruido Ebla; la fecha exacta de la destrucción es el tema de un continuo debate, pero el 2240 a. C. es una candidata probable.
Durante los siguientes tres siglos, Ebla alcanzó una vez más una relevante posición económica, con posiblemente la vecina ciudad de Urshu, como está documentado por textos económicos de Drehem (un suburbio de Nippur), y por los hallazgos anatolio en Kultepe/Kanesh.
Ebla en el segundo milenio a. C.
Varios siglos después de su destrucción por los acadios, Ebla consiguió recobrar algo de su importancia, y tuvo su segundo apogeo del1850 al 1600 a. C. Su pueblo fue entonces conocido como amorreos; Ibbit-Lim fue el primer rey.
Ebla es mencionada en textos de Alalakh alrededor de 1750 a. C. La ciudad fue destruida de nuevo en el turbulento periodo entre el 1650 y el 1600 a. C., por el rey hititaMursil I o Hattusil I.
Ebla nunca se recuperó de su segunda destrucción. Sobrevivió como un pequeño pueblo hasta el siglo VII, después estuvo desierta y olvidada hasta su redescubrimiento arqueológico.
Bibliografía:
ibliografía: Poyato Holgado,M.C.-Vazquez Hoys: Arqueología del II milenio en el Próximo Oriente. Ed.Ramón Areces, Madrid 1988
Vázquez Hoys, A.Mª: Historia Antigua I.Próximo Oriente y Egipto, Numerosas ediciones desde 1988, Uned y Editorial Sanz y Torres.
de Cyrus Herzl Gordon, Gary Rendsburg, Nathan H … - 2002 - History - 4 páginas
3) doubted that the ruler of Ebla was a king. The cult of the living ruler and that of his deceased and divinized ancestors leaves little doubt that the …
books.google.es/books?isbn=1575060604… -
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carries the meaning «king». For that reason a few years ago, A. Archi6 sug- gested that, in the tablets coming from Ebla, the term lugal plainly desig- …
www.christusrex.org/www1/ofm/sbf/Books/LA44/44351LV.pdf -
Estado en que se encontró labiblioteca del Palacio real de Ebla.Arriba:Reconstrucción
Miles de textos económicos, políticos, religiosos, jurídicos, tratados internacionales e informes militares se agolpaban unos sobre otros, tal y como habían caído desde sus estantes desplomados cuatro mil trescientos años atrás.
Las tablillas variaban de tamaño entre los cinco y los treinta y cinco centímetros. Muchas aparecían perfectamente conservadas, otras estaban rotas en cientos de fragmentos que debían ser cuidadosamente recogidos y ordenados para su posterior restauración y traducción
Tablilla usada por un aspirante a escriba para aprender a leer y a escribir
Se han encontrado ciento catorce tablillas con alfabetos arcaicos que relacionan diferentes lenguas mesopotámicas que utilizaban los caracteres cuneiformes como medio de expresión escrita. Uno de estos vocabularios contiene casi mil palabras traducidas, y existen dieciocho duplicados del mismo, realizados por alumnos de las escuelas de escribas como parte de su aprendizaje.
La edición de los textos comenzó en 1982 y en la actualidad existen diez volúmenes publicados que contienen varios cientos de textos completos y cerca de un millar de fragmentos. En la más pequeña de las dos, los documentos eran de carácter económico; en la más grande, el contenido era diverso: religioso, legal, administracion, histórico y lingüístico
Ebla
La ciudad de Ebla, hoy Tell Mardikh, fue descubierta en 1946 por el equipo de investigación del Profesor Paolo Matthie, de la Universidad de Roma, a cuyo cargo siguen hoy día los trabajos arqueológicos.
Se localiza a unos 55 km. de Alepo; abarca una extensión de unas 56 hectáreas, convirtiéndolo en uno de los mayores centros urbanos del III milenio antes de Cristo.
Localización del yacimiento
En la localidad siria de Tell-Mardikh, se encuentra el yacimiento arqueológico de la antigua ciudad de Ebla, donde realizaron las excavaciones equipos de la Universidad de Roma dirigidos por Paolo Matthiae. En 1968 una expedición de arqueólogos italianos encontró, bajo un montículo de unos 16 metros de altura y una superficie de 60 hectáreas, más de 15.000 tablillas, con escritura cuneiforme, en lengua eblaíta. Las tablillas pertenecían al palacio real del antiguo reino de Ebla, contemporáneo del imperio antiguo egipcio y de los sumerios y acadios en Mesopotamia, un reino que controlaba parte de las actuales Siria y Palestina.
Tablilla de Ebla
Los niveles arqueológicos de Eba - Tell Mardikh se pueden definir desde el protohistórico Mardikh I entre el 3500 y el 2900 a.C. hasta el romano tardío y bizantino, con Mardikh VII (hasta el siglo VII d.C.). Los niveles de mayor interés de Ebla son Mardikh II B 2, que cubre, según Paolo Matthiae el periodo de 2250-2000 a.C. y Mardikh II A, c. 2500 a.C. donde se han hallado la mayoría de las tablillas, con itinerarios, vocabularios, transacciones comerciales, y con menciones de la tierra de Canaán y de ciudades cananeas.
Así pues, este lugar estuvo habitado durante buena parte de la edad antigua. pero su importancia fue decisiva durante el tercer milenio a.C. En uno de los palacios datado en la Edad de Broce temprana, cuya destrucción se debe a Naram-Sin de Agadé, se descubrió el archivo de tablillas. El material arqueológico fue analizado y posteriormente descifrado por el profesor Giovanni Pettinato, de la Universidad de Roma, que fue quien llamó eblaíta a la lengua utilizada en las tablillas. Antes de este descubrimiento se ignoraba que al final de la Primera dinastía de Mesopotamia hubiera en Siria una civilización que utilizara la escritura.
La historia apasionante de Ebla
Hacia el 2500 A.C, Ebla era un Estado que comprendía parte de la actual Siria y el sudeste de Turquía. Este reino, era seguramente el mayor centro cultural y comercial de la época. La población de Ebla fue una civilización que estableció archivos estatales, construyó bibliotecas y registró contratos comerciales de forma escrita, rivalizado con las ciudades de la baja Mesopotamia. La ciudad ejercía su control político sobre una extensa área, y que tenía tratos comerciales con lugares muy apartados, incluyendo Ur cerca del golfo Pérsico, Asdod y Laquis en el sur de Palestina, Ákaba sobre el mar Rojo, Kanish en Asia Menor, y Nínive y Assur. El poderío político que llegó a alcanzar se evidencia del texto de un tratado en el que se establecen las condiciones de intercambio comercial y protección de los súbditos en las zonas controladas por Ebla sobre Assur, en el que el rey de Ebla es el poder dominante.
La ciudad poseía una estructura urbana ideada como centro de intercambio de mercancías. La estructura se definía a través de cuatro largas calzadas y una acrópolis, donde residían los funcionarios de la administración y la clase dominante. Allí se trataban los intercambios, junto al gran Palacio Real. Las caravanas llegaban de todas partes, para enriquecer los ecursos de esta gran urbe del centro de Siria.
Era claro que este emporio económico no sería ignorado por los grandes centros de poder de Mesopotamia. Enseguida encontramos rivalidades con la gran Mari - Tell Hariri, en el Éufrates medio, y con la mismísima Akad (Agadé) de los históricos Sargón y Naram-Sin. Akad, había situado a Ebla entre sus objetivos de imperio universal. El rey Sargón I conquistador de Sumeria facasó, según podemos comprobar en las tablillas, en su intento de dominar a Ebla. Pero su vasallo el rey Iblul II de Mari atacó la ciudad siendo rechazado por el general ablaíta Enna-Dagan, quien respondió con un duro contraataque que redujo a la ciudad de Mari al vasallaje.
Los frustrados intentos de Sargón fueron continuados por su sucesor al trono, Naram-Sin, quien provocó una campaña económica contra la ciudad siria, obligando a las ciudades cercanas a un boicot sobre las mercancas que daban vida a Ebla. Arruinada y exhausta, Ebla fue conquistada e incendiada por Naram-Sin hacia el año 2250 a.C. El Palacio Real, las riquezas, las casas, templos y palacios de Ebla desaparecieron ante los soldados akadios. Pero el fuego y la destrucción, como en Pompeya, no supusieron el final de la ciudad, sino un espectacular proceso de conservación, al quedar sepultados bajo los escombros miles de tablillas de arcilla esperando a ser descubiertas cuatro mil años más tarde.
Las tablillas se hallaban cuidadosamente almacenadas en estanterías. Estaban apiladas de canto en los estantes de una sala de archivo. La destrucción dañó las estanterías y rompió centenares de tablillas, pero al mismo tiempo endureció la mayoría mejorando su conservación. En la datación de la civilización de Ebla tiene mucha importancia la tapa de una vasija de alabastro encontrada en el palacio. Contenía un rollo del faraón egipcio Pepi I, cuyo reinado duró, según estimaciones, desde el 2289 hasta el 2255 a.C. coincidiendo aproximadamente con los reyes Sargón (2334-2279 a.C.) y Naram-Sin (2254-2218 a.C.) de Agadé en Mesopotamia.
El furioso ataque de Naram-Sin no significó el final para la ciudad. Mermada en su explendor, Ebla continuó siendo un lugar estratégico, en las rutas comerciales de Oriente Medio, durante los sigos posteriores. En el Tercer Milenio los amorritas reconstruyeron la ciudad, la amurallaron y reforzaron con un enorme terraplén de de veinte metros de altura y cincuenta metros de espesor en su base. Las puertas se reforzaron con sillares de basalto y la ciudad recobró parte de su pujanza comercial durante otros siete siglos, que culminan con una última destrucción, que coincide con la expasión de los indoeuropeos (hurritas o hititas) por Siria a mediados del Segundo Milenio antes de nuestra Era. Seguramente Ebla fue saqueada hacia el 1600 a.C quizá por el rey hitita Mursilis I, que luego se apoderó de Babilonia. Las ciudades sirio fenicias de Ugarit, Aleppo y Biblos crecían y prosperaban ante la ruina de la antigua Ebla, no hubo tercera oportunidad.
Los registros egipcios del faraón Tutmosis III en Karnak citan a Ebla como una enorme ciudad en ruinas. Asirios y persas dominaron la pequeña comunidad establecida entre esas ruinas, reconstruyendo parcialmente algunos edificios. Pero a partir de entonces la ciudad decayó definitivamente. Los centros económicos se desplazaron hacia Palmyra y Petra, desde donde nabateos, romanos y bizantinos controlaron el comercio de las caravanas.
Hacia el siglo V llegaron a las ruinas comunidades de monjes seguidores de la regla de San Simeón y unos siglos más tarde los cruzados, pero ya nadie reconstruyó ni edificios ni muros. En 1098, la ciudad se convierte en base cruzada para la posterior conquista de Maarret el-Numan. Cuando el profesor italiano Paolo Matthiae llegó a este lugar en 1963 solo pudo observar un enorme montículo donde el desierto habia depositado toneladas de arena. El tesoro estaba preparado para ofrecernos todo su explendor.
Contenido de las tablillas
Tablilla de facturación de una remesa de pan a nombre de una princesa del reino de Ebla.
Tablilla de contribuciones usada como moneda de pago.
Lengua
Las piezas no son de tamaño uniforme, sus dimensiones varían desde 5 hasta 30 cm. La escritura es cuneiforme sumerio pero el idioma de la mayoría era el eblaíta local. Al principio se pensó que el eblaíta sería un dialecto antiguo del hebreo, pero se ha demostrado que tiene más parentesco con el acadio. Más de las tres cuartas partes de los textos se referían a la administración y el resto pertenecía al campo tradicional de aprendizaje de los escribas e incluía léxicos, así como unos veinte textos literarios escritos en sumerio y eblaíta que podrían considerarse como un “diccionario” eblaíta-sumerio. Esta lengua eblaita, en la opinión de los especialistas romanos debe ser calificada como una lengua “culta” en el contexto de la civilización siria de la época.
Reyes y Estado
Los textos registran los reinados de tres soberanos de Ebla que tomaron el título de malikum y tuvieron lugales a su servicio. Los reyes eran: Ar-Ennum, Ibrium e Ibbi-Zikir, que probablemente pertenecían al final del Dinástico temprano mesopotámico. Es posible que el reinado de Ibbi-Zikir fuera contemporáneo al de Sargón de Agadé, que pretendío haber dominado Ebla, o de su nieto Naram-Sin, que fue el destructor Ebla.
No se sabe bien hasta dónde llegaba el reino eblaíta: puede haber llegado hasta Damasco por el Sur y seguramente tenía relaciones estrechas con Mari, por el Este.
Religión
Entre los dioses citados en los textos figuraban algunos sumero-acadios, pero muchos de ellos, como Baal, Lim, Rasap y El, fueron conocidos en Occidente en épocas posteriores. Estudios más recientes citan a Dabir como dios principal de la ciudad, acompañado de Dagón, Sipish, Hadad, Balatu y Astarté. Los cultos se oficiaban en la antigua lengua sumeria, que como el latín en Occidente, era respetada como lengua litúrgica en gran parte de Oriente Medio.
Comercio
La mayoría de los textos de Ebla trataban de tejidos, especialmente de lana (el rey poseía 80.000 ovejas) y lino. Citaban cultivos de cebada, aceitunas y uva. Otro texto se refería a lo rica que había sido Ebla, afirmando que Ibbi-zikir recibía todos los años el equivalente de 5 kg. de oro y 500 kg. de plata.
It’s been more than 30 years since Italian archaeologists found a vast archive of 17,000 cuneiform tablets at the Bronze Age site of Ebla in northern Syria. But the ancient city is still surprising those who work there. Last year archaeologist Paolo Matthiae’s team discovered two almost perfectly preserved figurines that confirm textual evidence for a royal cult of the dead focused on the city’s queens. They also found an unusual tablet that allowed scholars to reconstruct the political climate that led to Ebla’s destruction in 2300 B.C., when it was sacked by Sargon of Akkad.
El profesor Matthiae limpiando el suelo de mosaico del palacio real de Ebla
“We made the finds in two peripheral rooms of the great Royal Palace, where we discovered the cuneiform archive in the 1970s,” explains Matthiae. “They were part of the zone behind the Court of the Audience Hall, a sort of storage area which must have held the treasures of the king of Ebla.”
Initially the team avoided the rooms, assuming they had been emptied when Sargon ransacked the city. “But we were wrong!” says Matthiae. “Evidently the two statues were crushed into the ground and miraculously escaped the pillage.”
Both figurines are intricate representations of women, which are rare in Near Eastern Bronze Age art. One, made of steatite and wood, is depicted with her arms arranged in a gesture indicating prayer. The second figurine holds a goblet and wears an ornate gold dress. Both seem to have been used in a ritual mentioned in a tablet from Ebla that describes how the city’s dead queens became female deities who were then worshiped privately by their successors. Matthiae suspects the steatite figure depicts a living queen who would have prayed to the gold-covered figurine, itself a representation of a dead queen who had become a goddess.
Ebla (árabe: عبيل، إيبلا) fue una antigua ciudad localizada en el norte de Siria, a unos 55 km al sureste de Alepo. Fue una importante ciudad-estado en dos periodos, primero en el 3000 a. C. y luego entre el 1800 a. C. y el 1650 a. C.
El sitio es conocido hoy como Tell Mardikh, y es sobre todo famoso por los archivos con más de 20.000 tablillas cuneiformes, datadas alrededor de 2250 a. C., en sumerio y en eblaíta; un desconocido idioma anterior al idioma semita similar al acadio.
Las ruinas de la antigua ciudad de Ebla (hoy Tell Mardikh), situada en el corazón de Siria, constituyen el mayor núcleo urbano, fuera de los valles aluviales del Nilo, del Eúfrates y del Tigris. Su localización y excavación comenzó en los años 60 del siglo XX por el arqueólogo italiano Paolo Matthiae. La piqueta ha ido descubriendo uno de los capítulos más impresionantes de la Historia Antigua. Ebla fue pionera por el modelo político de su monarquía, en manos de reinas que elegían a la persona que iba a ser rey; por su especial manera de entender el fisco, al cual tributaban todos, desde el rey hasta el último campesino; por su avanzado sistema comercial, y en el campo de la cultura, por haber sabido confeccionar los primeros diccionario y vocabularios de la historia.
de Juan Oliva - 2008 - History - 528 páginas
Prueba del arraigo de la institución monárquica en esta importante ciudad-Estado es sin duda el así denominado «Ritual para la sucesión al trono de Ebla», …
books.google.es/books?isbn=8446019493… -
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Para la función de la maliktum de Ebla y otras ciudades cf. Mander. 1988. 52Los datos sobre Emar en los archivos de Ebla han sido compilados y discutidos …
www.tesisenxarxa.net/TESIS_UB/AVAILABLE/…//01.CVP_CAP1_2.pdf -
de P optar al título de Doctoren - Artículos relacionados - Las 12 versiones
identification of Tabur-Damu with the new maliktum of Ebla is correct, it is certain that the tablets mentioned above are contemporaneous …
www.jstor.org/stable/3515903 -
de Cyrus Herzl Gordon, Gary Rendsburg, Nathan H … - 1987 - History - 145 páginas
As ‘queen’ at Ebla is maliktum, these names appear to follow an East Semitic tradition. With Mu-zi, compare OB Mari Mu-zi-ya. Overall, the names of
de MG Biga - 1990
Diosa Ishtar,Ebla.
Bibliografía
Dahood M.: «Ebla, Ugarit and the Bible» en The Archives of Ebla (Doubleday Garden City, N. Y., 1981)
Freedman D. N.: «The Real Story of the Ebla Tablets», Biblical Archaeologist, vol. 41, dic 1978, PP 143-164.
Matthiae, P.: Ebla: an Empire Rediscovered (Doubleday, Garden City, N Y, 1980)
Merrill, E. H.: «Ebla and Biblical Historical Inerrancy», Bibliotheca Sacra (vol. 140, nº 560, oct.-dic. 1983, pp. 302-321);
Pettinato, G.: The Archives of Ebla (Doubleday, Garden City, N.Y. 1981);
Wilson, C.: Ebla Tablets-Secrets of a Forgotten City (Master Books, San Diego, 1977).