16 Sep 11

Sissi, la emperatriz Elisabeth de Austria, no era tan conservadora como otros personajes de su epoca, fue ella quien intercedió ante su primo el rey Maximiliano II de Baviera para que permitiera el matrimonio de su hermana Helena con Maximiliano de Thurn-Taxis; este acto de Sissi no solo permitio un feliz matrimonio para su hermana sino que tambien abrio las puertas de los Thurn-Taxis en las casas reales europeas.

En sus tiempos no era comun que las esposas de los reyes se fueran de viaje solas a hacer lo que les antojara y abandonaran los deberes que su rango conllevaba. Sissi no encajaba en el molde de emperatriz y como Francisco Jose sabia que no podia con ella, le dejaba hacer su vida.

Se habló de sus enfermedades y de que el clima de Viena no le beneficiaba, pero ella fue una verdadera viajera, como lo fue su padre el empobrecido Duque Maximiliano Jose. Adicionalmente Sissi veia con buenos ojos la causa de los húngaros y propicio y en su vida privada, favoreció el acercamiento entre su esposo el emperador Francisco Jose y la actriz Katharina Schratt.

El emperador Francisco Jose y la actriz Katharina Schratt

El emperador Francisco Jose y la actriz Katharina Schratt

En su libro “The martyrdom of an Empress”, Marguerite Cunliffe-Owen explica con lujo de detalles el caracter y la personalidad de Sissi afirmando que ella hubiera sido feliz casada por amor con algun noble que poseyera un latifundio en las selvas de Bavaria.

Llena de contradicciones , ella podia ser muy buena pero tambien despiadada, como lo fue con su desgraciada nuera Estefania según opinan algunos.Los biógrafos más completos y documentados de la Emperatriz son Brigitte Hamman y Egon César Corti, éste último no tiene tanto prejuicio contra ella, y las memorias de su dama de compañía Ida Ferenczy, todos los demás se deben a estos. Sobre Isabel se ha escrito de todo y la han interpretado siempre al gusto de nuestra época, tanto los tirios como los troyanos.

Quien he leído todas las biografías hasta la fecha publicadas en inglés y español, concuerda en que ella y el Emperador se amaron mucho en la manera regia que les estaba deparada, sin embargo, es casi seguro que la Emperatriz era muy poca dada a las pasiones carnales, lo cual no quita para afirmar que su gran pasión fue Andrassy. Y que su peregrinar comienza al fallecer él.

La teoría de la frigidez no nace del culto a su cuerpo, sino de sus propias confesiones sobre la sexualidad a sus damas de compañía, que fueron muy fieles a ella, pero como la querían con sinceridad, la miraban objetivamente.

No parecer que Isabel fuera liberal ni progresista. Era una mujer culta, profunda y por ende pensante, pero de ahí a decir que era progresista a la actual usanza me parece uno de esos lugares comunes de moda sobre la Emperatriz, sin analizar para nada el contexto en que afirmó ciertas ideas. Por cierto, la Emperatriz de “sencilla” no tenía nada, ¡afortunadamente!, y jamás permitió que nadie que no fuera del estricto círculo familiar se dirigiera a ella de otra manera que no fuera por “Majestad”. Mejor no leer mucho los artículos de revistas del corazón sobre “Sissi”, que son bastante irreales.

La emperatriz podía realizar cosas como la gimnasia, que no eran entendidas en su época, pero (como bien dices) eso de ninguna manera significa que fuese “progresista” o “sencilla” Ella siempre fue consciente de su rol de emperatriz – reina y la altísima posición que esto significaba.

Elisabeth se entendió a la perfección con el líder nacionalista Gyula Andrássy. Los viajes de la emperatriz a Budapest fueron continuos hasta que en febrero de 1867 los húngaros lograron su autonomía: el imperio se transformó en una doble monarquía, la austro-húngara, con dos parlamentos y dos gobiernos. Cinco meses después Francisco José fue coronado rey de Hungría y ella se convirtió en la heroína del pueblo húngaro. A partir de aquí la política dejó de interesarle.

Francisco II de Austria

Elisabeth se entendió a la perfección con el líder nacionalista Gyula Andrássy. Los viajes de la emperatriz a Budapest fueron continuos hasta que en febrero de 1867, los húngaros lograron su autonomía: el imperio se transformó en una doble monarquía, la austro-húngara, con dos parlamentos y dos gobiernos. Cinco meses después Francisco José fue coronado rey de Hungría y ella se convirtió en la heroína del pueblo húngaro. A partir de aquí la política dejó de interesarle.

El barco de Sissi

La presión a la que le sometía su suegra, la archiduquesa Sofía, y el encorsetamiento de la corte vienesa provocaron en 1860 la primera crisis matrimonial y la primera huida de Sisi, quien se convertiría en una reina trashumante.

A partir de entonces estuvo en Viena lo imprescindible. “No me quedó más remedio que elegir esta vida de ermitaña. En el gran mundo me perseguían y hablaban mal de mí”, comentó. Sisi viajaba casi siempre con su hija menor, Valeria, y dejaba la educación de los dos mayores, Gisela y Rodolfo a su suegra y su marido. La primogénita, Sofía, había muerto con sólo dos años.

LA EMPERATRIZ Y LA EQUITACIÓN

La única pasión comparable a la de los viajes fue la de la equitación, que a su vez provocaba más desplazamientos. Elisabeth se pasó diez años viajando continuamente a Inglaterra e Irlanda, donde había adquirido cuadras, para participar en cacerías a caballo. Su locura viajera alcanzó el máximo apogeo cuando ya había cumplido 50 años, tras la boda de su hija favorita, Valeria. Desde ese momento se consideraba libre para iniciar “mi vuelo de gaviota”.

EL VUELO DE LA GAVIOTA QUE SABÍA DE FINANZAS

La afición de la emperatriz por los viajes provocó férreas críticas no sólo por sus ausencias y por los problemas diplomáticos que acarreaban, sino también por los desorbitados gastos que provocaban a las arcas del imperio. Además, Sisi había conseguido que Francisco José le construyera dos costosísimos palacios, la villa Hermes en las proximidades de Viena y el Aquileion en Corfú.

Estos dispendios no le fueron perdonados por muchos. Sin embargo, la emperatriz fue capaz de amasar una gran fortuna personal que, a su muerte, sorprendió al propio emperador. Sisi fue una de las primeras damas de la realeza europea que invirtió en acciones y abrió cuentas de ahorro en entidades privadas. Depositó parte de su fortuna en la banca Rothschild de Suiza.

SISSI ESPIRITISTA

LA EMPERATRIZ REVOLUCIONARIA

http://www.elmundo.es/larevista/num120/textos/sisi1.html

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