Grotefend , el descifrador de la escritura cuneiforme persa, fue un estudioso genial. Y sobre todo, un hombre divertido. Porque su gran descubrimiento fue producto de una apuesta y de algo más que una jarra de cerveza alemana. La prueba,una vez más, que para ser sabio no hay por qué ser aburrido ni triste. Ni flagelarse.
Sino amar la investigación y divertirse con ella.
¡CARPE DIEM¡
UNA APUESTA GENIAL (Wikipedia e Internet)
A los veintisiete años de edad, en 1802, ese hombre, cuya vida era hasta entonces la de un ciudadano honrado, de costumbres moderadas y libre de extravagancias y excesos, hallándose en una reunión entre amigos donde se había bebido algo, tuvo la divertida idea de hacer la apuesta verdaderamente absurda de comprometerse a hallar la clave para descifrar la escritura cuneiforme.
Lo único que tenía a su disposición para conseguirlo eran algunas malas copias de inscripciones de Persépolis.
Pero afrontó el reto con su mejor despreocupación juvenil. Y logró lo que los mejores especialistas de la época habían considerado imposible.
LOS ESTUDIOS DE GROTEFEND, QUE GANÓ LA APUESTA
En el año 1802 presentó a la Academia de Ciencias, en Gotinga, los primeros resultados de sus investigaciones, que aun hoy, entre la abundancia de tratados filológicos posteriores que desde hace mucho han perdido interés y se han olvidado, todavía destacan . Lo tituló: «Artículos para la interpretación de la escritura cuneiforme de Persepolis.»
HIPÓTESIS DE TRABAJO
Los datos previos de los que Grotefend partió fueron :
Las inscripciones de Persépolis revelaban características muy diversas.
En algunas inscripciones había tres tipos diferentes de escritura, paralela, en tres columnas claramente separadas.
Como sobre la historia de los antiguos persas y los reyes de Persépolis se sabía bastante, Grotefend conocía bastante de los textos de los autores griegos.
-Se sabía que Ciro, hacia el año 540 a. de J. C, venció a los babilonios y fundó el primer gran Imperio persa, determinando así la decadencia de Babilonia.
Parecía lógico, pues, que por lo menos una de aquellas inscripciones estuviera escrita en el idioma de los conquistadores: El persa moderno.
- Cabía otra hipótesis también, y es que con probabilidad la columna de en medio, por la tendencia general a colocar lo más importante en el centro, fuese la escrita en el antiguo idioma persa.
Además, a cuantos examinaban la escritura les había llamado la atención un grupo de signos que se repetían con mucha frecuencia. Se sospechaba que el grupo de signos podría significar la palabra «rey», [...]
COMPROBACIÓN DE LAS HIPÓTESIS DE TRABAJO
Comenzó pues, comprobando que los signos cuneiformes eran escrituras y no un adorno.
Luego, por falta completa de toda forma redonda, dedujo que no era un procedimiento apto para la «escritura», sino que valía sólo para el grabado en materia sólida.
[...] Luego demostró Grotefend que las cuñas tendían preferentemente hacia cuatro direcciones, pero siempre de tal modo que la dirección principal era de arriba abajo o de izquierda a derecha.
[...] Al mismo tiempo, dedujo que la escritura debía leerse de izquierda a derecha — cosa que sólo al hombre occidental le parece lógico —, pues los idiomas orientales — árabe, hebreo —, por ejemplo, se escriben de derecha a izquierda.
EL GENIO DE UN INVESTIGADOR
(Ahora bien) Grotefend se hallaba ahora a punto de dar el paso decisivo. El hecho de que fuera capaz de darlo, demuestra su genio. La característica principal del genio consiste, sobre todo, en la facultad de ver de manera sencilla lo que para los demás es complicado, y de reconocer al instante el principio ordenador que en el fondo posee todo problema complejo.
La idea verdaderamente genial de Grotefend fue de una simplicidad asombrosa. [...]
Las copias de escrituras cuneiformes que tenía a la vista eran de inscripciones halladas en monumentos. El «descanse en paz» de las tumbas occidentales se hallaba ya en las de nuestros abuelos y tatarabuelos, siempre invariable, y probablemente seguirá presidiendo las de nuestros hijos y nuestros nietos. ¿Por qué, pues, las invariables palabras iniciales de los actuales monumentos persas no se hallarían también en los monumentos persas más antiguos, siempre que una de las columnas tuviese su texto en antiguo persa, como se sospechaba?
¿Y por qué no empezarían también las inscripciones de Persépolis, como siempre empiezan las inscripciones más recientes que él conocía, y que dicen:
«X, gran rey, rey de reyes, reyes de A y B, hijo de Y, gran rey, rey de reyes…»,
[...] Si ello era cierto en el sentido literal, la primera palabra tenía que corresponder al nombre “rey”; luego debía seguir una cuña oblicua, que separaba las palabras; después tenían que seguir dos palabras, una de las cuales debería ser de nuevo la palabra «rey», y ésta se hallaría muy repetida en la primera parte de la inscripción. [...]
(Grotefend) comprobó y descubrió que sus hipótesis eran exactas. Halló varias veces el orden de las palabras tal como había calculado, y también halló la palabra que significaba «rey». [...]
Por mucho que comparase, siempre daba con estos dos grupos, con las mismas palabras iniciales que, según su teoría, deberían representar el nombre de un rey, también halló inscripciones que contenían ambos nombres a la vez.
En la mente de Grotefend se acumularon las ideas .
Siguiendo su teoría, esto sólo podía significar que todos los monumentos cuyas copias tenía delante estaban inspirados solamente por dos reyes. Y lo más probable era que, como en algunas de las inscripciones tales reyes aparecían citados uno después del otro, debería tratarse de padre e hijo. Si los nombres aparecían separados, detrás del nombre de uno se hallaba el signo de rey, pero detrás del nombre del segundo, no. Por lo tanto, siguiendo tal teoría, debía tratarse de la disposición esquemática siguiente:
«X, rey, hijo de Z Y, rey, hijo de X, rey…»
Recordemos que, hasta aquí, todo cuanto Grotefend pensaba era hipotético; sólo se basaba en la reiteración de algunos signos, en su repetición constante y en su orden. [...]
UN SALTO EN EL VACÍO : EL ABUELITO NO FUE REY
¿Qué es lo que llamaba la atención? ¿Cuál era la incógnita, el vacío?
Faltaba una palabra. Precisamente la omisión de la palabra «rey» detrás del nombre que en el esquema aparece con «Z».
Si tal disposición era exacta, indicaba una sucesión de generaciones — abuelo, padre e hijo —, de los cuales el padre y el hijo fueron reyes, pero el abuelo no.
Y Grotefend se dijo: «Si en la serie.de los más famosos reyes persas logro hallar un grupo de generaciones que coincida con este esquema, tendré la prueba evidente de que mi teoría es acertada, y habré descifrado las primeras palabras de la escritura cuneiforme.»
LA EXPLICACIÓN DE GROTEFEND
«Estaba completamente convencido de que tenía que buscar los nombres de dos reyes de la dinastía de los Aqueménidas, porque las referencias de los griegos, contemporáneos suyos y narradores extensos, me parecían las más adecuadas.
Así, empecé a examinar la serie de los reyes y a comprobar cuáles eran los nombres que se adaptaban con más facilidad a las características de las inscripciones. No podía tratarse de Ciro y de Cambises, porque los dos nombres de ambas inscripciones no tenían la misma letra, ni podían ser Ciro y Artajerjes, porque el primer nombre, en comparación con el segundo, era demasiado corto, y el otro demasiado largo. Por lo tanto, quedaban sólo los nombres Darío y Jerjes, ya que éstos se amoldaban tan fácilmente a los caracteres, que no podían ofrecer duda.
A esto se añadía que en la inscripción del hijo se atribuía también el título de rey al padre, pero no sucedía así en la inscripción del padre con respecto al abuelo, observación que se confirmaba a través de las inscripciones de Persépolis en todas las formas de escritura.»
LA PRUEBA DEL ALGODÓN
Tal fue la prueba. Grotefend no era el único que podía creer en su teoría, sino que también el crítico más objetivo tenía que someterse al rigor de aquella lógica deducción. Pero faltaba dar el último paso. Hasta entonces, Grotefend había partido de la grafía de los nombres de los reyes tal como la había transmitido Heródoto. Por eso sigue basándose en el nombre del abuelo que él conocía:
«Como por el desciframiento exacto de los nombres yo conocía ya más de doce letras, y entre ellas estaban todas las del título del rey menos una, hacía falta dar forma persa a aquellos nombres, conocidos sólo en su versión helénica, para descubrir, por la exacta determinación del valor de cada signo, el nombre del rey y el idioma en que las inscripciones podían estar escritas.
En el Zend Avesta, título colectivo de los libros sagrados persas, aprendí que el nombre de Histaspes dado por los griegos era en persa Goschasp, Gustasp, Kistasp o Wistasp, con lo que tenía las siete primeras letras en el nombre de Histaspes, en las inscripciones de Darío, y en las últimas tres las había adivinado ya por la comparación de todos los títulos de los reyes.»
Se había dado, pues, el primer (gran) paso. Lo que siguió sólo fueron correcciones.
Es extraño que pasasen más de treinta años hasta que se pudieran hacer descubrimientos verdaderamente decisivos. Tales progresos se relacionaban con los nombres del francés Émile Burnouf y del noruego Christian Lassen, cuyas investigaciones se publicaron en el año 1836.
(Fragmentos de la siguiente fuente bibliografica).
Libro: Dioses, tumbas y sabios - C.W.Ceram (1953)
LA INSCRIPCIÓN DE BEHISTÚN, EL EQUIVALENTE A LA PIEDRA DE ROSETTA
http://www.bloganavazquez.com/2009/11/20/la-inscripcion-de-behistun-2/-
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Sir Henry Creswicke Rawlinson, Primer Barón (Chadlington, Oxfordshire, 11 de abril de 1810 – Londres, 5 de marzo de 1895) fue un soldado de nacionalidad inglesa, diplomático y orientalista. También conocido como el “Padre de la Asiriología.”
En 1827 viajó a la India como cadete de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales. En seis años pasó a ser subalterno, en ese periodo aprendió la lengua persa, fue enviado a Persia en una compañía con otros oficiales británicos para reorganizar las tropas del Sah. Esa fue su primera aproximación al estudio de inscripciones, que le atrajo mucho, particularmente aquellos caracteres cuneiformes cuyo significado no había sido descifrado aún. En el transcurso de dos años, durante los cuales vivió en las inmediaciones, transcribió todo lo que le fue posible de la gran inscripción cuneiforme en Behistun. Esta inscripción trilingüe databa del siglo V a. C. Pero las fricciones entre la corte persa y el gobierno inglés terminó con la partida de los oficiales británicos.
Rawlinson fue nombrado agente político en Kandahar en 1840. En dicha condición, sirvió por tres años, su labor política fue tan meritoria como su diplomacia en el tratamiento de varios asuntos de la Guerra Afgana; por dichos méritos fue premiado con la distinción de C.B. en 1844.
Un golpe de suerte lo dio a conocer personalmente al Gobernador General, lo que lo llevó a ser nombrado, por voluntad propia, agente político en Otomán, Arabia. Por lo que se estableció Bagdad, donde dedicó mucho tiempo a los estudios de la escritura cuneiforme. Le era posible, entonces, bajo considerables dificultades y riesgo personal no menor, hacer una transcripción completa de la inscripción de Behistún, la cual descifró e interpretó con éxito. Habiendo recopilado una gran cantidad de invaluable información de estos temas, además de su gran conocimiento geográfico ganado en la realización de varias exploraciones (incluyendo visitas con Sir Austen Henry Layard a las ruinas de Nínive), volvió a Inglaterra en 1849.
Rawlinson permaneció allí por dos años, publicó su memoria sobre la inscripción Behistun en 1851 y fue ascendido al rango de Teniente Coronel. Luego confió su valiosa colección de antigüedades babilonias, sabaneas y sasanias al Museo Británico, que a su vez lo habilitó para llevar a cabo las excavaciones asirias y babilonias iniciadas por Layard. En 1851 volvió a Bagdad. Las excavaciones se llevaron a cabo bajo su dirección con resultados muy valiosos, el descubrimiento más importante de material que contribuyó al descifre final e interpretación de los caracteres cuneiformes, siendo su mayor contribución el descubrimiento de que los signos tenían diferentes lecturas dependiendo de su contexto.
Un accidente ocurrido en 1855 alentó su determinación de volver a Inglaterra y ese año renunció a su puesto en la Compañía de India Oriental. A su regreso a Inglaterra se le confirió la distinción K.C.B. y se le nombró director de la Compañía de India Oriental.
Los cuarenta años restantes de su vida estuvieron plenos de actividad política diplomática y científica, desarrollada en Londres en su mayor parte. En 1858 fue nombrado miembro del Consejo de la India, pero renunció en 1859, siendo enviado a Persia como ministro extraordinario y plenipotenciario. Este último puesto lo mantuvo sólo por un año, arguyendo su insatisfacción con circunstancias relacionadas con su posición oficial allá. Anteriormente, se había establecido en el Parlamento como representante por Reigate desde febrero a septiembre de 1858; nuevamente se estableció como representante de Frome, entre 1865 y 1868. Fue nombrado nuevamente miembro el Consejo de India en 1868 y continuó sirviendo en él hasta su muerte. Fue un gran defensor de la intervención en Afganistán y aconsejó la retención de Kandahar. Rawlinson fue una de las figuras más importantes en plantear que Inglaterra debía vigilar los intereses rusos en el Sur de Asia. Opinaba que el Zar de Rusia atacaría y absorbería Khokand, Bokhara y Khiva (lo cual hizo) e invadiría Persia (actualmente Irán) y Afganistán como trampolines a la India Británica.
Sus visiones fueron expresadas particularmente en Inglaterra y Rusia en el este (1875). Estuvo encargado del Museo Británico desde 1876 hasta su muerte. Fue nombrado Baronet en 1891, fue presidente de la Sociedad Geográfica Británica entre 1874 y 1875 y de la Sociedad Asiática entre 1878 a 1881; asimismo recibió grados honoríficos en Oxford, Cambridge y Edimburgo.
Casó con Louisa Caroline Harcourt Seymour en septiembre de 1862, con la cual tuvo dos hijos. Enviudó en 1889 y murió en Londres seis años después.
Obras de Henry Rawlinson
Sus obras publicadas incluyen (además de contribuciones menores a las publicaciones de algunas sociedades) cuatro volúmenes de inscripciones cuneiformes, publicados bajo su dirección ente 1870 y 1884 por los miembros del consejo de administración del Museo Británico. La Inscripción Cuneiforme Persa en Behistun (1846-51) y Esbozo de la Historia de Asiria (1852), ambos reimpresos de los periódicos de la Sociedad Asiática. Un Comentario sobre las Inscripciones Cuneiformes de Babilonia y Asiria (1850). Notas de la Historia Temprana de Babilonia (1854), Inglaterra y Rusia en el Este (1875).
Contribuyó a artículos en Bagdad, el Eufrates y Kurdistán a la novena edición de la Enciclopedia Británica, junto con varios otros artículos sobre el Oriente y asistió en la edición y traducción de las Historias de Heródoto de su hermano Canon George Rawlinson.
EL DESCIFRAMIENTO DE LA INSCRIPCIÓN DE BEHISTÚN
1.LA INSCRIPCIÓN: LA CLAVE PARA EL DESCIFRAMIENTO DE LAS ESCRITURAS PERDIDAS
La inscripción de Behistún (بیستون en persa moderno) es a la escritura cuneiforme lo que la piedra Rosetta a los jeroglíficos egipcios: el documento clave para el desciframiento de una escritura perdida, que muestra el mismo texto en otro idioma conocido.
El texto de la inscripción es una declaración de Darío I de Persia, escrita en tres diferentes escrituras y lenguajes: dos lenguajes contiguos (persa antiguo y elamita), y babilonio encima de ellos. Darío gobernó el Imperio Persa desde el año 521 a. C. hasta el 486 a. C. En algún momento hacia el 515 a. C. ordenó la creación de esta inscripción, que describiera un largo relato de su ascenso frente al usurpador Gaumata y las subsecuentes guerras victoriosas de Darío y el sofocamiento final de la rebelión, para ser así inscritas en un acantilado cercano a la moderna ciudad de Bisistun, en las colinas de los Montes Zagros de Irán, en el punto donde se yerguen desde el llano de Kermanshah.
Allí tuvo la suerte de que las sucesivas IN-civilizaciones NO LA DESTRUYESEN por alguna Ley de Memoria ANTI-Histórica.Y ha llegado a nuestros días…Aunque supongo que algún que otro prisionero enemigo de su régimen despótico moriría en el intento.
Que incultos que quieren borrar la historia y destruir los monumentos los ha habido siempre.LAMENTABLEMENTE.
¡¡¡Menos mal que los enemigos de los pintores de Altamira tampoco la destruyeron¡¡¡¡
La inscripción mide aproximadamente 15 metros de alto por 25 de ancho, y se halla 100 metros por encima de un acantilado al lado de un antiguo camino que unía las capitales de Mesopotamia y Media (Babilonia y Ecbatana). Su acceso es muy complicado, ya que, después de su finalización, las laderas fueron eliminadas para hacer la inscripción más perdurable.

Columna 1 (DB I 1-15), boceto de Fr. Spiegel (1881).
El texto en persa antiguo contiene 414 líneas en cinco columnas.
El texto elamita incluye 593 líneas en ocho columnas
El texto babilonio tiene sólo 112 líneas.
La inscripción fue ilustrada con un bajorrelieve de la vida de Darío, dos sirvientes y diez figuras de un metro de altura, que representan los diferentes pueblos conquistados; el dios Ahura Mazda está arriba, bendiciendo al rey. Una figura parece haber sido agregada después de que las otras estuvieran acabadas, al igual que la barba de Darío, que es un bloque de piedra separado unido a la figura con pernos de hierro y plomo, un hecho realmente excepcional para su época.
¿DÓNDE ESTÁ?
Se encuentra en la provincia de Kermanshah, al oeste de Irán. Fue erigida por el rey Darío I de Persia.
La inscripción incluye tres versiones del mismo texto,
persa antiguo, elamita y babilonio.
Sir Henry Rawlinson, transcribió la inscripción en dos momentos, en 1835 y 1843.
Rawlinson pudo traducir el texto cuneiforme en antiguo persa en 1838,
-Y los textos elamitas y babilonios fueron traducidos por Rawlinson y otros después de 1843.
.El lenguaje babilonio era una forma tardía del acadio; ambas son lenguas semíticas.
La inscripción de Behistún fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2006. Abarca una zona de protección de 187 ha y una zona de respeto de 361 ha.
2.RAWLISON Y SU EMPEÑO
En 1837, el arqueólogo inglés, sir Creswicke Rawlison, se deslizó por una pared de roca de un barranco iraní, de unos cincuenta metros de profundidad, para descifrar las inscripciones de un friso esculpido a mitad de altura. Copió las inscripciones y las figuras que lo acompañaban y, mas tarde, las descifró. Decían esto:“Proclama el rey Darayawaush (Darío):
Tú que contemplas en los días futuros estas inscripciones
que hice esculpir en la roca y esas imágenes de seres humanos,
no quites ni destruyas nada.
¡Procura, mientras tengas semillas, mantenerlas intactas!”
Rawlison se había apoyado en los primeros estudios de la cuneiforme y en avances posteriores, debidos a la dedicación que muchos científicos europeos prestaron al conocimiento e interpretación de diferentes lenguas muertas y que,también, facilitaron la interpretación la lengua de los lejanos imperios asirio, babilónico y persa. Hoy son numerosos los especialistas que pueden leer sin problema la escritura cuneiforme de las tablas de arcilla, en cuyos hallazgos contribuyó de forma importante Paul Emile Botta, durante su descubrimiento de la ciudad de Niníve.
Y desde luego….
¡¡¡Menos mal que la V Dinastía egipcia y sus sucesores tampoco pudo destruir las pirámides que hizo las IV Dinastía¡¡¡.
LOS ANTIGUOS PERSAS ERAN MÁS CULTOS QUE LOS DESTRUCTORES DE MONUMENTOS ACTUALES
Proclama el rey Darayawaush (Darío):
Tú que contemplas en los días futuros estas inscripciones
que hice esculpir en la roca y esas imágenes de seres humanos,
no quites ni destruyas nada.
¡Procura, mientras tengas semillas, mantenerlas intactas!”
NO A LA DESTRUCCIÓN DE LOS MONUMENTOS HISTÓRICOS.UNA CONSIGNA DE DARIO DE PERSIA SOBRE LA QUE HAY QUE REFLEXIONAR.
AUNQUE DICHOS MONUMENTOS SEAN DEL ENEMIGO…
FORMAN PARTE DE UNA HERENCIA CULTURAL QUE NUESTROS
DESCENDIENTES NECESITARÁN PARA ESTUDIAR HISTORIA.
NO SE LA NIEGUES NI LA OCULTES DESTRUYÉNDOLA O CONSEGUIRÁS
JUSTO LO CONTRARIO DE LO QUE PRETENDES….
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Qué interesante, no tenía ni la menor idea de cómo se había podido traducir, lo voy a releer cuando termine de escribir este comentario porque me ha venido a la cabeza Iraq, y la destrucción y expolio que se ha llevado a cabo allí. Creo desde mi ignorancia que eso pasa en Egipto por ejemplo y no se permite. Los historiadores teneis que enfermar cuando veis cosas así y encima sobre Mesopotamia a la que debemos tanto.
Sobre la inscripción de Behistún, tengo entendido también que la cabeza del dios Ahura Mazda está destrozada de los disparos alemanes, que usaron esa pared para hacer prácticas de tiro en la II Guerra Mundial, lo he leido en la wiki, no sé si es correcto o no pero es una burrada.
Un saludo, siguo leyéndola, voy a poner en el buscador “ordalía del agua” porque tengo una duda sobre ella, gracias
Un artículo muy interesante y ameno. La inscripción de Behistún me hace recordar lo que disfruté el año pasado preparando el trabajo sobre ella en la asignatura de Historia Antigua.
Un cordial saludo
Lo de los disparos tambien me lo han dicho a mi.Lo de ordalia del agua es tirar a alguien al agua para probar su inocencia.SI flota es inocente. AUnque a veces tambien era al revés. No me preguntes por qué.
Un saludo
Lo de la ordalía lo leí en el libro pero me quedó una duda que no he podido resolver.. en la época de Hammurabi según leo, la parte inocente se hundía, pero en época de casitas parece ser que es al revés y la parte inocente flota (páginas 109 y 126), me llama la atención por ser justamente lo contrario aunque sí que tengo entendido que esta regla ha variado a lo largo de la historia
Efectivamente.Por eso lo puse.Un saludo
Muchas gracias, es que es una regla que me llena de curiosidad y como ha durado tanto por eso me preguntaba por qué la verían de diferente manera, en qué se basaban, gracias y feliz puente.
Ha durado tanto porque está escrita o en tablillas de barro crudo que se ha cocido al arder los edificios en los que estaban. O porque está escrita en montañas, como la inscripción de Behistún.De todas formas quedan muy poquitas para lo que debió haber.Por eso es una pérdida enorme que se destruyan las pocas que se conservan.
Un saludo
Este estudio me ha venido muy bien para la realización de la parte C de la PED, Gracias Doctora y un saludo.
PDT. Que difícil me resultó realizarla entera (a la PED me refiero)
Hola, Dra Vazquez!…Ya se, que los hititas muy acomodaticios y nada dogmáticos, como lo eran tambien los romanos. Eran los de “los de los mil dioses”, pero…. Pregunto: La escultura en relieve de Lilit, no se si esta bien puesta en la pagina de los hititas, puesto que carezco de los conocimientos suficientes…La menciona algún texto hitita, o se ha encontrado imagen de ella en sus santuarios? El estilo artístico, no parece corresponder a su estilo. Me agradaría que me contestara…Estoy intrigada. Un saludo. Gracias.
Pues si me dice en qué página…De todas formas, creo que lo que usted llama Lilith no lo es tal, sobre todo porque la tal Lilith era una leyenda….Puede estar en cualquier sitio porque no se sabe quien era y las imagenes son polisemicas.
Un saludo…